Holanda inició ayer una acción judicial para obtener la liberación de los 30 activistas de Greenpeace detenidos por Rusia en el barco Arctic Sunrise, en un momento en que se intensifica la movilización internacional en su favor.
Holanda inició ayer una acción judicial para obtener la liberación de los 30 activistas de Greenpeace detenidos por Rusia en el barco Arctic Sunrise, en un momento en que se intensifica la movilización internacional en su favor.
Entre los detenidos figuran dos argentinos (el marplatense Hernán Pérez Orsi, de 40 años, y la porteña Camila Speziale, de 21), y una brasileña, acusados de piratería, al igual que todos los otros tripulantes del barco, crimen pasible de hasta 15 años de cárcel.
"El Arctic Sunrise navega con bandera holandesa por lo cual Holanda decidió iniciar hoy (por ayer) un procedimiento de arbitraje basado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar", dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Frans Timmermans, en una carta dirigida a los diputados holandeses.
La Haya considera que el asalto al barco y la detención de la tripulación son "ilegales", ya que Rusia debería haber solicitado a Holanda permiso para detener el Arctic Sunrise, de bandera holandesa, explicó a la agencia AFP un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Friso Wijnen.
Los tripulantes del Arctic Sunrise quedaron detenidos en Murmansk (noroeste) y sus alrededores el pasado 19 de septiembre, cuando un comando de los guardacostas rusos abordó el buque en el mar de Barents (Artico ruso).
Algunos de los activistas del barco habían intentado escalar una plataforma petrolífera del gigante ruso Gazprom para denunciar los riesgos ecológicos de su actividad, según la organización de defensa del medio ambiente Greenpeace.
El canciller holandés dijo que su país da prioridad a una "solución diplomática" al conflicto.