El astro futbolístico argentino Lionel Messi pidió ayer "terminar con la mortalidad infantil", durante la filmación de un aviso de la campaña mundial de Unicef.
El astro futbolístico argentino Lionel Messi pidió ayer "terminar con la mortalidad infantil", durante la filmación de un aviso de la campaña mundial de Unicef.
La Pulga en su versión ser humano solidario se mostró preocupado una vez más por los pequeños y aseguró que "todos pueden ayudar a acabar con las muertes de niños por causas evitables".
Como embajador de Buena Voluntad de Unicef, Messi grabó un vídeo en el que hace una llamada a la solidaridad para aumentar los esfuerzos en la lucha contra la desnutrición, las enfermedades y la pobreza que afectan a la infancia en todo el mundo, indicó la organización humanitaria.
La Pulga, que este año fue padre por primera vez, explica en el film que si bien las muertes infantiles cayeron desde casi los 12 millones en 1990 a unos 6,9 millones el año pasado, "estos niños y niñas no tendrían que morir, pero mueren", en una cifra, que según el futbolista "tendría que ser cero".
Unicef informó de que pese a los avances conseguidos en supervivencia infantil, unos 19 mil niños y niñas menores de cinco años mueren cada día por causas como la neumonía, la diarrea, el sarampión o la desnutrición, que está asociada a la tercera parte de estas muertes.
El astro argentino, elegido por la Fifa como mejor jugador del mundo en 2009 y ganador de tres Balones de Oro, fue nombrado embajador de Buena Voluntad de Unicef en marzo de 2010, y desde entonces ejerció como firme defensor de los niños más vulnerables y apoyó varias campañas de Unicef, como la de "Cumpledías", lanzada por Unicef-España.
Cumpledías parte de la base de que todos los niños tienen derecho a cumplir años y en esta campaña pueden participar cualquier persona a través de www.cumpledías.com o enviando un SMS con la palabra Unicef al 20028. Cada SMS enviado equivale al costo de un día de tratamiento contra la desnutrición aguda para un niño. El tratamiento completo, el que saca a un niño de la desnutrición aguda, dura entre cuatro y seis semanas y cuesta unos 42 euros.