l derrumbe del puente de una autopista que atraviesa la ciudad italiana de Génova dejó hoy al menos 31 muertos y 16 heridos, nueve de ellos de gravedad, informaron las autoridades locales.
En la ciudad portuaria italiana se vieron imágenes dignas de una película de cine catástrofe, mientras recién de a poco se va conociendo la dimensión de la tragedia registrada durante una fuerte tormenta.
Entre los muertos hay tres menores de ocho, 12 y 13 años, indicó el Ministerio del Interior. La cifra de víctimas podría ser aún mayor, aclaró el primer ministro, Giuseppe Conte, quien interrumpió sus vacaciones para viajar a Génova.
Las labores de rescate continuarán durante la noche. "No pararemos de buscar", dijo el jefe de operaciones de Defensa Civil, Luigi D'Angelo.
Previamente el ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, había hablado de 30 fallecidos. Once heridos fueron rescatados de entre los escombros, precisó el alcalde de la ciudad del noroeste de Italia, Marco Bucci.
El puente Morandi forma parte de la autopista A10, la famosa ruta de vacaciones "Autostrada dei Fiori", y colapsó desde sus 40 metros de altura en un tramo de entre 100 y 200 metros.
Según reportes de testigos, tanto automóviles como camiones se precipitaron al vacío y cayeron al río Polcevera. Numerosos vehículos quedaron enterrados debajo de los escombros.
Sobrevivientes del accidente relataron: "Hacia las 11.30 vimos el impacto de un rayo en el puente y entonces el puente colapsó". Esta versión no pudo ser confirmada por Defensa Civil.
"Es el infierno", fueron citadas las fuerzas de rescate. Más de 300 efectivos fueron desplegados en el lugar, mientras que los edificios cercanos fueron evacuados de forma preventiva.
El ministro italiano de Transportes, Danilo Toninelli, se refirió en Twitter a "una horrible tragedia". A la vez, en una entrevista radial descartó que las labores de construcción en el puente fueran responsables de lo ocurrido.
El vicejefe de Gobierno Luigi Di Maio dijo que el Estado hará todo lo que esté a su alcance para ayudar a las familias de las víctimas. Conte manifestó por la noche que estaba "muy afectado" por la tragedia.
La Policía publicó un video en Twitter en el que se ven las dos partes del puente y un agujero entre ambas. En otro video se escuchan las voces de personas que vieron de lejos el colapso y gritaban conmocionadas. "Oh, Dios", se escucha gritar una y otra vez a un hombre, con la voz presa del pánico.
Un reportero del diario "La Repubblica", Matteo Pucciarelli, pintó una imagen apocalíptica desde la escena del accidente: "Como si una bomba hubiera caído en esta importante arteria". Se pueden ver muchas sábanas blancas y los cuerpos son sacados de los coches, relató.
"Por el momento aún es imposible estimar un número de víctimas", señaló el reportero. Se estima que entre 30 y 35 coches cayeron a causa del colapso.
El viaducto Polcevera, conocido también popularmente como Ponte Morandi por el arquitecto Riccardo Morandi, atraviesa entre otros un ramal ferroviario y un polígono industrial al oeste de la ciudad.
Según la compañía de autopistas Autostrade per l'Italia, se encontraban en marcha labores de construcción. La empresa dio a conocer en su página web que se trabajaba en la losa del viaducto Polcevera. Sobre el propio puente se encontraba una grúa de construcción. Tanto el estado del puente como los avances de la renovación eran sometidos a controles permanentes, se indicó.
Recién cuando sea posible un acceso seguro al lugar del accidente se podrá proporcionar información más detallada sobre las causas del colapso, añadió la compañía.
El "Viadotto Polcevera", al que también se conocía como el "puente de Brooklyn" de Génova, fue inaugurado en 1967 por el entonces presidente Giuseppe Saragat después de cuatro años de construcción. El viaducto con una longitud total de 1.182 metros atraviesa una zona industrial y se apoya en tres pilares de hormigón. El tramo más largo tiene 210 metros de longitud.
Hace dos años, el profesor de ingeniería Antonio Brencich, de la Universidad de Génova, apuntó que el puente era un "fracaso de ingeniería" con "costes de mantenimiento muy elevados". Los trabajos de mantenimiento llevados a cabo hasta finales de los 90 equivalían al 80 por ciento del coste de su fabricación, dijo Brencich a la televisión local Primocanale.