Las empresas de triple impacto son “un tipo novedoso de compañías que buscan utilizar las fuerzas del mercado para dar respuesta a problemas sociales y/o ambientales de las comunidades en las que están insertas”, promoviendo así una línea de impacto económico, social y ambiental. Este tipo de empresas deben operar “bajo altos estándares sociales, ambientales y de transparencia” y en la toma de decisiones deben ser considerados no solo los intereses financieros de sus accionistas, sino también los intereses a largo plazo de la comunidad a la que pertenecen y el ambiente que los rodea. En síntesis, las empresas de triple impacto se distinguen y diferencian de empresas tradicionales por perseguir una doble misión: por un lado, generar utilidades razonables para sus inversionistas, y por el otro, generar beneficios sociales y ambientales.