El Banco Central de Venezuela (BCV) rompió esta semana un silencio estadístico luego de cinco años. El BCV es el encargado en Venezuela de proveer las estadísticas oficiales, pero ante la suba galopante de la inflación en 2015 dio su último parte. Ahora volvió a dar datos, y dijo que la economía nacional se hundió un 22,5 por ciento en el tercer trimestre de 2018 respecto al mismo lapso de 2017. En 2015 había informado que la inflación había sido del 180 por ciento, ahora debió agregar un dato mucho mayor: 130.060 por ciento en 2018.
Para el BCV, la inflación de 2018 cerró en esa enorme cifra, pero es más de 10 veces menor que la estimada por la Asamblea Nacional (AN), de 1.698.488 por ciento de inflación anual el año pasado. En los dos casos sigue siendo la más alta del mundo.
Los datos oficiales indican que el sector petrolero, vital para Venezuela, retrocedió un 25,8 por ciento, y el no petrolero cayó un 22 por ciento. De esa última área, los más golpeados fueron las actividades de manufactura y construcción.
Además, las importaciones no petroleras disminuyeron desde $44.067 millones en 2013 a solo $5.835 millones en 2018. Entre el tercer trimestre de 2013 y 2018, la economía o PBI se contrajo 53,4 por ciento. "Ya tenemos fuentes oficiales y confirmación de que Venezuela vive la peor crisis de su historia, y tal vez la peor de cualquier país de la región", dijo al portal independiente Efecto Cocuyo el economista Luis Oliveros. En solo cinco años el país perdió más de la mitad de su producción de bienes y servicios. Esto, a juicio del profesor de la Universidad Metropolitana (Unimet), llevó a la reducción de puestos de trabajo y a incrementar la dependencia de los venezolanos a los envíos en divisas desde el extranjero. Según el BCV, las transferencias hacia el país se incrementaron desde 174 millones de dólares en 2016 a $1.951 millones en 2018. Se combinan en este dato la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos y la emigración masiva, de más de tres millones de ciudadanos, que ahora son una fuente de riqueza mediante las remesas. Un rasgo típico de los países pobres, como Ecuador o El Salvador.
La inesperada divulgación de cifras por parte del BCV reflejan el colapso de la economía que ha causado una crisis humanitaria. El régimen de Nicolás Maduro atribuye los problemas a una "guerra económica", pero economistas independientes y la oposición aseguran que es por el modelo chavista instaurado por el fallecido Hugo Chávez el responsable. Ante el retraso en la presentación de los datos oficiales, la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, desde hace dos años comenzó a calcular la variación de los precios, que en 2018 estimó en 1.698.000 por ciento.
El Banco Central, además reportó los ingresos y egresos de 2018. Ese año, los ingresos por exportaciones petroleras, principal fuente de divisas de la nación, retrocedieron un 6,68 por ciento, a 29.810 millones de dólares. En 2017 ascendieron a 31.497 millones de dólares. La caída obedeció a la menor producción de crudo, que se ubica en niveles de hace 70 años.
La actividad petrolera ha sido afectada desde hace muchos años por la falta de inversiones y mantenimiento en la estatal PDVSA, y mucho más recientemente por las sanciones impuestas por Donald Trump. El régimen chavista culpa a estas sanciones de todos los males, pero tanto la hiperinflación como la caída de la producción de petróleo y derivados es muy anterior a las sanciones que realmente "duelen", es decir, no las que se aplican a personas sino al Estado y a PDVSA y su filial en Estados Unidos, Citgo. En este último caso, las sanciones son de principios de 2019.
La Asamblea Nacional informó hace tres semanas que "la inflación de abril es del 44,7 por ciento, y esto nos da una inflación acumulada de 665,9 por ciento en lo que va de año y una inflación interanual del 1.304.494 por ciento", dijo el diputado Angel Alvarado. Los que perciben salario mínimo solo pueden comprar el 1 por ciento de la canasta básica alimentaria, pese a que hubo un aumento que duplicó el ingreso mínimo. Gremios del sector público han informado que su sueldo pasó de 18.000 bolívares (3,45 dólares a tasa oficial) a 40.000 bolívares (7,68 dólares). "El salario cada vez compra menos, según nuestras estimaciones la canasta básica alimentaria se acerca a 1.171.732 bolívares (225,21 dólares) para el sostenimiento de una familia estándar (4 personas) en Venezuela", agregó.
El salario mínimo cubre el 1 por ciento de la canasta básica y un sueldo estatal subió a 7,68 dólares según la cotización oficial