El demócrata Joe Biden estaba al borde de ganar la presidencia, al obtener estrechas ventajas sobre el presidente Donald Trump en los estados cruciales de Pensilvania y Georgia. Desde el martes a la noche, Trump iba al frente en esos dos estados, claves porque entregan 20 y 16 votos electorales, respectivamente. Ahora, Biden pasó al frente en ambos distritos, cuando está escrutado el 99% y el 98% de votos en cada uno de ellos. Por esto, en las próximas horas podría proclamarse ganador Biden. Empero, las autoridades de Georgia advirtieron que harán un recuento total de los votos presidenciales. Pero los 20 votos de Pensilvania, más los previsibles seis de Nevada, serían más que suficientes para que supere el umbral de 270, que dan mayoría en el Colegio Electoral de 538 integrantes.
Biden superaba a Trump por más de 9.000 votos en Pensilvania y más de 1.500 en Georgia al comenzar el tercer día posterior a la jornada electoral del martes.
La ventaja para el candidato demócrata podría aumentar, dado que todavía quedaban decenas miles de votos por contar. En Filadelfia, un bastión demócrata, había 20.000 votos para escrutar todavía. La tendencia es que esos votos, enviados por correo, sean en su gran mayoría demócratas. Muchos estados ampliaron la posibilidad de enviar el sufragio vía postal por la incidencia de la pandemia. Durante meses, Trump calificó el voto por correo de "fraude", por lo que la mayoría de sus seguidores optaron por el voto en persona. El presidente, que tiene su residencia en Florida, ha votado en anteriores elecciones por correo. Este año, lo hizo de forma presencial pero anticipada, es decir, antes del martes 3 de noviembre. Lo mismo hizo Biden.
Si Trump pierde en Pensilvania, un estado que ganó en 2016 por la mínima diferencia, no tiene posibilidad de retener el poder. Una victoria en este estado confirmaría a Biden como ganador. Solo le separaría del cargo la gran batalla legal que Trump ha emprendido para aferrarse al cargo, pero es improbable que esta vía judicial tenga éxito.
Biden tomó la delantera en los cuatro estados donde el recuento sigue disputado: Pensilvania, Georgia, Arizona y Nevada.
El presidente necesita revertir la tendencia del recuento en Pensilvania, algo que parece muy difícil. Además, cuando los dos estados del Oeste, Nevada y Arizona, retomen el recuento, Trump necesitará también remontar ambos. A Biden le bastaría con ganar en ellos, incluso perdiendo Pensilvania, para anotarse la victoria.
Y queda también pendiente Georgia, donde Biden se ha adelantado y que daría la victoria al demócrata, también aún en caso de perder en Pensilvania, si gana asimismo en Nevada o Arizona. Pero a esta hora del viernes, los demócratas descontaban que ganarán en Pensilvania y con esto podrán cantar victoria.
Recuento total
Pero el estado de Georgia anunció este viernes que hará un recuento de los votos, ante lo ajustado de los resultados, cuando Biden lideraba el conteo por algo más de mil sufragios. "Con un margen tan estrecho, habrá un recuento en Georgia", dijo a la prensa el secretario de Estado de ese estado sureño, Brad Raffensperger. Hasta las 16 hora GMT, Biden obtenía 2.449.590 votos, el 49,39%; mientras que Donald Trump sumaba 2.448.492, un 49.37%. Se escrutó el 99%.
En tanto, la campaña de Trump guardaba silencio, en agudo contraste con el jueves, cuando proyectó optimismo en una teleconferencia matutina y anunció demandas judiciales en estados clave en una serie de conferencias de prensa organizadas a las apuradas. Trump está ensayando hasta dónde puede llegar en el uso de los poderes presidenciales para socavar la confianza en la votación. El jueves, formuló acusaciones infundadas de fraude para sostener que su rival intenta hacerse del poder ilegalmente. Es algo sin precedentes que un presidente estadounidense siembre dudas sobre el proceso democrático. "Es un caso en el que tratan de robar una elección, tratan de amañar una elección'', dijo Trump desde el podio de la sala de prensa de la Casa Blanca. Habló de "votos legales" que serían los que le dan la victoria, y de "votos ilegales", que serían los de Biden.
Biden por su parte trató de distender la situación y proyectar una imagen de liderazgo presidencial. Después de recibir información sobre el coronavirus, declaró que "se debe contar cada voto''. "Pido que todos conserven la calma. El proceso funciona'', dijo Biden. "Es la voluntad de los votantes. Ningún otro decide quién elige al presidente de los Estados Unidos de América''. Horas antes, en plena madrugada, Trump no dio señales de ceder, y alrededor de las 2.30 de la mañana insistió por Twitter que "la Corte Suprema de Estados Unidos debe decidir!''. Este viernes, Trump emitió un comunicado prometiendo usar "todos los recursos legales disponibles'' pero al mismo tiempo declaró que la contienda "ya no se trata de una elección en particular''.
El recurso a la Corte
Ante la posibilidad de perder por estrecho margen en varias jurisdicciones disputadas (este viernes quedó en segundo lugar en Pensilvania y Georgia), el presidente Donald Trump podría recurrir la alternativa de pedir a la Corte Suprema que descarte los votos en dos o más estados para impedir que Joe Biden asuma la presidencia.
Es una situación muy distinta que en la elección presidencial de 2000, que fue resuelta efectivamente por la Corte Suprema. En ese caso el enfrentamiento era en torno a los votos de Florida, donde viejas máquinas electorales no habían perforado las tarjetas de los votantes. Un caso puntual que afectaba a pocos cientos de votos, pero que definía la presidencia, dado que otorgaba los electores de Florida a uno u otro candidato (George W. Bush y Al Gore) según el dictamen de la Corte. Finalmente favoreció a Bush.
Ahora, la campaña de Trump y los republicanos pretenden descalificar decenas de millones de votos en casi todo el país, algo que no tiene precedentes y que de ser convalidado por los tribunales, extendería un espeso manto de duda sobre la democracia estadounidense. Los equipos de abogados de Trump están presentando demandas en varios estados, aunque la mayoría son de escala menor y afectan pocos votos. Jueces federales en Georgia y Michigan desestimaron rápidamente las demandas de la campaña este jueves, lo que socavó la estrategia de atacar la integridad del proceso de votación en estados donde el resultado puede ser adverso al presidente.
Mientras Biden se acercaba a los 270 votos en el Colegio Electoral, Trump y su campaña prometieron más demandas, con denuncias de "fraude electoral" y "elecciones robadas y votos ilegales", como los llamó Trump en su violento discurso la noche del jueves. Desde la sala de conferencias de la Casa Blanca, el presidente recitó una letanía de denuncias, sin presentar pruebas, de que los demócratas intentaban privarlo ilegítimamente de un segundo período. "Pero creemos que habrá muchos litigios porque no podemos permitir que roben una elección de esta manera"', dijo Trump, e insinuó que la decisión final podría quedar en manos de la Corte Suprema.
Un abogado de la campaña de Biden dijo que las demandas carecían de mérito, y obedecían a una estrategia más política que legal. "Quiero destacar que para sus fines estas demandas no necesitan tener mérito, eso no es lo que buscan ... lo que buscan es enviar mensajes falsos sobre lo que sucede en el proceso electoral'', dijo el abogado Bob Bauer. Acusó a la campaña de Trump de "denunciar constantemente irregularidades, fallas del sistema y fraude sin ningún fundamento''.