El actor Brad Pitt dijo que no está preocupado por envejecer, pero sí por cómo
va a morir. "No estoy tan temeroso de envejecer, estoy más asustado de cómo me voy a ir", explicó
Pitt durante una conferencia de prensa en la que se refirió a "El curioso caso de Benjamin Button",
el filme nominado a 13 premios Oscar que protagoniza y que se estrena hoy en Rosario. "No me gustan
ni el fuego ni los espacios cerrados. Un tiburón sería interesante", comentó el actor, de 45 años
cuando presentó la película en Europa junto al director David Fincher. La cinta cuenta la historia
de amor entre Benjamin Button y Daisy, interpretada por Cate Blanchett, y de sus alegrías y
tristezas mientras sus ciclos vitales se cruzan.
Pitt, que está filmando con Quentin Tarantino "Inglourious Basterds" en la
ciudad alemana de Berlín, donde se mostró "oficialmente" en público en los últimos días de enero,
interpreta a un hombre que nace con 80 años y rejuvenece. Sobre esa figura, basada en un relato de
F. Scott Fitzgerald, el director analiza la condición humana, más allá del tiempo y las edades.
Convertirse en padre de seis hijos (tres adoptados) cambió su noción del tiempo,
reveló Pitt. "Ser padre trastoca todo, le da al tiempo una importancia mucho mayor", dijo el actor
casado con la actriz Angelina Jolie.
Para el intérprete, fue "muy interesante" poder verse en la pantalla como un
anciano. "No me da miedo envejecer", aseguró. Sin embargo, le asusta más la muerte, elemento
fundamental del largometraje dirigido por Fincher, según reconoció. A Pitt le da miedo más que nada
sufrir una muerte dura. "Sobre todo me preocupa cómo moriré", dijo quien fuera nominado a un premio
Golden Globe (que quedó en manos de Mickey Rourke) y a un Bafta británico por este trabajo.
La tecnología. Según agregó Pitt, las nuevas tecnologías le facilitaron el trabajo
de interpretación, pues en muchos casos sólo tuvo que trabajar con el rostro y los técnicos
lograron el efecto del cuerpo. "Es maravilloso", enfatizó para hacer hincapié que la cinta no se
centra en lo físico, sino en la evolución emocional del personaje.
Desde una Nueva Orleans al final de I Guerra Mundial hasta el siglo XXI, la
película analiza la historia de Button y de la gente que va conociendo por el camino.
Más trabajo. Fincher subrayó que el reto mayor se planteó cuando se decidió que
Pitt interprete el personaje en todas las edades. Sus cambios y los de los otros actores, hicieron
que el rodaje se alargara más de lo programado.
"Si hubiéramos tenido cuatro o cinco actores para las distintas edades de Button
hubiera sido más fácil", señaló el cineasta, quien aseguró haber disfrutado del rodaje.
Fincher, creador de filmes como "Seven" y "El club de la pelea", entre otros,
reconoció en Berlín que "El curioso caso de Benjamin Button" es muy diferente al resto de su
trabajo pero recalcó que los desafíos le encantan: "Me gusta hacer lo que todavía no he hecho".
La cinta, cuyo guión es de Eric Roth, se rodó en distintas locaciones: Montreal,
el Caribe y la ciudad natal del personaje, Nueva Orleans, que se estaba recuperando tras el
devastador huracán Katrina cuando llegó el equipo de producción, lo que planteó ciertos retos
logísticos, según Fincher.
Casi un récord. El filme, en el que actúan también Taraji P. Henson, Julia Ormond,
Jason Flemyng, Elias Koteas y Tilda Swinton, quedó con 13 nominaciones bien parado de cara a la
entrega de los premios Oscar, que se realizará el 22 de febrero en Los Angeles.
Candidata a tres estatuillas "grandes", como son las de mejor película, director
y actor principal, la cinta compite en los rubros a mejor actriz de reparto (Henson), fotografía
(la del chileno Claudio Miranda), dirección de arte, diseño de vestuario, guión adaptado, mezcla de
sonido, música original, edición, maquillaje y efectos visuales.
Pese a esto, "El curioso caso de Benjamin Button" no alcanzó el récord de indicaciones que
ostenta "Titanic", filme de James Cameron que en 1997 fue nominado en 14 categorías, de las cuales
ganó once.
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Salidas
Brad Pitt es una figurita repetida en los diarios alemanes por sus salidas con su esposa
Angelina Jolie a los restaurantes de moda del centro de Berlín, junto a Quentin Tarantino. Director
y actor filman allí la historia de un grupo de soldados judeoamericanos enviado a combatir a los
nazis en la Francia ocupada.