Iglesia Católica argentina le prohibió ayer ejercer el sacerdocio a Julio Grassi, detenido desde el lunes tras la condena a 15 años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores, y elevó al Vaticano un informe con el caso.
Iglesia Católica argentina le prohibió ayer ejercer el sacerdocio a Julio Grassi, detenido desde el lunes tras la condena a 15 años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores, y elevó al Vaticano un informe con el caso.
De todos modos, el Obispado de Morón consideró que hay "dudas acerca de la culpabilidad" del cura, por lo que anunció que esperará que haya "una sentencia firme" para decidir si le quita el estado sacerdotal.
El Obispado sostuvo en comunicado que sigue "con preocupación" el proceso que concluyó en el encarcelamiento de Grassi, pero aclaró que "contando con el asesoramiento de estudiosos especializados, se desprenden dudas acerca de la culpabilidad".
"Este Obispado, antes de dar una opinión al respecto, decide esperar a que haya una sentencia firme, para dar inicio a los procesos canónicos correspondientes", informó la sede, que indicó que "conforme a derecho, le aplicó la medida disciplinaria de la prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal, hasta tanto se resuelva definitivamente esta situación".
Reacción. Sergio Piris, representante del joven por cuyos casos fue apresado ayer Julio César Grassi, dijo que "el cura siempre se sintió muy cómodo porque estuvo protegido por la Iglesia". "La Iglesia siempre lo protegió y hoy demuestra que lo sigue protegiendo", dijo al conocer el comunicado del Obispado de Morón.
En la vereda de enfrente, la defensa de Grassi apelará la detención ante la Cámara de Apelaciones de Morón. El abogado Ricardo Malvicini dijo que la apelación será "para revertir la detención basado en la imposibilidad de que Grassi de fugue" y que el recurso "es aparte de la apelación extraordinaria que harán ante la Corte Suprema de la Nación".
De mantenerse firme la condena y no existir más instancias de apelación, a Grassi puede caberle una dura condena canónica, entre otras la suspensión de por vida en el ejercicio del ministerio sacerdotal, por lo que no podría dar misa ni administrar sacramentos.
Juan José Grassi, su hermano, dijo que la condena fue "por la palabra de un chico", y "sólo con palabras condenaron a una persona que luchó toda su vida".
Fue trasladado a Campana
Julio César Grassi fue trasladado del penal de la localidad bonaerense de Ituzaingó a la Unidad Penal 41 de Campana. Grassi perdió el lunes el beneficio de la libertad vigilada, vivía en una casa quinta ubicada enfrente de su fundación. La Unidad 41 aloja a presos de buena conducta; tiene una escuela primaria y una secundaria con orientación agraria. Está en el kilómetro 5,5 de la ruta provincial 6. En esa unidad está alojado Carlos Carrascosa, condenado por el crimen de su esposa, María Martha García Belsunce.