El movimiento “Me Too” y las actrices siguen dando batalla en Hollywood para que se respete su dignidad como mujeres y como miembros de la industria. Al caso aún en curso de las denuncias contra el productor Harvey Weinstein por violación y abuso sexual, se sumaron Asia Argento, quien impulsó el “Me Too” en 2017 con una de las primeras acusaciones contra el productor, y Keira Knightley, que anunció que no rodará más escenas sensuales en películas dirigidas por hombres porque afirmó que está harta de “la mirada masculina”.
En el caso de Weinstein, un juez de quiebras de Estados Unidos aprobó ayer un plan de liquidación de Weinstein Company que asigna más de 17 millones de dólares para las víctimas de acoso y agresión sexual del productor Harvey Weinstein, informó la prensa local.
The Weinstein Company Holdings LLC y 54 compañías afiliadas se acogieron a la bancarrota de marzo de 2018 y luego fueron vendidas a Lantern Capital, una firma de capital privado con sede en Dallas.
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Keira Knightley, protagonista de la saga “Piratas del Caribe”, declaró que no volverá a rodar escenas de sexo en películas dirigidas por hombres.
El plan de liquidación de la compañía asigna 17 millones de dólares para el establecimiento de un Fondo de Reclamaciones por Conducta Sexual Inapropiada y un fideicomiso de liquidación para el pago de reclamos por mala conducta sexual, de acuerdo a documentos judiciales.
Según el portal The Hollywood Reporter, un examinador de reclamos por conducta sexual inapropiada revisará cada reclamo y asignará una cantidad de puntos que determinará cuánto dinero recibirá cada mujer.
El plan aprobado también proporciona 9,7 millones para costos legales, ninguno de los cuales prevé reembolsos por los costos y gastos de defensa incurridos por Harvey Weinstein.
El poderoso productor de Hollywood fue sentenciado a 23 años de prisión en marzo de 2020 por cargos de acto sexual criminal y violación, en tanto que todavía enfrenta seis acusaciones más de agresión sexual en Los Angeles.
En tanto, Asia Argento ayer acusó al director estadounidense Rob Cohen, realizador de películas como “Rápido y furioso” (2001), de drogarla y abusar sexualmente de ella durante el rodaje del filme “Triple X” (2002), que se estrenó hace 18 años.
“Es la primera vez que hablo de Cohen”, dijo Argento en una entrevista que dio al diario Il Corriere della Sera la intérprete de 45 años, una de las voces más destacadas del movimiento “Me Too” contra el acoso sexual en la industria del entretenimiento, según informó DPA.
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Asia Argento acusó al director estadounidense Rob Cohen, realizador de películas como “Rápido y furioso”, de drogarla y abusar sexualmente de ella en 2002 durante el rodaje del filme “Triple X”.
“El abusó de mí, haciéndome beber GHB, tenía una botella”, dijo en alusión a un anestésico de acción rápida usada en algunos casos de violación. “En ese momento realmente no sabía qué era. Me desperté por la mañana desnuda en su cama”, agregó la intérprete que recoge estos hechos en su autobiografía “Anatomia di un cuore selvaggio” (“Anatomía de un corazón salvaje”).
El hecho ocurrió hace dos décadas en el rodaje de la mencionada película de acción, protagonizada por Vin Diesel. La hija del director Dario Argento dijo que todo fue contra su voluntad: “Yo verdaderamente no lo deseaba, este hombre no me gustaba, no hubo ningún consentimiento por mi parte”.
Por otro lado, manifestó que en un primer momento se culpó a sí misma de aquellos hechos, algo frecuente en los casos de abusos sexuales en la industria del cine, como viene denunciando por su participación en el movimiento “Me Too”, del que fue una de sus impulsoras tras denunciar en 2017 haber sido o violada por Harvey Weinstein durante un festival de Cannes cuando tenía 21 años.
Keira Knightley, protagonista de la saga “Piratas del Caribe”, declaró por su parte que no volverá a rodar escenas de sexo en películas dirigidas por hombres, según la prensa británica.
Knightley aseguró que se siente incómoda rodando escenas íntimas y mucho más dirigida por un hombre, en una conversación con la directora Lulu Wang y la guionista y productora Diane Solway en el podcast de Chanel Connects (vía The Guardian).
La actriz inglesa ha asegurado que esta decisión se debe a que está harta de “la mirada masculina”. “No tengo una prohibición absoluta, pero no lo quiero hacer con hombres. No quiero hacer esas escenas de sexo horribles en las que estás cubierta de grasa y todos gruñen. No me interesa hacer eso”, explicó la actriz que rodó jugadas escenas en los filmes “Colette” y “Un método peligroso”.
“Me siento muy incómoda intentado representar la mirada masculina. Hay veces en las que pienso: «Sí, veo totalmente esta escena de sexo en esta película y vos básicamente necesitás a alguien que esté bueno. Por eso, podés usar a otra persona, porque soy demasiado vanidosa, este cuerpo ha tenido dos hijos y simplemente prefiero no estar desnuda delante de un grupo de hombres”, añadió.
La intérprete de “Orgullo, expiación y pecado” consideró que “si hiciera una historia sobre el viaje de la maternidad o de la aceptación del cuerpo, pensaría: «Perdonen, pero tiene que ser con una directora”, afrimó la actriz.