"El «Entierro de libros» es una tradición que comenzó hace mucho tiempo y se sigue dando en todas las promociones del Normal 1. Representa el cierre de esta etapa tan importante por la que atraviesa cada 5to. año, y la tristeza que produce terminar la secundaria. Es una forma de despedirnos de la escuela, de la cual estamos orgullosos de haber sido sus alumnos, y de haber recorrido sus pasillos durante tanto tiempo. Gracias por tanto Normal 1, que el rito continúe", expresan Sabrina y Joaquín sobre este ritual que ya es leyenda en el colegio de Entre Ríos y San Juan, y en Rosario.
Los secundarios definen así, como un ritual, a la ceremonia que todos los años se hace pública primero por el interior de la escuela y luego por las calles de la ciudad. El "Entierro de libros" está instalado en la historia de la Escuela Normal Nº 1 Nicolás Avellaneda y convoca cada 2 de noviembre a los alumnos del último año.
El día del "Entierro" se piensa desde principio del ciclo lectivo, se prepara con mucha anticipación y culmina con esa particular despedida de los años compartidos. Se ponen de acuerdo y se se disfrazan, a manera de juego pintan sus caras para parecer espectros o bien monstruos salidos del más allá. Se visten de negro, de brujas o simulan ser viudas
Lo particular de esta ceremonia es que data de hace medio siglo, y año a año son los alumnos —bajo una cada vez más atenta mirada de profesores y directivos— los que pasan la posta unos a otros, invitando a prometer: "El rito continúa". Lara, alumna del último curso, lo define así: "El «Entierro de libros» es terminar una hermosa etapa, muy importante para nosotros, los alumnos de 5to año. Es sentir que dejamos una parte nuestra en esta escuela: el Normal 1, que tanto nos dio y nos enseñó. Lo hacemos vestidos de negro expresando tristeza por el fin de algo tan hermoso como lo es la escuela secundaria. E invitamos a las demás generaciones con la frase «el rito continúa» a que lo sigan haciendo para no perder esta hermosa costumbre que nos caracteriza".
La propuesta de "Enterrar los libros" es una metáfora, un ejercicio de la memoria que invita a los adolescentes a pensar qué dejan y qué se llevan de la escuela. Así algunos mencionan "enterrar" para bien o para mal materias, otros profesores, pero todos eligen conservar los lazos afectivos ganados.
"No se puede explicar con palabras lo que significa ser parte del Normal 1 y tener que dejarlo atrás. El sentimiento que genera es tan grande que difícilmente podrían entender otros alumnos. Por eso es que nosotros expresamos lo que sentimos, con este lema de hace tantos años de «¡El rito continúa!»", manifiesta Aldana, alumna de 5º año.
No todo es nostalgia o una triste despedida, los chicos lo toman también como una oportunidad de pasarla bien. Esto es lo que explica Eugenia con su reflexión: "El «Entierro de libros» significa el entierro de la etapa de la secundaria; pero para mí además es la posibilidad de hacer un poco de quilombo en la escuela. También significó una unión de los cursos porque nos preocupáramos de la decoración, el disfraz, de todo y éramos de diferentes divisiones e incluso personas con las que normalmente no nos hablamos. Creo que también esta idea alegra a los chicos de primaria, aunque estemos disfrazados de muertos".