Todos los fines de semana, pero ahora también de lunes a viernes en horarios pico, los accesos que conectan Rosario con Funes y Roldán colapsan de vehículos. Es que cada vez más gente vive o tiene casa en las vecinas localidades, por lo que el viaje es cada vez más complicado. Pero también las demoras se agravaron por obras vigentes en diferentes conexiones viales que se terminarán en los próximos meses. Hasta que eso suceda, salir de la ciudad hacia el oeste se convierte en una pequeña odisea.
Con la llegada de las temperaturas agradables, muchas personas van entre sábado y domingo a sus casas o a visitar amigos y familiares que se fueron a vivir a las afueras. Un trayecto que antes se hacía en 45 minutos desde el centro de la ciudad, hoy toma hasta una hora y media. "Para llegar a Funes un sábado al mediodía hay que ir a paso de hombre desde la salida de Rosario", comentó Emanuel (27) que suele visitar a un hermano que se mudó al jardín de la provincia durante la pandemia.
Luciano (35) juega al fútbol en Funes todos los fines de semana. "Antes, desde zona norte me tomaba 20 minutos en hora pico y ahora demoro 45 minutos. Yo voy hace años y estos últimos findes fueron terribles. Antes agarraba Sorrento, Circunvalación y autopista y en un toque llegaba", cuenta.
Se trata de un problema preexistente, que se agravó por las obras en avenida Jorge Newbery, la autopista Rosario-Córdoba (continuación de Pellegrini) y Calasanz (Mendoza), que justamente fueron hechas con el objetivo de dar mejor conectividad. De los cuatro accesos a Funes y Roldán, tres están en obras y es una consecuencia obvia que Eva Perón y la Ruta 9 se saturen.
Autopista
Es insoslayable que las obras de repavimentación de la autopista que lleva adelante Vialidad Nacional en la mano a Córdoba generan un embudo. Una vez finalizada, se va a descomprimir el alto tráfico por la zona. "La obra, por un monto de 902 millones de pesos, tiene plazo hasta febrero de 2022 y va a muy buen ritmo", comunicaron desde la delegación Santa Fe del ente. Los fines de semana, por momentos se registran entre 12 y 14 kilómetros de cola. "Sabemos la demora que produce, pero es inevitable hacerlo con menos impacto en el transito", admitieron.
María se fue a vivir a Roldan y trabaja en barrio Rucci de Rosario. El último viernes demoró 22 minutos, frenando y arrancando, para hacer 5 kilómetros de autopista en los que está habilitada una sola mano. "Deberían ir arreglando de a tramos más cortos y evitar ese gran cuello de botella. También es peligroso, porque están siempre los vivos que se tiran a adelantar por la banquina, y cuando se les termina después quieren meter la trompa para sumar de prepo el auto en el trencito", contó.
El tren de trabajo consiste en el fresado de la calzada, bacheo (donde necesita arreglo profundo) y luego la repavimentación, más recalce y compactación de banquinas. A medida que se avanza, las zonas intervenidas van quedando terminadas. "Esa es la premisa de Vialidad en este tipo de obras con alto tránsito, con el objetivo de que las reducciones de mano no duren mucho tiempo y que el trayecto de obra tenga una longitud que permita ejecutar las cuatro cosas consecutivas. Sino habría que volver cada vez al tramo para cada uno de los trabajos", explicaron.
Ya se reparó completamente la mano a Rosario entre Funes y la Autopista Urbana RN A008 (la vieja Circunvalación). Ahora se está avanzando de Rosario a Funes por la mano a Córdoba. "Dado el tipo de obra y el alto tránsito no tenemos alternativas de desvíos, pero como puede verse el trabajo está en un permanente avance dentro de lo previsto. Esta es una obra que estuvo detenida en 2018 y que la actual gestión puso en marcha. Muestra de cómo queda el trabajo es el tramo entre Roldan y Carcarañá, que también fue retomado y terminado en esta gestión", comentaron las fuentes de Vialidad Nacional.
Obras provinciales
A esta situación, se le suman los trabajos en Calasanz y Newbery que lleva adelante el Ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat de la provincia. Ambas están bastante avanzadas y no falta mucho para su finalización. La primera, según informó la Dirección Provincial de Vialidad, estará terminada antes de fin de año, y el cuello de botella que se hace, para principios de octubre se va a aliviar porque es el último tramo fuerte que le queda a la obra, que tiene un presupuesto de 646 millones.
En Newbery, ubicada en la zona noroeste de la ciudad de Rosario, hay una mano que estará terminada y habilitada entre fines de septiembre y principios de octubre, y entre fines de octubre y principios de noviembre estarán listas las dos manos. Se trata de una primera etapa para la remodelación integral a fin de mejorar la fluidez vehicular y la conectividad con el Aeropuerto y las localidades de Funes y Roldán, en un tramo a intervenir de 1.300 metros lineales que se extienden desde la avenida Circunvalación hasta la calle Wilde. Las obras contemplan una inversión total de 454 millones de pesos.
Del lado de Rosario, en la gestión de Mónica Fein se había pensado en que los ingresantes usen las dos manos para entrar por Eva Perón, continuación de la ruta 9, los fines de semana en hora pico. Hoy por hoy, no hay ninguna idea por el estilo en vías de avanzar, y la administración confía en que la finalización de las obras traiga fluidez al tráfico.
Pero lo cierto es que desde Eva Perón al 5000, frente al complejo Village, de lunes a viernes entre las 17 hasta las 19.30 aproximadamente, el horario en el que todos salen de trabajar, comienza la caravana de autos y los bocinazos. En Eva Perón y Rodó (entre Circunvalación y Donado) de la mano hacia Funes, hay una obra de pavimentación del municipio que reduce la calzada y también genera que el tren de autos avance en ese rango horario a paso de hombre.
Quienes viven en Funes y Roldán, ya están advertidos por su propia experiencia y tienen diferentes estrategias para evitar el congestionamiento. "Desde Rosario a Funes, un día de semana en hora pico tenés desde el centro 50 minutos yendo por Pellegrini. Por Córdoba o por Mendoza tenés 1 hora", cuenta Martín (34), que vive en el casco urbano de Funes. "Después, los fines de semana si te volvés a Rosario cuando vuelven todos, tipo 18.30 o 19, demorás una hora y media. Lo mismo al mediodía, cuando todos van a Funes. Por eso lo mejor es ir temprano a la mañana, y volver a Rosario temprano o a la noche tipo 21", detalló el vecino.