El artículo titulado "La suba de servicios y salarios pone en jaque a la economía municipal" publicado el 10 del corriente, me conduce como ciudadana y profesional en ciencias económicas a considerar las consecuencias que esta situación nos provoca a los rosarinos; quienes una vez más deberemos afrontar con el aumento de tributos un déficit municipal crónico. Para las autoridades parece no existir otra solución que no sea la de recurrir al bolsillo del contribuyente, sin considerar que la inflación nos afecta a todos y que los ingresos de los ciudadanos no se aumentan como los impuestos a través de sesiones en el Concejo con votación mayoritaria asegurada. La estrategia oficial a la que se apela es demasiado lineal, injusta y simplista para abordar una problemática compleja que requiere de análisis, críticas y cambios profundos; sólo así se podrá arribar a soluciones estructurales perdurables y de menor impacto económico en la población. Los temas esenciales a considerar son: revisar la programación apuntando a objetivos concretos y necesidades de la comunidad; establecer y respetar las prioridades; optimizar la eficiencia, a fin de obtener en todas las áreas municipales mayor calidad insumiendo menos recursos y tiempo; y fundamentalmente ejercer el contralor de procedimientos, personal, funciones y gastos, y esto de estricta aplicación en todos los niveles de gestión municipal. Este es el camino a seguir para mejorar la situación y procurar el desarrollo de nuestra ciudad, sin tener que recortar aún más los deficientes servicios públicos y dar cumplimiento a las promesas de obras públicas enunciadas, sin agobiar con más cargas impositivas. Se debe revisar con seriedad y autocrítica estos tópicos porque evidentemente a la luz de los resultados no están siendo debidamente aplicados por esta administración.