Hay decisiones que son irreversibles. Y Lily tomó la suya. Quiere que el próximo domingo sea el último día de su vida y convocó a toda su familia para armar su despedida.El filme dirigido por Roger Michell tiene la particularidad de sortear todos los prejuicios posibles. Porque detrás de esas figuras gigantescas de Hollywood -principalmente el cuarteto que componen Susan Sarandon, Kate Winslet, Sam Neill y Mia Wasikowska- y un realizador cuyo antecedente más fuerte era la comedia rosa “Un lugar llamado Nothing Hill”, hay una película sensible (que no es lo mismo que sensiblera) que es una suerte de pieza teatral filmada para cine, cuyo rasgo esencial reside en la sobresaliente actuación de todo el elenco. El director supo manejar con sutileza el dramatismo que rodea la muerte y hasta le aportó un costado tragicómico. Sobre todo desde la interpretación de Susan Sarandon, quien toma el rol de Lily, una mujer felizmente casada, con un buen pasar, que tiene dos hijas y un nieto, una amiga de fierro como Liz (impecable actuación de Lindsay Duncan), pero que padece una esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que no detiene su marcha. Con la complicidad de Paul, su marido médico (Sam Neill), urdieron un plan para tomar un líquido que la pase a otro plano sin sufrimiento. Esa situación límite expondrá otras situaciones límite en los vínculos familiares. Y de a poco todos quedarán en carne viva, en un juego de fortalezas y debilidades, donde la lealtad al amor, a la pareja, a la amistad y a la hermandad caminará por una cornisa. La película vuelve a poner sobre el tapete el tema de la eutanasia, ya visitado en la recordada gema de Alejandro Amenábar “Mar adentro”( 2014), y más recientemente también en “El cuaderno de Tomy”, de Carlos Sorín, estrenada el año pasado. Con un acertado trabajo en la dirección de fotografía, Michell utilizó colores vívidos y una luminosidad intensa para soslayar la oscura decisión de Lily. En ese ida y vuelta de bienvenidos contrastes, “La despedida” saca pecho y propone que cuando la muerte acecha, como dice Lily, “el truco está en vivir y darlo todo”.