Luego de padecer casi cinco años una cautelar de la Justicia Electoral porteña pedida por la conducción del Partido Socialista (Presidencia Mónica Fein), que paralizó el último tramo de la construcción de 55 viviendas en la ciudad de Buenos Aires (Caba), la justicia civil falló a favor de los damnificados, levantó esa medida y ahora la obra completará el 15 por ciento restante hasta su finalización. Una esperanza para compradores que quedaron en medio de un pleito entre socialistas, ajeno a sus intereses.
Durante 65 años, las distintas conducciones nacionales del Partido Socialista de la Argentina nunca le reclamaron a la Sociedad Anónima La Vanguardia Editora titularidad alguna sobre una cantidad de bienes inmuebles que esa empresa, creada en 1923, posee en distintos lugares del país, especialmente en la Capital Federal y en provincia de Buenos Aires.
La Vanguardia, el mítico medio de prensa que expresó por décadas las posiciones del PS, desde su creación y por todo el siglo pasado no tuvo relación jurídica ni contractual con la asociación civil “Partido Socialista”. En tanto, Editorial Sociedad Anónima, y para recuperar posiciones de su jaqueada situación financiera y pagar millonarias deudas acumuladas, en especial con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, emprendió la construcción de dos edificios en inmuebles propios y en desuso, en barrios destacados de Capital: Núñez y Congreso.
Cuando el edificio de la calle Larralde 2491 alcanzó la robusta altura del piso 15, allá por el año 2018, la cúpula política del PS se presentó ante la jueza María Servini de Cubría (Electoral de Buenos Aires) y dijo “ese terreno es nuestro”, con el argumento de que el vínculo político entre el PS como partido, y el ideario del Vanguardia iban en el mismo sentido.
No hay documentos que vinculen jurídicamente a la asociación civil con la Sociedad Anónima la Vanguardia; aunque sí es cierto que según los tramos de la historia que se analicen, en algunos períodos hubo coincidencias políticas entre unos y otros, aunque no siempre. El proceso de fragmentación y mutación del PS en sus más de 100 años de historia constituye uno de los laberintos más apasionantes del siglo XX, y lleva su tiempo estudiarlo y entenderlo.
El laberinto
Desde hace ya casi 15 años, el control del PS quedó en manos del sector adverso al kirchnerismo que se ha volcado hacia la centroderecha en acuerdos con el PRO. El “socialismo PRO” ya está sellado en la Ciudad de Buenos Aires y va rumbo a concretarse en varias provincias como Santa Fe, y también a nivel nacional.
Por el contrario, la Editorial La Vanguardia quedó con el sector socialista que se mantuvo hasta hoy políticamente asociado al sistema de alianzas que impulsó el peronismo con predominio kirchnerista, el “socialismo K”.
La Vanguardia, como empresa editora, fue más estable jurídicamente por décadas que el PS; aunque su performance económica, mayormente deficitaria. Lo que llevó, entre otras razones, a disponer de dos valiosos terrenos de las varias decenas que posee para la construcción y comercialización inmobiliaria, y sanear sus deudas.
“Dado el modo en que La Vanguardia adquirió los inmuebles en cuestión (usucapión y compra-venta), los títulos que ostenta son inobjetables. Sumadas a las consideraciones ya efectuadas, conducen inexorablemente al rechazo del amparo”, dice un fallo lapidario contra la conducción socialista que ejerce en la actualidad la ex intendenta de Rosario. Respecto de las “costas”, el juez dice en el fallo que “no hay razón para apartarse del principio objetivo de la derrota, el Partido Socialista deberá afrontarlas en su carácter de vencido”.
En síntesis, el fallo dictaminó, “rechazo del amparo interpuesto por el Partido Socialista nivel y Partido Socialista Capital Federal contra la Sociedad Anónima La Vanguardia Editora y CM Emprendimientos SRL” . Impone las costas a los “vencidos” y levanta las cautelares a partir de la fecha del fallo.
La voz de los damnificados
El fallo contra la conducción del Partido Socialista animó a los damnificados por la paralización de la construcción del edificio en el barrio porteño de Núñez a continuar con las obras para terminar las unidades de vivienda y habitarlas. No obstante, deberán desembolsar entre 20 y 30 mil dólares más por unidad (a los varios centenares de miles que ya pusieron) para concluir el edificio, ya que la empresa constructora quedó al borde la quiebra (tras la cautelar que los paralizó en 2018).
“Preferimos poner lo que falta antes que perder todo”, explicó a La Capital Alberto Furgiuele, uno de los propietarios que pagaron sus departamentos pero que no recibieron nada hasta hoy.
El fallo del Juzgado Civil 101 conocido el pasado 11 de noviembre, de 23 páginas, fue apelado por la actual conducción del Partido Socialista. Y todo indica que podría terminar en la Corte Suprema de Justicia.
“El conflicto económico se transformó en político”, explicó Fiugiuele. “Nosotros hicimos un estudio de títulos de los terreros y estaban a nombre de La Vanguardia, que le hizo una hipoteca a la empresa desarrolladora a cambio de una cantidad de unidades que quedan para el propietario original. Un típico negocio constructivo, como se hacen muchos, y estaba todo normal. Nosotros compramos sin dudar”, abundó el propietario perjudicado.
“El PS no tiene ningún papel que diga que el terreno es de ellos, sólo tienen un relato histórico”, agregó el titular de un departamento en la torre que se levanta en Larralde 2491, que ya pagó por completo, pero que no puede habitar.
Según la narrativa de la cúpula del partido, cuando se fundó la Vanguardia, en 1923, “pasaron los bienes a esa empresa porque el partido estaba proscripto”. Sin embargo, el golpe militar fue en 1930. Por lo demás, luego, incluso desde el fin del peronismo en 1955, el PS nunca reclamó titularidad sobre esos terrenos. Hasta 2018, cuando la obra llegó al piso 15.
“La conducción del PS nos extorsionó, son unos caraduras, esperaron que llegue el edificio al piso 15 y ahí empezaron a pedirnos plata, 20 mil dólares para los abogados”, abundó.
Según la interpretación de los damnificados, no hay ni siquiera un conflicto entre el PS y La Vanguardia. “¿Por qué reclaman titularidad de un terreno ahora luego de 70 años de no reclamar nada? Nosotros, como terceros, ¿cómo podíamos saber que había un conflicto histórico, si cuando hicimos el estudio de títulos nos sale que era La Vanguardia y CM Emprendimientos, y nada más que eso, todo claro?”, agregó el porteño, de profesión despachante de Aduana.
Y luego concluyó: “Por una cuestión de favor político (en 2018) encontraron una jueza, Servini de Cubría, que dice dos cosas, acepta la cautelar, detiene la obra, y trascartón, se declara incompetente (y pasa la justicia civil, que produjo el fallo de hace dos semanas). Una aberración”.