Los máximos referentes de la oposición calificaron ayer como “contradictorio” el llamado a la unidad formulado por el presidente Alberto Fernández durante el discurso con el que dejó inauguradas las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.
Los legisladores del macrismo cargaron contra las definiciones del primer mandatario.
Los máximos referentes de la oposición calificaron ayer como “contradictorio” el llamado a la unidad formulado por el presidente Alberto Fernández durante el discurso con el que dejó inauguradas las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.
Dirigentes de Juntos por el Cambio (JxC) replicaron los cuestionamientos del primer mandatario a la gestión de Mauricio Macri y objetaron la falta de “autocrítica” y de “un plan a futuro” que permita acelerar la reactivación económica en medio de la pandemia de coronavirus.
La presidenta del PRO a nivel nacional, Patricia Bullrich, consideró que Fernández “debería hacer un mea culpa alguna vez” y opinó que su mensaje demuestra “una realidad de un país que no es el nuestro”.
“Después de escuchar su discurso no puedo quedarme callada. Fueron casi dos horas de acusaciones, por un lado, y de imágenes de un país que no es el nuestro, por el otro. Relea su discurso, presidente. Debería hacer un mea culpa alguna vez”, escribió en su cuenta de Twitter la ex ministra de Seguridad del macrismo.
El jefe de los senadores nacionales de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, expresó que escuchó “con mucha preocupación” el discurso porque las expectativas, dijo, “estaban centradas en conocer el programa económico a futuro y el plan integral de vacunación, pero eso no ocurrió”.
“La verdad es que dedicar una hora y media al pasado y a echar culpas sin asumir que hubo un año de gestión y no ofrecer una previsibilidad mínima genera una enorme incertidumbre”, por lo que se nota “una decepción de la sociedad y una gran preocupación desde la política”, agregó.
Para el jefe de los diputados de JxC, Mario Negri, el discurso del presidente fue “chato, cargado de incertidumbre, bajo de vuelo y sin nada de futuro”.
“Eso sí, vino a hacerse aplaudir anunciando una denuncia penal por el endeudamiento contra Macri”, sostuvo. Y agregó que, “luego de un año de incertidumbre y dolor, el presidente debía hacer un discurso para hablarle a la Patria, para señalar un rumbo, pero lo que vino a hacer no fue a hablarle a la Patria sino a rendirle cuentas al Instituto Patria”.
Su par Federico Angelini se refirió al discurso de apertura del año legislativo y sostuvo que “el presidente contó una linda fábula de final feliz, con un pomposo discurso, pero al que le faltó dosis de realismo y una autocrítica más fuerte, después de una eterna cuarentena muy mal administrada”.
“Habló de que la educación es prioritaria, pero tardaron un año en retomar las clases presenciales. Habló de federalismo, pero a Santa Fe la tienen postergada hace un año en seguridad. Habló de un país justo al lado de una ex presidenta (Cristina Kirchner) que cobra haberes millonarios y ni siquiera paga Ganancias. Habló de restaurar la confianza, cuando el gobierno vacunó primero a sus amigos antes que la población de riesgo”, resaltó.
El presidente del radicalismo nacional, Alfredo Cornejo, lamentó que el jefe del Estado “haya perdido la posibilidad de llamar a la unidad en este momento tan difícil” y que, en cambio, haya pronunciado un “discurso negacionista de sus errores, cargado de chicanas políticas y sin ninguna autocrítica”.
“Fue el discurso de un panelista de chimentos, no de un hombre de Estado. Empezó hablando de unidad y reconociendo errores pero, acto seguido, como de costumbre, justificó lo injustificable, el aislamiento, el cierre de escuelas y el deficiente manejo de la economía”, destacó.
Para el presidente del PRO en el Senado, Humberto Schiavoni, el mensaje de Fernández dejó “frustración” ya que fueron “dos horas de discurso en el que lo que le interesa a los argentinos estuvo ausente”, que es “cómo va a solucionar los efectos de la pandemia y vacunar a la gente”.
El senador Esteban Bullrich, ex ministro de Educación del macrismo, expresó: “La mentira y la descalificación hacia el que piensa distinto no es el camino para que nuestro país salga adelante. No es así como se gobierna”.
“Hay que trazar un rumbo y ser ejemplo”, acotó. Y acusó al jefe del Estado de “mostrar su peor cara: el ataque a la oposición y a la Justicia y el uso de la mentira como argumento”.
Para la senadora radical Silvia Elías de Pérez, Fernández “sólo fue al Congreso a mentir, dividir y sembrar el odio”. Y consideró que “pretende hacerles creer a los argentinos que su gestión de la pandemia fue exitosa”, cuando “los números, el sufrimiento y la muerte de miles de personas no mienten”, a lo que agregó: “Fue la peor gestión del mundo”.
Fernández también mantuvo un cruce con el diputado de JxC Fernando Iglesias, quien en reiteradas oportunidades buscó interrumpir su discurso.
“Usted tuvo cuatro años para hablar”, le respondió Fernández a Iglesias. Con humor y gestos de complicidad, Cristina Kirchner acompañó el mensaje presidencial ante arremetidas de la oposición.
En tanto, un cacerolazo en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires tuvo lugar anoche para protestar contra el gobierno de Fernández, luego del discurso en la apertura de sesiones ordinarias.
En Recoleta, Palermo, Belgrano, Núñez y Colegiales las cacerolas sonaron por más de quince minutos. Mientras que en el conurbano bonaerense y otros puntos del país no hubo gran convocatoria.