Un interno de la cárcel de Piñero murió ayer luego de recibir un puntazo en el abdomen el día de
Navidad. Según fuentes del Servicio Penitenciario (SP), el recluso falleció en el Hospital
Provincial de Rosario, donde ingresó con una severa perforación en la zona del hígado. La agresión
se produjo luego del horario de visita cuando los presos estaban en sus respectivos pabellones,
según indicaron fuentes penitenciarias.
El episodio ocurrió el 25 de diciembre, pero trascendió públicamente
ayer al producirse el deceso de Alexis Bustos, de 34 años. El muchacho estaba alojado en una de las
celdas del pabellón 2. Según los voceros estaba procesado sin condena por tentativa de robo
calificado.
El incidente. El día de Navidad los internos habían recibido visitas, pero las fuentes
consultadas explicaron que el episodio ocurrió después, cuando los presos ya habían regresado a sus
respectivos pabellones. En el 2, donde estaba Bustos, cada uno de los internos tiene su propia
celda.
“Los reclusos deambulan por todo el pabellón hasta que se les
orden de ingresar a sus celdas. La guardia no registró ningún incidente, pero es más que evidente
que hubo una pelea o directamente alguno de los compañeros fue a meterle un chuzazo”, remarcó
una fuente del SP. Según esa versión, llamativamente Bustos no habría pedido auxilio hasta que se
realizó la requisa de rutina.
“Cuando los penitenciarios estaban adentro, Bustos pidió ser
atendido por un médico. Presentaba una herida en el abdomen y entonces se lo trasladó a un
hospital”, indicó el vocero oficial. “Se abrieron sumarios administrativos y una
investigación, pero ninguno de los compañeros aportó información como era de esperar”,
agregó.
Si bien el asesinato de Bustos no habría tenido que ver con el horario
de la visita, esa cuestión fue el principal motivo para que una defensora oficial de los Tribunales
Provinciales, Marcela De Luca, presentara un pedido de hábeas corpus correctivo en favor de las
personas alojadas en el pabellón 4. La defensora oficial, que está de turno durante el receso de
enero, recibió denuncias de familiares de presos en las que se exponían situaciones de tensión y
hasta de violencia con internos de otro pabellón, el 3, en las que el SP no intervendría.
En un mismo ámbito. “Cada vez que iban a la cárcel las autoridades mezclaban a los
internos de los dos pabellones y entonces se producían robos y algunas peleas, las que acarreaban
sanciones disciplinarias”, explicó un vocero judicial.
De Luca y la fiscal en turno en la feria, Cristina Rubiolo, visitaron
ayer al mediodía el penal para conocer el problema. Desde el SP aclararon que el problema estaba en
estudio y que “hoy mismo (por ayer) se comenzó a trabajar en una solución integral a esa
fuente de conflicto con la construcción de patios independientes para cada pabellón”, según
adelantaron desde el SP.
“De esa forma cada sector o pabellón tendrá su lugar exclusivo
para recibir a familiares y amigos. Con esto se evitarán los estos problemas”, afirmó un
funcionario del SP.