Una banda conformada por al menos ocho delincuentes protagonizó ayer un mortal asalto a un banco en la ciudad misionera de El Soberbio de donde, según los datos preliminares, se habrían alzado con más de un millón y medio de pesos. Los hampones, presumiblemente llegados desde Brasil y fuertemente armados, asesinaron a un policía e hirieron de gravedad a un gendarme. Además tomaron como rehenes a dos personas —un gerente del banco y el jefe de la comisaría— a quienes liberaron durante la huida.
Horas más tarde, en una ciudad brasileña cercana a la frontera, fueron apresados cuatro sospechosos.
En portugués. El golpe ocurrió ayer a las 8.10 en el Banco Macro de San Martín al 600 de El Soberbio, una población de unos cuatro mil habitantes situada a orillas del río Uruguay, en el límite con Brasil.
El periódico digital Misiones Online refirió la secuencia que se pudo reconstruir, según la cual los maleantes irrumpieron en el banco portando armas largas. Según testigos, algunos vestían uniformes de una fuerza de seguridad o militar de Brasil y hablaban en portugués, en vez del portuñol habitual en esta población fronteriza. Por ello desde el primero momento se infirió que serían brasileños. Para los investigadores fue notable el trabajo previo de inteligencia.
Al menos tres de los asaltantes entraron al edificio, cuatro quedaron en la vereda y uno se apostó en el techo. Primero amenazaron y desarmaron a los custodios, a quienes obligaron a tirarse al piso. Acto seguido, se apoderaron de una bolsa con dinero —en principio, fuentes cercanas a la investigación señalaron que había 1.600.000 pesos— y de los registros de las cámaras de videovigilancia. Entonces obligaron a salir a los policías a la calle y los tiraron al suelo.
En ese momento, alertado de que algo extraño ocurría en el banco llegó en su auto el jefe de la comisaría local, quien fue rápidamente desarmado por los hampones, que le sacaron el teléfono celular.
Entonces ocurrió algo inesperado: uno de los hampones le disparó a uno de los custodios que se hallaba indefenso en el suelo. El policía Roberto Omar Ballesteros, de 35 años, murió en el acto. Una versión indicaba que uno de los criminales creyó ver un movimiento de cabeza del suboficial intentando mirar el rostro de los ladrones.
La situación desembocó en más disparos por parte del resto de la banda —testigos hablaron de más de cincuenta— y así fue herido el otro custodio, el suboficial de Gendarmería Miguel Escudero, de 55 años y quien al cierre de esta edición continuaba internado en estado delicado luego de haber recibido un impacto en la axila —tenía chaleco antibalas— y ser rozado por una bala en la cabeza.
Escape y caída. Los delincuentes huyeron en dos camionetas 4x4, una Ford Ranger negra con patente argentina y una Toyota Hilux gris, y cubrieron su escape tirando clavos miguelitos. Además se llevaron como escudo humano al gerente del banco, a quien abandonaron ileso a unos tres kilómetros del pueblo.
Para entonces ya había implementado un operativo cerrojo en combinación con la policía brasileña, ya que la banda había huido hacia ese país y se estimaba que cruzarían el río Uruguay. En esa zona, conocida como Sarandí, la gavilla dejó abandonada la Toyota.
Antes de subirse a una lancha se tirotearon con dos policías misioneros. Una vez del otro lado de la frontera, la gavilla se dividió: un grupo subió a un Honda Civic que al parecer tuvo un desperfecto tras recorrer unos kilómetros. Entonces apareció un Fiat Uno que salió disparado cuando la policía militar brasileña rodeó el lugar.
Así, cerca de las 14 fueron detenidos en inmediaciones de la ciudad brasileña de Tiradentes do Sul —a 38 kilómetros de El Soberbio— cuatro sospechosos a quienes les secuestraron tres fusiles FAL, una ametralladora AK 47 calibre 5.56, ropa militar, pasamontañas y una pistola calibre nueve milímetros que pertenecería al jefe de la comisaría de la localidad misionera.
Según refiere Misiones Online, los cuatro detenidos serían miembros de una banda que venían siguiendo desde hacía tiempo. Los investigadores del vecino país vienen siguiendo hace tiempo. Esa pesquisa incluye escuchas telefónicas en las que los malvivientes habrían mencionado un plan para asaltar un banco.
Tres de los sospechosos estaban en el Honda, que tenía patente de Porto Alegre, y el cuarto en el Fiat que llegó en apoyo. Dos son oriundos de Porto Alegre, otro de Miraguaí y el restante de Porto Soberbo, ubicada frente a El Soberbio. Del resto de la banda, se decía que habían sido vistos circulando en una camioneta en el distrito de Campo Novo.