Mariano Gino Ferraro tenía 47 años, estaba separado y era padre de dos preadolescentes. Vivía solo desde hacía ocho años en un humilde complejo de viviendas ubicado en Granel al 2800, en barrio Nuevo Alberdi. El viernes por la noche un amigo suyo, preocupado porque Ferraro no le respondía los llamados a su celular, fue a buscarlo a su casa. Y al ingresar, en compañía de un vecino, lo encontró muerto con dos importantes cortes en el cuello.
En la modesta morada no parecían faltar objetos de valor. Uno de los residentes del complejo aventuró a contar que el muerto fue hallado con una trincheta en la mano. No obstante, la muerte de Ferraro es investigada por el fiscal de Homicidios Ademar Bianchini, para quien "todas las hipótesis están abiertas y no se puede descartar ninguna de ellas", según se informó.
Granel es la calle paralela a la ruta 34 y hasta hace pocos años se utilizó como un empalme de la ruta 34 entre Grandoli y López Bouchard. Con la inauguración del nuevo acceso a dicha ruta nacional, Granel quedó como una cuadra de tránsito vecinal.
A la altura del 2800 hay un portón con rejas que los vecinos suelen cerrar con llave es la vía de ingreso al complejo de viviendas en el que residía Ferraro. En ese lugar se levanta una decena de casas que son alquiladas por días, semanas o meses. De esas viviendas, dispuestas en un espacioso terreno a manera de "T", cinco están desocupadas. Para llegar hasta las viviendas hay que transitar unos quince metros por un ancho pasillo. Ferraro vivía al fondo del complejo y para llegar hasta su domicilio había que transitar unos 25 metros.
Oficialmente se indicó que "un antiguo empleador de Ferraro en una fábrica de calzados intentó comunicarse con él durante varios días y como no lo logró decidió ir hasta su casa el viernes por la noche aproximadamente 22.30. Pidió ayuda a los vecinos para llegar a la casa de Ferraro y cuando ingresó (el antiguo empleador) lo encontró en la zona del dormitorio, en ropa interior, tendido en el piso", según precisó el área de prensa de la Fiscalía Regional en un comunicado.
"La casa no presentaba signos de robo", agregó el parte informativo. El cadáver de Ferraro presentaba dos cortes en la garganta, de diferentes longitudes y profundidades. El médico forense que revisó el cadáver dató la muerte entre 24 y 48 horas antes del hallazgo.
A oscuras
Los vecinos contaron que el viernes por la noche un amigo del hombre, de nombre Alan, llegó al complejo tratando de contactar a Ferraro alegando que lo llamaba por teléfono y no lo atendía.
"Yo lo acompañé con mi linterna. Primero me llamó la atención que Mariano estuviera en su casa mientras estaba todo a oscuras. «Raro que Mariano no haya prendido la luz del patio», me dije. Le di la linterna al amigo. El entró a la casa y salió. Me dijo: «Mariano se mató. Se mató». Y ahí llamamos a la policía. El hombre me dijo que no le pareció que faltara nada en la casa", explicó David, quien según los vecinos oficia como encargado del condominio.
Según se comentaba ayer en la zona, Ferraro no pasaba por el mejor momento de su vida, y aunque algunos vecinos abonaban ayer al rumor del suicidio, otros confesaban que no se lo veía entregado (ver aparte). Si bien la crisis económica lo había colocado contra las cuerdas, David, su vecino, contó que el hombre hablada de proyectos para seguir peleándosela al destino.
"Yo lo vi el jueves a la mañana. Estuvimos charlando porque con otro vecino estábamos haciendo un pozo ciego y nos quedamos sin pala. Mariano pasó y nos dijo que nos podía conseguir una, pero que le diéramos unos días porque la tenía que pedir. Yo lo vi bien. Después se compró fiambre y pan y se puso a comer un sánguche. Esa fue la última vez que lo vi. Mariano era una buena persona. Estaba separado, pero veía a sus hijos. Nunca trajo nada raro a la vecindad", comentó un vecino que vivía a pocos metros de la vivienda de Ferraro.
Los que adherían a la hipótesis del suicidio condimentaban sus dichos con un toque de piedad. "Pobrecito, no tenía trabajo y eso pudo llevarlo al suicidio por la desesperación", indicó una doña. "El problema es que si Mariano no se suicidó hay alguien que entró a este lugar (la vecindad) y conoce los movimientos del lugar, dispuesto a matar para robar", aportó otro que se inclinaba a convertir la cuestión en un tema de seguridad pública.
El cuerpo de Ferraro fue trasladado al Instituto Médico Legal (IML) para que le realizaran la autopsia, cuyo informe preliminar estará en manos del fiscal mañana por la mañana, según se precisó desde el área de prensa de Fiscalía. Bianchini ordenó que sobre el territorio trabajara personal de la Policía de Investigaciones (PDI) que realizó levantamiento de rastros y tomó testimonios a los residentes del lugar.