El último día de debate Rosa Caminos pidió que no la juzguen por su apellido. Una semana después, la hermana de ex jefe de la barra brava de Newell's, Roberto "Pimpi" Caminos, escuchó el resultado del juicio que afrontó con otras diez personas como piezas de una red barrial de venta de drogas. Los jueces no la condenaron como jefa de la organización pero sí le impusieron, junto a su esposo Rubén César, las penas más alta del grupo: 8 años de prisión. El resto de los acusados recibió condenas que van de los 3 a los 7 años de cárcel
Con ese reparto de penas, cercanas a las que había solicitado la acusación, los jueces del Tribunal Oral Federal Nº 3 convalidaron la investigación que en marzo de 2016 culminó con el secuestro de 18 kilos de drogas en los barrios Tablada y Municipal. Además, el fallo dispuso que se investigue una denuncia de Rosa Caminos en sus declaración final, cuando aseguró que la Policía Federal se quedó con 40 mil pesos que le había regalado "Pimpi" antes de ser asesinado en 2010. Y también ordenó que se investigue la presunta complicidad de la comisaría 16ª con el grupo y referida en una escucha telefóncia (ver aparte).
Un clan familiar
La sentencia de los jueces Osvaldo Facciano, Eugenio Martínez Ferrero y Ricardo Moisés Vázquez se dio a conocer ayer al mediodía, tras un retraso de dos horas por problemas de conexión con la cárcel federal de Devoto. Allí están presos cinco de los acusados que debían seguir la lectura del veredicto por videoconferencia. El resto escuchó el fallo en la sala, en el sector asignado al público.
La mayoría de los once acusados son integrantes de una misma familia. Fueron detenidos en marzo de 2016 en un operativo que la Policía Federal bautizó "Rosa blanca". La causa se inició el 2 de junio de 2013 a raíz de actuaciones sobre un domicilio de Presidente Quintana 78 bis donde se sospechaba que "una familia de apellido César estaría cometiendo ilícitos relacionados con la comercialización de estupefacientes en el barrio Tablada" y que para ello utilizaba "no sólo su aparato familiar sino también el de soldaditos que se ubicaban en los pasillos".
La investigación incluyó escuchas telefónicas en las que se detectaron alusiones directas a la venta de drogas y desembocó en 22 allanamientos realizados el 2 de marzo de 2016 en los barrios Tablada, Municipal, Saladillo y Villa del Tanque, todos en el sureste rosarino, con el desembarco en la ciudad de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
Ese día se secuestraron 18 kilos de drogas entre cocaína y marihuana, tres autos, armas de fuego y sustancias químicas para estirar la cocaína. Se dijo entonces que la organización comercializaba unos 30 kilos de estupefacientes por semana con una ganancia de 3 millones de pesos y que en el frente de los quioscos solían colgar perchas para identificar que había mercadería disponible.
Los roles
Sobre esa base, el juicio se centró en los testimonios de policías de inteligencia de la fuerza nacional, el material incautado y las escuchas. El fiscal Federico Reynares Solari reclamó condenas de 3 a 10 años de prisión para los acusados y desde el principio ubicó a Rosa Caminos en la punta de la pirámide, en carácter de jefa de la organización. El principal cambio del fallo dictado ayer es que no le asignó ese rol a la hermana de "Pimpi", que está en prisión domiciliaria.
La mujer, de 49 años, fue condenada a 8 años de prisión como coautora del mismo delito asignado al resto: tráfico de estupefacientes en su modalidad de comercio, agravado por la intervención organizada de tres o más personas. Además le impusieron la multa más alta, de 15 mil pesos.
Su esposo, Rubén "Curu" César, preso en el penal de Devoto, no llegó al juicio como jefe aunque el fiscal le asignó ese rol en sus alegatos finales, cuando solicitó una pena de 9 años para él y 10 para Rosa. Según su planteo, Caminos era quien impartía órdenes en las escuchas, contactaba proveedores y organizaba la logística de los quioscos.
A César, en tanto, le atribuía mayor presencia territorial en la gestión de los puestos de venta, seis de ellos ubicados sobre la calle Presidente Quintana entre el 29 bis y el 134 bis. Los jueces no le asignaron rol de mando al matrimonio pero les impusieron las penas más altas. Con 8 años de prisión, César recibió la misma pena de encierro que su esposa y una multa más leve, de 2 mil pesos.
El resto del grupo familiar también concentró penas altas. Dos hijos de Rosa, Jair Alejandro César y Joana Marisel César recibieron 7 años de prisión, al igual que su yerno Rodrigo Benítez. Los dos varones están presos en la cárcel porteña de Devoto. La misma pena alcanzó al detenido Claudio Daniel "Perro" Flores. Este último y Jair estaban señalados como encargados de la comercialización. Los restantes por distribuir la droga en los puestos de droga.
El último escalón
Un escalón más abajo quedaron ubicados otros dos acusados que llegaron a juicio como encargados de la comercialización. El detenido José Luis "Chueco" Jofre fue condenado a 6 años y 6 meses de prisión. A Gustavo Daniel "Gusti" Herrera le dictaron 6 años y podrá seguir en libertad mientras no esté firme el fallo, que puede ser apelado por las defensas.
Otra acusada en prisión domiciliaria es Antonela Agüero. Llegó a juicio procesada como organizadora aunque el fiscal no le adjudicó ese rol al pedir la pena. Resultó condenada a 6 años de cárcel. "Vino como jefa o proveedora, no lo probaron y terminó con una pena menor. Pero el cambio de rol afectó su derecho de defensa y no había pruebas para condenarla", dijo su abogado, Ignacio Carbone.
Las dos acusaciones menores recayeron sobre Naila Gisela Ortellao, señalada por colaborar con la distribución de sustancias, y Hernán Abraham Agüero, por cumplir funciones de seguridad. Los dos fueron condenados a 3 años de prisión condicional como partícipes secundarios y a cumplir con reglas de conducta. Por último, se dispuso el decomiso del dinero secuestrado y de cuatro vehículos incautados al grupo.