Las chicas se apretujaron, saltaron y cantaron. Esas mismas que desde un principio tuvieron que romper con los pronósticos y demostrar, y demostrarse a sí mismas, que el seleccionado argentino emprendió un proceso que intenta emparentarse con otras leonas gloriosas. Y vaya que dejaron en claro que están en ese camino. En el mismo estadio donde se lograron los títulos del Mundial 2010 y del Champions Trophy 2012, Las Leonas se consagraron con una goleada sobre Nueva Zelanda por 5 a 1 en la definición de la ronda final de la Liga Mundial de hockey femenino.
Confiadas y convencidas del juego que venían desarrollando en esta liga, Argentina salió dispuesta a dominar con mucha movilidad, aunque debió esperar hasta el segundo cuarto para convertir. Y fue por partida doble.
María José Granatto abrió el camino con un zigzag fantástico antes de sacar un tiro cruzado que abrió el marcador. La siguiente estocada fue a través de Pilar Campoy, luego de cap turar un rechazo, en el segundo corto favorable a Las Leonas.
Seguras atrás, con Victoria Zuloaga haciendo olvidar la necesidad imperiosa que tenía este seleccionado de encontrar una marcadora central, concentradas y dinámicas en el medio, con Agustina Habif interceptando todas las bochas que pasaban por su alrededor, y desequilibrantes arriba, el seleccionado nunca dejó dudas.
Ni siquiera con el descuento de Anita Punt, que la metió en un ángulo a la salida de un córner corto en el tercer cuarto. Ni tampoco con la peligrosidad de Stacey Michelsen, escogida la mejor jugadora del torneo, Las Leonas siempre se sintieron más, y así jugaron, desnivelando por los costados todo el tiempo.
Antes de que el tercer cuarto expire, Argentina volvió a golpear dos veces. Carla Dupuy recibió el centro de la izquierda para el tercero y Noel Barrionuevo incrementó el resultado en otro corto. Tamaña demostración contrastaba con las sensaciones previas a esta ronda final. Hasta el propio entrenador de Las Leonas, Gabriel Minadeo, había reconocido, luego de la victoria del sábado contra China en las semifinales, que no esperaba acceder a la definición. Este es un conjunto dotado de jóvenes que tienen que terminar de consolidarse, y que venían de situaciones que les costó sobrellevar, como cambio de entrenador y renuncias de jugadores experimentadas.
Es evidente que el espíritu es otro al de no hace tanto tiempo. Y el responsable está en el banco. Minadeo les dio tranquilidad para jugar, como lo expusieron contra las neocelandesas, y una garra que expresaron en su plenitud frente a la temible Holanda, el día que la eliminaron en cuartos cuando pocos, salvo ellas, imaginaban. Por todo eso, tiene tanto valor el título de ayer, que se coronó con el quinto gol Delfina Merino, referente pese a sus 26 años. Porque, sin lugar a dudas, esta Liga Mundial fue el renacimiento de Las Leonas. w
Minadeo: "Las chicas se merecían esto"
En su primera competencia oficial desde el regreso a la conducción técnica de Las Leonas, Gabriel Minadeo, tiene la misión de enderezar el rumbo de un equipo que había perdido cierto protagonismo. De allí que rescate la trascendencia del título. “Las chicas se merecían esto. Venían de años duro, de muchos golpes. Encima lo plasmamos con juego. Estoy feliz”, manifestó.
Pese a la alegría, Minadeo tuvo la mente fría para rescatar la entereza que tuvo el seleccionado para levantarse luego de las derrotas contra Australia y China en la fase de grupos. “Lo que valoro es que el equipo perdió y se recuperó. En un momento estuvimos allá arriba (luego de la victoria en el debut contra Gran Bretaña) después estuvimos abajo y la remontada fue increíble. Esto surgió de todos, del equipo, del cuerpo técnico. Si tengo que rescatar algo es como subieron a lo más alto con el orgullo”, subrayó.
“Pensaba que no estábamos con la vara tan alta, pero las chicas la pusieron ahí, así que ahora no van a poder bajar”, destacó Minadeo sobre el hambre de triunfo de sus jugadoras.
“Este resultado no es una casualidad sino una causalidad. Este es el camino”, agregó el entrenador, antes de resaltar que jugar en Rosario “es hermoso, el estadio lleno y con mucha pasión”. Mirando más allá, el entrenador planteó las metas inmediatas: “Hay que seguir sumando cuestiones del juego, encontrar variantes, mejorar la parte física porque los JJ.OO (Río 2016) se juegan con dos menos (16 jugadoras en vez de 18 como el resto de los torneos)”.
Un estadio con el sello de la mejor: Luciana Aymar
Media hora antes de “su momento”, llegó al estadio que un rato después llevaría para siempre su nombre. Acompañada por los padres y por los hermanos Cintia y Lucas, la jugadora que más deslumbro al mundo del hockey permaneció conversando con uno y otro hasta que se cumplieran las 18.30, mientras un nutrido grupo de curiosos intentaba sacarle una foto con el celular, aunque se encontraban lejos. A la hora programada, Luciana Aymar fue hasta las afueras del estadio para un homenaje único, inigualable. Con la presencia de la intendenta Mónica Fein, el gobernador Miguel Lifschitz y el presidente de la Federación Internacional de Hockey, Leandro Negre, la jugadora símbolo de Las Leonas descubrió el mural con la inscripción Estadio Mundialista Luciana Aymar.
El estadio que nació para la sede del Mundial 2010, en donde ella misma deslumbró y llevó a la selección argentina al título, y un año después a la consagración en el Champions Trophy 2012, tiene desde ayer el nombre de Lucha, una de las grandes figuras del deporte rosarino y nacional.
“Sé todo el esfuerzo que se hizo en su momento para tener este estadio. Jugué acá, con mi gente, lo disfruté y fui campeona. Ahora puedo disfrutar de esto”, manifestó Aymar durante el acto. “Este reconocimiento es un orgullo”, agregó la ex jugadora, ocho veces elegida la mejor del mundo, con una emoción que no transmitía hacia afuera, aunque en su interior lo vivía como un instante especial.
Es que no le resultó fácil llegarse hasta el estadio. Allí adentro, y en otras tantas canchas del mundo, transcurrió gran parte de su vida y estar afuera, con todo lo que eso le representa, no le resulta sencillo. Más aún con los gestos y actitudes de los seguidores del hockey, para quienes es una referente y guardan intacto los recuerdos de sus últimas genialidades. Y así se lo hacen sentir.
Es tanto lo que representa para el deporte que es la tercera cancha con su nombre, luego de que también se identificaran así a la de CAF, donde dio sus primeros pasos en el hockey, y a la del Jockey Club, donde creció y cumplió la mayor parte de su trayectoria.
Un rato después, ya adentro del sintético, se mostró más conmovida, con alguna que otra lágrima después de recibir simbólicamente la llave del estadio. “Para los niños y niñas es un espejo”, subrayó Fein sobre lo que simboliza que el estadio se llame Aymar. Es que más importante que el tributo a la Maga, que bien justificado lo tiene, lo valioso es que el estadio tenga el nombre de una jugadora que vivió el hockey con pasión y que ese sentimiento se transmita a muchos, más allá de que sean apenas aprendices de la más grande.