Por Mauricio Maronna
Una de las sorpresas de esta previa al cierre de listas que (¿ocurrirá en febrero?), viene del lado del Partido Justicialista. Allí, el habitualmente peronista clásico Omar Perotti dijo a los no peronistas que se mantienen cerca de María Bielsa: "Vengan todos". Como en una arenga de Mercedes Sosa en su época combativa.
Y resulta que fueron todos a ver al presidente del PJ, Ricardo Olivera, quien abrió la puerta de su casa y dejó entrar a la ex vicegobernadora y sus aliados: Carlos del Frade, Juan Monteverde y Rubén Giustiniani, entre otros. ¿Alguien alguna vez imaginó a Giustiniani cerca del PJ? Bielsa lo hizo, proponiendo un frente. Al margen de cómo termine esta historieta primaveral. Por lo pronto, el ex senador nacional socialista, aclaró: "De ningún modo voy a participar de la interna del PJ".
Los Redondos y el PJ
"Juntar a todas las partes va a ser más difícil que volver a reunir a Los Redondos de Ricota", se le escuchó decir a Olivera, además de muy buen titular partidario, muy buen bajista de rock. Al punto tal que fuera de las roscas políticas de fin de temporada, se sube a los escenarios con la banda Corcel Púrpura, made in San Justo.
Si el peronismo santafesino logra una primaria en la que estén representados los tres sectores, habrá que prestarle atención al mientras tanto, a la composición de las listas y, fundamentalmente, al atractivo que podrá generar. El que picó en punta fue Perotti, quien recorre departamentos como si la campaña ya estuviese en su cenit. Los peronistas santafesinos están oliendo sangre.
Pese a que Del Frade fue uno de los dirigentes de izquierda que ingresó a la casa del presidente del PJ, dijo públicamente que no participaría por adentro de la estructura. Y dijo algo más: "La mayoría de los votos de Bielsa está afuera del PJ. Y si ganase Perotti, muchos sufragios peronistas irán a (Antonio) Bonfatti".
La idea de Giustiniani, hasta la aparición del enclave con la hermana del director técnico campeón con Newell's y Del Frade, era participar de los comicios en todos los cargos legislativos, pero sin una candidatura a gobernador. "No lo ponga en tiempo pasado, la estrategia sigue siendo la misma. Lo que se llama una boleta corta", dicen cerca del diputado provincial.
Lo que está pasando en la política santafesina es la confirmación de lo que se adelantó en esta columna: llegó el momento en que todos hablan con todos.
Y si de hablar se trata, eso también está ocurriendo en el Frente Progresista y en Cambiemos. Por el lado del oficialismo, los subibaja de posibles precandidatos a intendente se juegan semana a semana. Como la cotización del dólar, antes de este intermezzo de paz. Como se adelantó aquí, el momento actual es de Verónica Irizar, quien está siendo medida como potencial aspirante al Palacio de los Leones.
El socialismo debe definir antes de que se vaya el 2018 un candidato propio para derrotar a Pablo Javkin en la interna y, eventualmente, a Miguel Cappiello. Y ahí se mantiene Gustavo Leone, el secretario de Gobierno municipal, que el domingo blanqueó su intención. Hoy la estrategia es que el ex ministro de Salud mantenga su postulación, pero sumar a la potencial primaria un candidato/a de la gestión. Se habló de Leonardo Caruana y ahora se habla de Irizar y Seghezzo. Se verá.
Una interna tan seductora como la peronista, obliga al Frente Progresista a poner sobre el escenario un rival de Bonfatti, para hacer también atractiva la compulsa. En su momento se habló de Maximiliano Pullaro, y ahora también aparece el nombre de Pablo Seghezzo, un eficaz funcionario que no es dejado de lado, tampoco, para la Municipalidad.
Y aquí viene la sorpresa. De acuerdo a lo que La Capital pudo saber, la intendenta Mónica Fein, merced a un repunte en las encuestas sobre imagen y gestión, podría estar también como precandidata. ¿A intendenta, por tercera vez? No, para competir con Bonfatti. Seguramente, Fein dirá que nada de esto es cierto. Miguel Lifschitz, ayer, blanqueó que "cualquiera de mis ministros, o varios de mis ministros, tranquilamente me podrían suceder". De Fein no dijo nada.
En Cambiemos, el diputado provincial Federico Angelini fue anfitrión de una cena que tuvo cerca de quince comensales, todos ellos dirigentes macristas. Allí blanqueó sus intenciones de ser candidato a gobernador, para disputar una interna con José Corral. El diputado nacional Lucas Incicco también pide pista. La definición, sea cual fuere, llegará desde Balcarce 50, en la ciudad de Buenos Aires.
Por estas horas, el gobernaodor Lifschitz evalúa qué fechas disponer para el cumplimiento del calendario electoral. Pese a que se filtró un dossier que determina primarias a mitad de abril y generales promediando junio, no habría que descartar un corrimiento hacia adelante de algunas semanas.
¿Quién puede soportar fuera del micromundo de la política un proceso proselitista en pleno febrero, con la temperatura ardiendo como la recesión?
Señoras, señores, al margen de los plazos formales, la previa a la campaña ha comenzado. Aunque, tal vez, solo le interese al círculo rojo, todo escalará hasta que el 2019 diga presente. Y, ahí, todo tendrá formato de urna.
Como hoy, a futuro habrá muchísimas danzas de nombres y estrategias para contar.e.