Los obispos de Jujuy, Félix Paredes Cruz, y Daniel Fernández, calificaron como “una jornada triste y para olvidar” la represión policial contra manifestantes en la provincia cuando protestaban contra la reforma constitucional y convocaron a “todos los sectores de la sociedad”, principalmente a “nuestros gobernantes, dirigentes políticos y sociales”, a “apostar por la inmediata pacificación social y convocarse al diálogo”.
Paredes Cruz recordó en un comunicado que la “Prelatura de Humahuaca por medio de la Pastoral Aborigen y la Pastoral Social, ha venido acompañando los reclamos de los distintos sectores de la sociedad”, de un “modo particular, de las comunidades originarias de nuestra zona”.
“La Prelatura y sus áreas pastorales que acompañan el quehacer de la vida eclesial y social, han propuesto y expresado la importancia del diálogo, como mecanismo para buscar posibles soluciones a los distintos reclamos y problemas”, expresó el obispo y sostuvo que “de igual manera, no recurrir a la confrontación y la violencia, recursos y conductas que nunca llevan a buen término cuando se está buscando soluciones a un conflicto”.
Paredes Cruz, asimismo, afirmó que, ante los hechos de violencia que se registran en Jujuy “nuevamente convocamos a todos los sectores de la sociedad, principalmente a nuestros gobernantes, dirigentes políticos y sociales, a apostar por la inmediata pacificación social y convocarse al diálogo”.
“Un diálogo donde no primen los intereses políticos, ideológicos, sectoriales, etc, sino que se tienda a establecer la convivencia y la paz social, un bien y un derecho de todos los ciudadanos”, precisó el obispo.
En esa línea, señaló que la iglesia “siempre estará a favor de la paz y la justicia, de la cultura del encuentro entre los ciudadanos y entre los pueblos” y dijo que “por lo mismo, rechazamos toda confrontación y violencia, todo atropello a la libertad y la dignidad de las personas”.
“En este momento crítico, seguimos creyendo y apostando por el diálogo, principio de solución a todo problema o conflicto”, señaló el obispo y manifestó: “Apelamos no sólo a nuestros gobernantes y dirigentes políticos y sociales, sino a todo el pueblo jujeño, a aportar nuestro 'granito de arena' al bien de la pacificación en nuestra provincia”, sostuvo el obispo Paredes Cruz.
Por su parte, el obispo Fernández expresó que “una jornada triste y para olvidar” es “lo que estamos viviendo hoy como pueblo jujeño”.
“Hace unos días invitábamos a tener en cuenta que debíamos escucharnos pacientemente para lograr los mayores consensos en la resolución de los problemas que nos conciernen a todos”, dijo y señaló que “quizá habría que haber empleado más tiempo en el arte de dialogar y no haber llegado a la situación que se generó hoy”.
En esa línea, manifestó que “estamos en un punto crítico que nos parece que exige deponer toda actitud intransigente” e hizo suyas las palabras del obispo de Humahuaca sobre la convocatoria a la “pacificación social y convocarse al diálogo”.
Fernández advirtió que “no podemos estar unos contra otros, sino que todos debemos estar unidos en lo único que interesa que es el bien del pueblo jujeño”.
“De modo particular, rechazamos toda violencia, venga del lado que venga porque atenta contra la dignidad de cada persona humana y lleva a un punto sin retorno o del que es muy difícil volver“, expresó el obispo.
Y sostuvo que “habrá que examinar muy detenidamente por qué hemos llegado a la situación que vivimos hoy para ponerle pronto remedio” y “recomenzar desde bases sólidas y desde consensos compartidos”.
“Que cada uno haga su aporte con grandeza y generosidad”, pidió el obispo Fernández.