Los concejales acordaron tratar esta semana el borrador del proyecto de ordenanza para modificar la regulación de la denominada "nocturnidad", aunque también pone las reglas para el funcionamiento de los "espectáculos públicos" en general. Entre los puntos sobresalientes de la iniciativa, en la que confluyen propuestas de distintos bloques, se establecen beneficios fiscales para fomentar la radicación de grandes emprendimientos en zonas asignadas de la ciudad, se propone mejorar las inconsistencias del registro de oposición para los vecinos y establecer nuevos parámetros para los menores. También limita la actuación de las actividades civiles y establece protocolos de inspección y sanciones más duras, por ejemplo, en el caso de tergiversación de rubro.
La reunión especial para tratar el proyecto ya fue convocada por la comisión de Gobierno del Concejo y hecha extensiva a todos los presidentes de bloque para pasado mañana a las 10.
El debate y polémica en torno a los necesarios cambios de la normativa vigente desde 2001 (Nº7.218) lleva años y numerosas propuestas presentadas por ediles de distintas extracciones y del propio Ejecutivo.
Lo que llama la atención en esta oportunidad es que los legisladores rosarinos decidieran juntarse para impulsar la iniciativa contenida en 36 páginas a sólo horas del cierre de las listas para las Paso, previsto para el próximo 8 de junio.
"La intención es avanzar", coincidieron representantes de los distintos bloques políticos, aunque todo hace presuponer que el debate deberá llevar algún tiempo más para que pueda llegar al recinto.
El proyecto abandona la regulación de la nocturnidad a través de "confiterías", "discotecas" y "cantinas", aunque se sigue manteniendo la distinción entre "bailables" y "no bailables". Incorpora la figura de los salones de usos múltiples.
El borrador también prevé limitar la actuación de las actividades civiles que "han importado en el último tiempo una franca desnaturalización del conocido «derecho de parlante»". En este caso lo que se pretende es recuperar su carácter de excepcionalidad.
Las categorías en el proyecto de ordenanza subdividen los emprendimientos por tamaño. Y proponen un descuento del 25 por ciento del derecho de registro e inspección (Drei) para los locales de más de mil metros que se radiquen en los galpones 26 y 27 del Enapro (Belgrano y Pellegrini), en la zona de Batlle y Ordóñez y avenida Circunvalación, y en otros espacios en el noroeste, nordeste y norte de Rosario.
Dentro de las limitaciones para este tipo de emprendimientos, es que no existan viviendas residenciales en parcelas linderas. Tampoco pueden establecerse si existe una oposición del 33 por ciento o más de los vecinos cuyas casas se encuentran dentro de los 50 metros lineales del local. Y establece una prohibición para localizar dos de estos grandes locales a menos de 200 metros.
Por otra parte, los titulares del local tendrán a su cargo la seguridad interna, así "como la tranquilidad del entorno exterior", y deberán contar con un detector de metales y cámaras que permitan "una íntegra visualización de los ingresos al comercio" y tengan una capacidad de almacenamiento de imagen por un plazo no menor a un mes, siendo toda la información confidencial.
El borrador de la norma que pretende modificar la regulación de la nocturnidad actualiza parámetros relacionados a los aspectos constructivos, de emanación de ruidos y vibraciones.
Y mantiene, en gran medida, los mismos horarios de funcionamiento que actualmente se encuentran vigentes. Sí establece criterios para que los locales puedan contar con habilitados "reservados", "exclusivos" o los denominados "VIP".
Para los eventos dedicados a los adolescentes, la iniciativa establece obligaciones para el propietario del emprendimiento, como garantizar la presencia de un médico y una línea telefónica gratuita para que los menores se puedan comunicar con sus padres o tutores y viceversa. También cambia para esos casos el factor ocupacional: es menor en comparación con el de los adultos.
Los ediles se comprometieron a poner sobre la mesa todos estos puntos, entre otros, en la reunión del próximo miércoles.
De todos modos, los concejales consultados admitieron que seguramente la discusión del tema continuará un tiempo más, pese a la voluntad expresada por la mayoría para cambiar una norma vetusta en muchos aspectos, y que ya tiene medio centenar de modificaciones desde su aprobación en 2001.
Se proyecta establecer un protocolo de inspección y sanciones más severas cuando sean faltas por tergiversación de rubro