El intendente Pablo Javkin repitió una vez más durante una entrevista televisiva que en Rosario las organizaciones criminales se organizan desde las cárceles y aseguró: "Tenemos un coworking del delito porque estar condenado no le impide a los criminales seguir cometiéndolos".
Durante una conversación con el periodista Carlos Pagni en el canal LN+, Javkin trazó un diagnóstico sobre el avance de la narcocriminalidad en Rosario y al mismo tiempo insistió en que no se trata de un problema que afecte solamente a la ciudad, sino todo lo contrario: "Es un problema del país", aseguró.
"Rosario es una ciudad maravillosa e innovadora, acostumbrada a crecer por su cuenta. Una ciudad que nunca estuvo en los planes de nadie", reflexionó y destacó que está en un "el enclave logístico más importante del país, para bien y para mal".
Sin embargo, le dijo al periodista porteño, "un pezado de su territorio padece desde hace tiempo el crecimiento de la violencia" que atribuyó a la disputa territorios de bandas narcocriminales. Y entre las causas de este fenómeno, insistió una y otra vez en la falta de inteligencia criminal en el país para conocer a esas organizaciones y combatirlas.
"Un pedazo del territorio de Rosario padece desde hace tiempo el crecimiento de la violencia"
"La capacidad de la inteligencia argentina es nula, se dedica a hacer operaciones internas en lugar de investigar cómo entran las armas y las drogas", acusó.
Luego insistió con uno de sus argumentos más repetidos en los últimos tiempos. "El 90 por ciento de los delitos en Rosario se organizan desde las cárceles. Y no lo digo yo sino los fiscales rosarinos. Tenemos un coworking del delito. Pareciera que estar condenado no impide seguir delinquiendo", afirmó Javkin. E insistió: "Parece como si delinquir desde la cárcel fuese un derecho humano".
A la hora de señalar qué habría que hacer para enfrentar con posibilidades de éxito a las organizaciones criminales, sobre todo a las que se dedican al narcotráfico, fue enfático: "Necesitamos hacer inteligencia criminal, controlar las cárceles y contar con una fuerza de seguridad que se ocupe de este tema".
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Pagni le preguntó qué puede hacer el municipio para contribuir al combate de la violencia y el narcotráfico. Y otra vez Javkin fue contundente: "Yo no tengo jueces ni fiscales ni personas armadas, tengo el conocimiento de lo que sudece en el territorio y la posibilidad de intervenir urbanísticamente sectores de la ciudad".
En ese sentido, prometió avanzar con la urbanización de villa Banana, al que consideró un enclave de la violencia en el que hasta hace poco no ingresaban ni las topadoras del municipio. "Urbanizar esa villa va a ser la marca de mi gestión", agregó.
Por último, hizo un llamado para que la política incluya en su agenda estos temas. "Tenemos que hacer un pacto serio contra las mafias y tenemos que decidir qué vamos a hacer para que nuestros chicos no consuman", dijo y resaltó que el consumo es otra de las patas sobre las que se asienta el avance del narcotráfico.