Los obispos católicos hicieron en sus mensajes de Navidad un fuerte llamamiento al "diálogo" y a la "amistad social", al advertir sobre el riesgo de los enfrentamientos entre los argentinos.
Los obispos católicos hicieron en sus mensajes de Navidad un fuerte llamamiento al "diálogo" y a la "amistad social", al advertir sobre el riesgo de los enfrentamientos entre los argentinos.
El arzobispo de Santa Fe y presidente del Episcopado, José María Arancedo, remarcó que "en este contexto de Navidad no podemos dejar de pensar en las muchas situaciones que atentan contra la paz, y que son un signo de nuestra fragilidad social, cultural y política".
"Más allá de las justas diferencias los argentinos debemos encontrarnos en el marco de pertenencia de una madura amistad social y como miembros de una misma comunidad, superando la pequeñez de enfrentamientos que descalifican y no construyen", apuntó Arancedo.
Y agregó que "es necesario generar contextos de encuentro, de respeto y de diálogo, que nos permitan dar respuesta a los verdaderos problemas que hacen al desarrollo integral del hombre".
Por su parte, el obispo de San Isidro y presidente de Cáritas Argentina, Jorge Casaretto, remarcó que los argentinos tienen "una terrible experiencia histórica de violencia y enfrentamiento que viene de muy lejos" y dijo que "se trata de una vieja herida mal curada que vuelve a abrirse y sangra".
Alfredo Zecca, obispo de Tucumán, deseó también en su homilía "que esta Navidad sea la ocasión de construir una sociedad de hermanos, donde reine la amistad social, la preocupación por el bien común, donde podamos dejar atrás las heridas, las divisiones, las palabras altisonantes, injuriantes, que podamos realmente vivir a fondo la fraternidad".
Fernando Maletti, obispo de San Carlos de Bariloche, ofreció un mensaje a la comunidad en su conjunto al referirse a los momentos "duros y difíciles" que vivió la ciudad rionegrina a raíz de los saqueos a comercios.
"Quienes motorizaron esto son responsables ante la ley y no hambrientos. Duele que muchos se hayan aprovechado de esta circunstancia en detrimento del bien común. Sabemos que nuestra ciudad sufre la fragmentación de «dos Bariloches» y que cuesta mucho que tantos recursos existentes se articulen con tantas necesidades reales", indicó el prelado.
Asimismo, recordó que los obispos de la región Patagonia-Comahue vienen advirtiendo que "lo que se vive en Bariloche, en especial la ausencia de puestos de trabajo y justa remuneración, la educación para todos, la contención social y muchas promesas incumplidas".
"Hermanos, que los plasmas y los celulares no nos hagan perder el juicio: en Bariloche hay mucha necesidad, marginación y miseria. No debemos bajar los brazos y jugarnos por la solidaridad", apuntó.
Los obispos de la provincia de Jujuy convocaron en tanto a los argentinos a "superar divisiones y enfrentamientos con la sabiduría del diálogo y la paciencia de construir cada día el bien común".
"Que trabajemos juntos por ampliar la mesa de la vida para todos, la posibilidad de trabajo digno para todos, de una educación cada vez más inclusiva e incluyente para nuestros jóvenes, en fin, de expectativas de vida plena y feliz para todo nuestro pueblo", señalaron.