Lo que asomaba como una tendencia pasada la medianoche del domingo se fue profundizando durante la madrugada de ayer y terminó siendo una certeza: el Frente Justicialista para la Victoria (FJpV) se convirtió en la fuerza más votada en Villa Gobernador Gálvez, con 13.314 sufragios, contra 12.324 del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS). Y el primer candidato peronista, Diego Garavano, terminó siendo nominalmente el más votado, aunque por un escaso margen: 6.478 contra 6.452 de Alberto Ricci, el primer candidato del FPCyS y revelación de estas elecciones al vencer en una corta campaña a su oponente interno Carlos Dolce.
Otro gran ganador fue Jorge Pedro González, quien vapuleó con un 62,84 por ciento de los votos a su contrincante interno del justicialismo, Carlos Valente (19,77 por ciento) y que sacó, él solo, más votos que todos los candidatos a concejales del Frente Progresista juntos: 8.479 contra 7.643 que sumaron los cinco contrincantes de la segunda fuerza.
Es más, en la elección a concejal, el FPCyS tuvo una fuga de votos ya que los candidatos se ubicaron muy por debajo (5.681 votos) de lo que obtuvieron, en suma, los postulantes a la Intendencia.
De aquí se desprenden algunas conjeturas. Primero, mal que les pese a sus oponentes internos y externos, el gonzalismo está vivo, y el histórico dirigente sigue en carrera con chances vencedoras. Si Villa Gobernador Gálvez quiere un cambio, no lo demostró en la elección a concejal. Pero también es cierto que González cosecha tantos seguidores como detractores y hay que ver cómo repercute esto en la campaña final. Sus oponentes insisten con que la ciudad quiere un cambio, pero una parte importante de la sociedad sigue votando por una continuidad.
Algo es cierto. Tal como lo publicó LaCapital en su edición de ayer, el Frente Progresista llega a las generales algo más sólido, al menos sin grandes enconos. Pero en el justicialismo la campaña fue mucho más tensa; el segundo precandidato a intendente, Rodolfo Cavalleri, mostró todo el tiempo su profunda discrepancia con las actuales autoridades y su forma de hacer política, algo que sus votantes habrán apuntado a la hora de elegirlo. Habrá que ver ahora cómo González, Garavano y sus huestes vuelven a juntar a la tropa y convierten este resultado provisorio en uno que les dé la victoria final. En el Frente Progresista, en cambio, el candidato perdedor Dolce, más allá de su descontento por los movimientos políticos internos, ya prometió trabajar en favor del ganador Alberto Ricci. No son pocos los que piensan que será ese candidato el que sacará más votos en las elecciones, pero todo dependerá de cómo se arme el mosaico político.
Murabito. Otro que entra en el juego, pero desde mucho más abajo, es Jorge Murabito. El ex intendente y hoy candidato del Frente Renovador de la Esperanza obtuvo 5.375 votos, un piso con el que ahora jugará a tejer alianzas y captar votos de otras fuerzas. Murabito aspira a capitalizar voluntades de la diáspora justicialista EM_DASHsi es que ésta se daEM_DASH, sumar votos que a nivel provincial vayan a Miguel del Sel pero no se trasladen al PRO en lo local y, sobre todo, piensa en otro candidato al que no le fue tan mal: Javier Pascale, del local Frente de la Cultura, la Educación y el Trabajo, un médico que puso su prestigio en las urnas.
Ocurre que, sin referentes de peso en la estructura provincial y nacional, ahora Murabito juega solo y puede decirles a los votantes: "Voten a quien quieran para gobernador y presidente, pero apoyen nuestra propuesta". No piensa en una alianza con el PRO, pero le consta que mientras Miguel del Sel sacó en Villa Gobernador Gálvez 14.490 votos, su candidato a intendente sólo cosechó 1.610. "Muchos votaron a Del Sel y a Murabito, esto puede repetirse y ampliarse", piensa el candidato, que ahora trabajará en un frente local.