Kuala Lumpur, Malasia. — Un crucero de turismo con más de 1.000 personas a bordo logró escapar del intento de secuestro por piratas somalíes, que lo persiguieron y le dispararon cerca de las costas de ese país, según fuentes marítimas.
Kuala Lumpur, Malasia. — Un crucero de turismo con más de 1.000 personas a bordo logró escapar del intento de secuestro por piratas somalíes, que lo persiguieron y le dispararon cerca de las costas de ese país, según fuentes marítimas.
El crucero, con 656 pasajeros de distintas nacionalidades y 399 tripulantes, navegaba el domingo por el golfo de Adén cuando se encontró dos lanchas con piratas, dijo el director del centro de piratería de la Oficina Marítima Internacional. Los piratas abrieron fuego contra el crucero, pero el barco era más rápido que las lanchas y pudo escapar, relató el funcionario marítimo Noel Choong, desde la sede de la oficina marítima en Kuala Lumpur, Malasia. "Fue una suerte que el buque de pasajeros lograra escapar", comentó Choong, quien urgió a todos los barcos a estar vigilantes en esa zona del noreste de Africa.
La compañía propietaria del crucero, Oceania Cruisers, identificó la nave como Nautica y dijo que realizaba un crucero de 32 días entre Roma y Singapur con paradas en Italia, Egipto, Omán, Dubai, India, Malasia y Tailandia.
En un comunicado en su página de Internet, la empresa dijo que los piratas dispararon ocho tiros de fusil contra el crucero cuando este navegaba por un corredor marítimo patrullado por buques de guerra de varios países. El capitán del crucero aumentó la velocidad y escapó a las lanchas piratas sin que el barco sufriera daños o los pasajeros heridas, agregó la compañía. Según el plan de viaje, el crucero navegaba de Egipto a Omán cuando fue atacado.
Este año hubo 100 ataques piratas cerca de Somalia. Cuarenta barcos fueron secuestrados en estos ataques, 14 de los cuales siguen en manos de los bucaneros, junto con unos 250 tripulantes, enumeró Choong. Naves de guerra de unos 15 países crearon un corredor especial de seguridad a iniciativa de Estados Unidos, pero los ataques no se detienen.
Por Lucas Ameriso
Por Andrés Abramowski