El juez federal Marcelo Bailaque procesó con prisión preventiva a cinco personas detenidas en una chacra de Alvear, en la que se hallaron 19 kilos de drogas, por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. Los apresados en esa finca rural habían sido seis pero uno de ellos quedó trágicamente excluido del dictamen judicial: es Miguel Angel Saboldi, de 35 años, quien a ocho días de esa detención murió en el incendio intencional de un pabellón de la alcaidía de la Jefatura de Rosario.
El pasado 4 de abril un centenar de policías de la Unidad Regional II decomisó en la chacra de Alvear doce kilos de marihuana, siete de cocaína, un lote de armas de fuego de varios calibres, tres vehículos y 150 mil pesos en billetes de baja denominación, distintivos de la venta de droga a nivel minorista.
Los acusados. A partir de este procedimiento, el juez Bailaque imputó primero y resolvió después el procesamiento de cinco personas: Diego Fabián Cuello, de 36 años, quien figura como el dueño de la chacra; Facundo Sandoval, de 43; Gabriela Martinetti, de 28 años, José Ignacio Alvarez, de 38 y Carlos Rubén Ariola, de 36
Ocho días después de esta acción sobrevino el incendio en el pabellón tres de la alcaidía mayor de Jefatura, donde estaban alojados los cinco varones capturados en esta chacra. Uno de ellos perdió la vida: Miguel Angel Saboldi, alias Japo, a quien la policía había registrado como domiciliado en Dorrego al 2500 de Villa Gobernador Gálvez. Además murieron otros dos detenidos que estaban en el pabellón tres pero eran ajenos a este caso: Guillermo Benavente y Darío Escobar.
Incendio y culpas. A partir de este hecho, la jueza de Instrucción María Luisa Pérez Vara imputó a once presos por el delito de incendio intencional seguido de muerte. En el gobierno provincial conciben que el incidente mortal de la alcaidía se originó en una orden externa proveniente de individuos que organizan el tráfico de drogas en la zona sur de Rosario y Villa Gobernador Gálvez. El motivo que presumen es una venganza o bien un intento de silenciar a las personas para las cuales se almacenaba esa cantidad de drogas.
Quien hizo explícitas sus sospechas sobre los autores, sin brindar elementos de cargo, fue Norma Acosta, la ex mujer de Saboldi. Primero en declaraciones públicas y luego en el juzgado que investiga el incidente, Acosta señaló como autores intelectuales del incendio a Pedro González, intendente villagalvense, y a Luis "Pollo" Bassi, un hombre de 32 años implicado en graves delitos contra las personas y propietario de una remisería en esa ciudad. El padre del "Pollo" Bassi fue en la década del 90 chofer de Pedro González.
En la Justicia provincial también hay un proceso abierto contra estas personas procesadas por el juez Bailaque. Ocurre que el operativo que derivó en las detenciones se originó en una orden del juez de Instrucción Nº 4, Juan Carlos Vienna, quien autorizó el allanamiento de la finca de Alvear en el marco de la búsqueda de bienes robados a la empresa de electrodomésticos Calatayud.
Fuentes de la causa señalaron que la chacra de Alvear era un centro de almacenamiento de drogas que se distribuyen en puntos de venta ubicados en el sudeste rosarino, Villa Gobernador Gálvez y Alvear. Tras ese hecho hubo seis homicidios en Gálvez y el incendio mortal en la alcaidía.