“La matemática te sirve mucho para la vida, desde buscar una dirección hasta sacar cuenta con los precios”. Las razones de por qué hay que entusiasmarse y aprender la disciplina la da Milagros Licata, de 11 años, la única campeona en el segundo nivel de la XIX Olimpíada Matemática Ñandú Santafesina que se realizó en la ciudad de Santa Fe. Junto a ella están Iara Ladino, de 10 años, y María Victoria Altinier, de 13, ambas subcampeonas en este certamen que invita a desafiar ingeniosos problemas matemáticos. Las tres comparten buenos argumentos de por qué hay que disfrutar de estos certámenes que invitan a mirar la materia de otra manera.
La última Olimpíada Ñandú de la provincia se realizó en entre el 19 y el 21 de agosto en el hotel de ATE. Tal como explica Natalia Arias, la secretaria regional de estos certámenes, llegan a esa instancia los chicos que aprobaron un examen zonal. En esta oportunidad fueron 230 los alumnos que cursan entre el 5º y 7º grado de la primaria, y que compiten en distintos niveles (se divide de acuerdo con el grado que cursan).
Esta vez los premiados resultaron ser: Agustín Musillo, de la Escuela Nº 60 Mariano Moreno de Rosario, el campeón del primer nivel. Y Lautaro Frassine de la Escuela Nº 252 de Villa Eloísa y Iara Ladino de la Escuela Nº 262 San José Obrero de Rosario, subcampeones. La única campeona en el segundo nivel, donde participan los chicos y chicas de 6º grado, fue Milagros Licata, también de la Escuela San José Obrero. Por el tercer nivel, el puesto de campeón fue para Tomás Bracalenti de la Escuela Nº 579 de Santo Tomé. Los subcampeones fueron Matías Romero de la Escuela Nº 6 de Santa Fe y María Victoria Altinier del Colegio Dante Alighieri de Rosario.
También es divertida. Algunos la miran con temor, otros piensan que es sólo para los más inteligentes pero también están los chicos y chicas que se divierten con la matemática. Entre ellos están los alumnos que cada año se animan, acompañados por sus docentes, a estas olimpíadas. Milagros, Iara y María Victoria aseguran que hay buenos motivos para participar. “Es lindo aprender más”, dice Milagros y María Victoria agrega que “es una herramienta útil para la vida”. Iara comenta que algunos de sus compañeros “no se animaban a las olimpíadas, pero después de lo que pasó en Santa Fe (por los buenos resultados obtenidos) muchos se quieren anotar”.
¿Problemas difíciles? Como verdaderas expertas cada una analiza los problemas olímpicos. Milagros confiesa que en la prueba los de geometría fueron los más difíciles. En cambio Iara asegura que les encantan los desafíos de “perímetros y geometría”. Para María Victoria, los más complicados son los de probabilidades: “Son más largos, te llevan como dos horas”. Todas son buenas alumnas, Milagros es abanderada de su escuela, María Victoria escolta.
Cada una dedicó un tiempo extra para prepararse para las olimpíadas matemáticas, que arrancan a principio del año escolar. Iara y Milagros, con la profesora Gabriela, una vez a la semana quedándose después de clases. María victoria menciona a las señoritas Sabrina y Cristina, también un taller de matemática que organiza su colegio, pero dice que para entrenarse prefiere bajar los problemas de internet y hacerlos en su casa.
Acompañamientos. Las tres campeonas comparten con alegría que siempre sus maestras y familias las acompañan. “Mi mamá se largó a llorar cuando anunciaron que era campeona”, recuerda Milagros. Iara se entusiasmó tanto que cuenta que ahora persigue a su hermano de 5 años para que “desde chiquito se vaya entrenando”.
Todas recomiendan anotarse en estos certámenes, porque se hacen de amigos y “lo que se aprende es para siempre”. “No hay dudas te prepara para la vida”, dicen las tres, al tiempo que piden la palabra “para mandar saludos a familias, amigos y compañeros”. “Esto también es un derecho a la educación”, concluye Milagros y las otras nenas aprueban la afirmación.