Las plataformas de streaming permitieron diversificar la oferta audiovisual proveniente de distintos países que de otra forma quedaban sujetas a la voluntad o el interés de los programadores de salas. Cuando se rompió ese esquema, uno de los países que primero mostraron su potencia y calidad fue Israel. La serie “Fauda”, con cuatro temporadas, preparó el camino. Se sumaron la exitosa “Shtisel”, con tres temporadas, y “El espía”, con Sacha Baron-Cohen, entre otras. Finalmente, “Poco ortodoxa”, en 2020, fue un fenómeno que dejó en evidencia la presencia de un mercado cautivo para este tipo de producciones. Ahora es el turno de “La reina de belleza de Jerusalén”, que poco a poco trepó posiciones hasta ubicarse entre las series más vistas tanto en Latinoamérica como en España.