Otra vez un taxista fue el gran protagonista de "Bienvenidos a bordo", el programa que conduce Guido Kaczka, quien quedó al borde de las lágrimas cuando un chofer le recordó que su papá había trabajado y su tío habían trabajado con sus abuelos.
Salvado sorprendió a Guido Kaczka y lo hizo emocionar.
Otra vez un taxista fue el gran protagonista de "Bienvenidos a bordo", el programa que conduce Guido Kaczka, quien quedó al borde de las lágrimas cuando un chofer le recordó que su papá había trabajado y su tío habían trabajado con sus abuelos.
El taxista, Salvador, le contó a Guido que desde hacía un tiempo manejaba un taxi pero que también se dedicaba a la carpintería. Fue allí cuando el chofer le preguntó: "¿Los conocés a Felisa y a Marcos?". Guido, entre sorprendido y ansioso, respondió: "Mis abuelos se llamaban así". Entonces, el hombre prosiguió con su relato: "Yo los conocí cuando era apenas un chico. Mi papá y mi tío trabajaron mucho con tu abuelo. Y él a mí me quería mucho , siempre iba a la fábrica y me quedaba con él mucho tiempo".
Guido quedó entonces con la emoción a flor de piel y comenzó a hacerle una serie de preguntas a su interlocutor ya que su abuelos fallecieron cuando él era apenas un bebé.
"Era divino, un pan de Dios. Si te digo la verdad, tu abuelo me quería como a un nieto. Era cachetudo y achinado", dijo Salvador con un dejo de nostalgia. "También lo conocí a tu papá Benjamín, a Jaime y a Luis (sus tíos). Tu abuelo en las fiestas quería que todas las familias de los que trabajaban estuvieran ahí presentes, porque él quería conocer a todos, quería saber de todos. Era buenísimo, de verdad", completó el taxista, mientras el conductor no salían de su asombro por la cantidad de datos que manejaba el hombre.
Guido quedó en silencio unos momentos y ante la posibilidad de quebrase en cámaras prefirió seguir jugando unos instantes más con Salvador y luego pidió un corte para seguir hablando con él sin las cámaras.