Mónica Fein acaba de ser ratificada por unanimidad como presidenta de ese espacio político a nivel nacional. Con el poder que le brinda esa unidad, la dirigente salió a posicionar al PS en un año donde el calendario electoral viene recargado. Dice que el socialismo no va a ir detrás de un “rejunte” sino que por el contrario “debe liderar” el proceso de cambio en la provincia de Santa Fe frente a una gestión como la de Omar Perotti, a la que juzgó de decadente.
En una entrevista con La Capital, Fein no habló directamente de candidaturas, pero colocó a Clara García (diputada provincial y esposa del fallecido Miguel Lifschitz) como una figura clave del partido en el armado provincial. Fue cauta cuando se la consultó si volvería a postularse como intendenta de Rosario, cargo que ocupó durante ocho años. La diputada nacional también deslizó que gran parte del socialismo no se siente contenido en la gestión de Pablo Javkin, a pesar de contar en su gabinete con algunos nombres identificados con el partido de la rosa.
—Comienza un año intenso desde el punto de vista electoral. ¿Cómo se prepara el socialismo?
—Renovamos autoridades nacionales y tengo el honor de haber sido reelecta presidenta por unanimidad. Eso marca la necesidad que tiene el socialismo de fortalecerse en la unidad para plantearse en Santa Fe un proyecto de liderazgo y de futuro. Después de la muerte de Miguel (Lifschitz) vivimos el dolor y la desorientación. Algunos creyeron que mientras lo despedíamos a Miguel, ellos despedían al socialismo y pensaron que nuestro proyecto político terminaba con él. Pero tenemos una historia, un proyecto colectivo. Tomamos el desafío de continuar un proyecto que viene desde hace tiempo y en eso tuvo mucho que ver Clara García, la primera que nos impulsó, en medio del dolor, a mirar adelante.
—¿Quiénes querían “despedir” al socialismo?
—Algunos sectores que comenzaron a no tenernos en cuenta porque, reitero, pensaron que la muerte de Miguel era el fin de un proyecto político. Y demostramos que es un proyecto que está vivo. Veo al socialismo soñando el futuro, más vivo que nunca, construyendo equipos técnicos, pensando que tenemos un gran legado que nos dejaron Miguel y Hermes Binner. Estamos muy orgullosos de nuestros doce años de gobierno provincial y 30 años en Rosario. Con toda esa experiencia tenemos que mirar hacia adelante. Estamos construyendo programas que saquen de esta situación de decadencia que está Santa Fe. Estamos trabajando en esa unidad para liderar un proyecto político en Santa Fe.
—¿Decidieron integrar el frente de frentes? ¿Ve viable ese proyecto opositor?
—Se discuten mucho los frentes electorales y como socialistas si algo tenemos claro es que hay que hacer frentes de gobierno. Hay que discutir contenidos. Tuvimos muchos fracasos de frentes electorales que no tuvieron un proyecto de gobierno. Me gusta decir que el socialismo tiene que estar muy cerca de la gente y lejos de la rosca, porque la gente nos está pidiendo cómo salir de la crisis. Hay que dialogar con todos los sectores que estén dispuestos a discutir un proceso transformador que saque de la decadencia a la provincia. El gobierno de Perotti, si hay algo que nos deja además de su incapacidad de resolver problemas, es el convencimiento de que la sociedad va a cambiar de signo político en Santa Fe. La discusión es quién lidera ese cambio y con qué contenido. Queremos que ese cambio sea protagonizado por el socialismo.
—¿El socialismo está convencido de que puede imponer sus candidatos sobre el resto de la oposición?
—El socialismo, en unidad, tiene que tener sus candidatos. Creo que algunos buscan al socialismo para sumarlo a proyectos que no tienen que ver con nuestros valores. Por eso el PS debe liderar un proceso y luego decidirá la gente, pero debe tener candidatos que representen los valores del socialismo. La verdad que no hay tanta experiencia como la que tenemos nosotros en gestionar y gobernar.
Con mucho diálogo se puede buscar acuerdos y miradas en común. No veo al socialismo detrás de un rejunte electoral” Con mucho diálogo se puede buscar acuerdos y miradas en común. No veo al socialismo detrás de un rejunte electoral”
—¿Van a ir a una interna abierta con el resto de la oposición?
—Si uno va en una alianza de gobierno, no seremos los únicos candidatos. Pero vamos a llevar lo mejor que tenemos, tanto en Rosario como en la provincia. Hay una historia de trabajo y desarrollo que nos plantea la necesidad de tener liderazgos en todos los niveles.
—Usted hablaba de la necesidad de un acuerdo programático. ¿Cómo compatibiliza el socialismo una alianza con el PRO cuando tienen visiones muy diferentes sobre el rol del Estado?
—Si hay algo que nos enseñaron Miguel y Hermes es que con seriedad, responsabilidad y mucho diálogo se puede buscar acuerdos y miradas en común. No veo al socialismo detrás de un rejunte electoral. Con un programa de gobierno, el socialismo tendrá sus propuestas y buscará liderar ese proyecto. Es el desafío que tenemos. También no mirar para el costado, porque en esta decadencia de Santa Fe nos debemos la responsabilidad de construir una alternativa política. Voy por la calle y mucha gente me dice: “Quiero que vuelva el socialismo”. La sociedad no está pidiendo que vuelva un partido político sino que Santa Fe vuelva a tener un rumbo. Quiere esperanza.
—¿También le piden que vuelvan a la gestión en Rosario?
—Sí, también la gente nos plantea que el socialismo tenga protagonismo en Rosario.
—¿Se sienten parte de la gestión de Javkin?
—Javkin le ha dado su propia impronta a la gestión y somos respetuosos de eso. La sociedad juzgará la gestión de Pablo, no yo.
—Pero tienen funcionarios dentro de esa gestión...
—La verdad, tenemos los que Pablo ha querido. Y también somos respetuosos de eso. El que lidera decide quién lo acompaña y en qué condiciones.
—¿Volvería a ser candidata a intendenta?
—Ningún cargo lo pensé en términos personales. Lo discutimos siempre colectivamente. La cuestión no es el nombre sino el proyecto. A nivel provincial, creo que García cumple un rol fundamental: es la que nos sacó la desazón y nos demostró su capacidad de liderazgo, su conocimiento de la provincia. La veo como una figura clave en Santa Fe. Aclaro que mi visión sobre Clara es personal, porque me tocó hacer con ella la campaña en un momentos difícil para los socialistas.
—Acaba de ser ratificada como presidenta del partido. ¿Cuál será su rol en la campaña?
—Buscar en la unidad partidaria los mejores hombres y mujeres para liderar nuestra propuesta en Santa Fe. Aportar esa mirada para que el socialismo, que tiene los mejores equipos técnicos de gobierno, sume toda su experiencia por la realidad que viene, que es muy compleja. Hay tanta anticipación en candidaturas y tan poco debate sobre los contenidos que, por eso, hago hincapié en lo que creemos: alianza de gobierno, unidad y liderazgo del socialismo, y los mejores hombres y mujeres para ese proceso. Porque algunos sectores piensan que el socialismo acompaña los procesos, y yo creo que el socialismo debe liderarlo. Fui intendenta de Rosario ocho años y extraño a un gobernador como Lifschitz, que conocía la ciudad.
—¿No observa una sintonía entre el gobierno municipal y el provincial?
—Perotti ha abandonado a Rosario. El gobernador y el presidente Alberto Fernández dejaron a su suerte a Rosario en la mayoría de los casos. Fue un abandono planificado. En el tema seguridad, por ejemplo, nos dejaron absolutamente solos.