El diputado nacional Waldo Wolff (Juntos por el Cambio, JxC) denunció penalmente al canciller Santiago Cafiero y al embajador argentino en Nicaragua, Daniel Capitanich, por la presencia en el acto de asunción de Daniel Ortega como presidente del país centroamericano de un iraní buscado por su presunta intervención en el atentado contra la Amia.
Wolff se refirió a Mohsen Rezai, sobre quien pesa una alerta roja de Interpol por pedido de la Justicia argentina, que lo acusa de haber participado en el ataque contra la mutual judía en 1994.
La causa, que recayó en el juzgado federal a cargo de Sebastián Casanello y quedó registrada con el número 116/2022, apunta a determinar si el gobierno argentino “fue previamente informado por el de Nicaragua sobre la presencia de Rezai en la ceremonia de asunción de Ortega, y si esa fue la razón por la cual el Ejecutivo decidió no enviar una delegación” al acto.
Wolff, con el patrocinio del abogado Tomás Farini Duggan, evaluó que “de haber sido previamente informado (como ocurre habitualmente ante ceremonias oficiales de esa envergadura) o durante el acto propiamente dicho”, Cafiero podría ser considerado coautor del delito de “incumplimiento de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”.
Wolff recordó que, en declaraciones públicas, Capitanich había anunciado que una delegación gubernamental argentina asistiría al acto de asunción de Ortega, pese a lo cual ello no ocurrió y el país sólo estuvo representado por el diplomático.
“Ese cambio de posición podría encontrarse motivado en el conocimiento previo del gobierno argentino sobre quiénes concurrirían al acto. Es un dato que la instrucción deberá esclarecer”, propuso la denuncia.
Sobre Capitanich, el texto señala que “representa oficialmente a la Argentina ante el gobierno de Nicaragua” y, por ende, “en cumplimiento de ese cargo tenía el deber de denunciar, ante el gobierno de Nicaragua, la presencia de un prófugo de la Justicia argentina con orden de captura internacional y alerta roja de Interpol”.
Conformidad
Paralelamente, el director de la Cancillería de Israel para América latina, Jonathan Peled, se mostró “conforme” y “dio la bienvenida” al comunicado del gobierno argentino de repudio ante la presencia del funcionario iraní acusado de haber participado en la planificación del atentado a la Amia en el acto de toma de posesión del presidente de Nicaragua.
“Estamos conformes y dimos la bienvenida al comunicado publicado por Cancillería. Es un repudio y un reclamo que nos parece exactamente como debería ser. Coincidimos en que este señor tiene que ser extraditado a la Argentina y debe enfrentar a la Justicia’”, sostuvo Peled en declaraciones reproducidas por la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Para el diplomático israelí, la presencia en Nicaragua de Rezai, vicepresidente de Asuntos Económicos de Irán, “es una vergüenza hacia la Justicia argentina y la Justicia internacional, una afrenta a las víctimas del atentado a la Amia y a las normas del derecho internacional”, añadió.
“Estamos asombrados y muy enojados con la presencia de este criminal y terrorista en Nicaragua, quien tiene contra él una alerta roja de Interpol en la lista de Repet (Registro Público de Personas y Entidades Vinculadas a Actos de Terrorismo y su Financiamiento) de la Argentina”’, expresó.
Peled aclaró también que la “disputa” de Israel “es con Irán, no es con la Argentina y ni siquiera con Nicaragua, y más precisamente con el régimen iraní, que ha mandado a este criminal y terrorista a la toma de posesión de Ortega”.
La Argentina había expresado el martes su "más enérgica condena” a la presencia de Rezai en el acto de toma de posesión de Ortega en Nicaragua.