Javier Artigas (48) es un empresario exitoso de Uruguay. Si no lo cuenta, nadie se puede imaginar la historia que hay detrás. Estuvo en Rosario y fue una de las charlas Tedx más exitosas que se realizaron el pasado sábado.
Javier Artigas (48) es un empresario exitoso de Uruguay. Si no lo cuenta, nadie se puede imaginar la historia que hay detrás. Estuvo en Rosario y fue una de las charlas Tedx más exitosas que se realizaron el pasado sábado.
En el 2007 le descubrieron que sus riñones estaban llenos de quiste, que tenía uno más en el cerebro y además un problema en las piernas. Se trata de una enfermedad que heredó de su papá y que no tiene cura: la poliquistosis renal.
Javier trabajaba en una empresa multinacional como ingeniero, en un buen puesto. Cuando supo que debía someterse a diálisis, durante tres días por semana por cuatro horas, lo despidió, y sin indemnización.
De un día para el otro el uruguayo, que ya tenía una familia con cuatro hijos, se encontró enfermo y sin trabajo.
Su estado de salud fue empeorando y terminó en coma durante 22 días. Pasó tres años y seis meses en diálisis. "No las sufrí, al contrario, me enseñaron mucho", contó este hombre que hoy ya tiene un trasplante renal y extraña el grupo de contención que ofrecía aquella sala de diálisis.
"Aprendí a valorar que era mi segunda oportunidad en la vida", confesó emocionado.
En agosto de 2017 se realizó un trasplante renal que define como "mi tercera oportunidad de vivir".
"Hasta que llegó la enfermedad yo me ocupada de cosas con mentalidad de la escasez: siempre estaba pensando en hacer cosas para conseguir otras cosas. Me enfocaba en conseguir cosas y no miraba a las personas. Aprendí que eso no vale de nada, y la realidad es que todos somos iguales. Me di cuenta de que yo soy hijo, hermano, padre, enfermo crónico y jugador de fútbol y eso es para siempre, y todo lo demás va y viene".
Artigas habla de "anti fragilidad" y lo prefiere al término resiliencia, porque el anti frágil no es el que resiste sino que "sale mejor que antes luego del sufrimiento", explicó.
"Cuando me encontré en esa situación de total desamparo tuve que pensar cómo solucionar mi vida en lo inmediato. Con mi esposa, que es mi gran sostén, decidimos poner parte de nuestra casa en una plataforma de Airbnb, y alquilarla porque yo no sabía si íbamos a comer al otro día", expresó.
Allí recibió como huésped a Hernán Casciari, a quien su mujer le salvó la vida cuando tuvo un infarto. Y eso hizo que uno de los creadores de Airbnb quisiera conocerlo y fuera el primero que apoyara su emprendimiento.
"Estando en diálisis me di cuenta de que cualquier el paciente quedaba atado a una máquina, y con él su familia. Y entonces diseñé una plataforma web para que los pacientes pudieran encontrar un lugar donde se pudieran dializar en cualquier parte del mundo". En agosto de 2015 la lanzó al ciberespacio y hoy está presente en más de 150 países y conecta a 156 mil pacientes con 8.000 centros.
Pero lo más interesante es que en la empresa de Artigas trabajan 88 pacientes que acompañan y contienen a los que se conectan a través de esta plataforma.
Artigas sabe que es un paciente crónico que vive agradecido por las oportunidades que le dio la vida.
Junto a su esposa. En una de las tantas salas de diálisis que recorrió Javier.
Por Nicolás Eliceche (*)