El plantel de River regresó ayer a Buenos Aires, luego de haber conseguido el miércoles un agónico empate 2-2 en México ante Tigres por la Copa Libertadores.
El plantel de River regresó ayer a Buenos Aires, luego de haber conseguido el miércoles un agónico empate 2-2 en México ante Tigres por la Copa Libertadores.
Los jugadores dirigidos por Marcelo Gallardo arribaron al aeropuerto Internacional ubicado en Ezeiza después de trece horas de viaje y tuvieron el resto del día libre, ya que el equipo volverá a entrenarse hoy con miras al encuentro de mañana ante Argentinos Juniors, por la novena fecha del torneo.
Fueron 13 horas desde Monterrey hasta Buenos Aires y por eso Gallardo optó por liberar a sus futbolistas hasta hoy. Luego del entrenamiento en el Monumental, el plantel tendrá algunas horas más para compartir con sus familiares y regresarán por la noche para concentrar previo al encuentro en La Paternal.
Por su parte, el delantero Lucas Boyé no integró la delegación que arribó a Ezeiza, ya que perdió en México la tarjeta de embarque y regresó al país anoche.
La dirigencia millonaria aceptó pagar la multa por la pérdida de Boyé, pero cuando cumplió con ese trámite el vuelo ya estaba cerrado y fue imposible convencer a las autoridades del aeropuerto y los representantes de la compañía para que permitieran que el juvenil se subiera al avión.
“Nos dieron una posibilidad más. Hay que esperar y hacer lo que tenemos que hacer nosotros, también tenemos que esperar que Tigres gane en Perú”, remarcó Gonzalo Pity Martínez apenas tocó suelo argentino y todavía con reminiscencias del partido por la competencia internacional.
El ex jugador de Huracán logró con su velocidad y verticalidad darle más ritmo a un equipo que en el primer tiempo en México no había conseguido profundidad ofensiva.
“Entramos bien con Mayada, pudimos estar bien por afuera y ése era el objetivo”, explicó.