La falta de limpieza de los principales arroyos y canales que atraviesan la ciudad llegará a la Justicia ya que un concejal presentará un amparo para exigir el saneamiento total de los arroyos Ludueña y Saladillo, así como de los canales Salvat e Ibarlucea. En el caso del Ludueña, organizaciones ambientalistas denunciaron, el año pasado, "un grave e irreparable daño ambiental" por diversas obras en terrenos sobre la desembocadura.
Quien presentará el amparo judicial será el edil Carlos Cardozo (Juntos por el Cambio). En este marco, el edil manifestó: “Son cloacas a cielo abierto en medio de los barrios. Una vez más y como en todos los veranos, proliferan conexiones clandestinas en los arroyos Ludueña y Saladillo y los canales Salvat e Ibarlucea".
“Le solicitamos al gobierno de la Provincia para que tanto desde el área de la Secretaría de Recursos Hídricos como desde el área del Ministerio de Ambiente, salgan a ver de dónde vienen todos estos residuos que terminan en los arroyos”, dijo, y agregó: “Mientras tanto, no vamos a simplemente seguir esperando y por eso presentaremos un amparo judicial que resuelva esta situación”.
Cardozo afirmó que “a simple vista se ven conexiones ilegales, manchas de residuos industriales, basura, espuma blanca y, sobre todo, un olor insoportable que rápidamente indica el nivel de contaminación del agua. Todo eso muy cerquita de un grupo de chicos del barrio que juegan y disfrutan sus vacaciones desconociendo los peligros”.
El edil aseguró que "la responsabilidad más grandes es del gobernador Perotti, porque los cursos del agua son responsabilidad del gobierno provincial". Sin embargo, añadió: "También hay una parte que le corresponde a la Municipalidad, en relación a la faltante de contenedores y los basurales a cielo abierto que se arman junto a los arroyos. Rosario tiene que darle un vuelco total a la lógica actual de recolección de residuos”.
Advertencia previa en el Ludueña
Organizaciones ambientalistas denunciaron, en mayo del 2022, la producción de “un grave e irreparable daño ambiental” por obras en el arroyo Ludueña, un humedal urbano con bosque fluvial de alisos y sauces. Por entonces, exigieron la paralización de los trabajos y solicitaron la realización de estudios de impacto ambiental en el lugar.
Las obras en cuestión se realizaban sobre los terrenos que se encuentran en la ladera sur de la desembocadura del arroyo. De acuerdo a informes que llegaron entonces al Concejo, la empresa a cargo de los trabajos “incumplió con las obligaciones contraídas en el contrato de concesión”.
Las entidades ecologistas remarcaron que las obras se trataban de "modificación de las costas, movimientos de suelos, socavación de las paredes de la barranca, construcción de pilotes sobre el lecho del arroyo, dragado, desmonte, construcción de terraplenes hacia el interior del arroyo y hasta el centro del mismo, obstruyendo de esta manera el cauce natural de las aguas hacia la desembocadura en Paraná, afectación del paisaje y del lecho del arroyo, acelerando irremediablemente, afectando la escorrentía natural de la zona”.
En tanto, un estudio llevado adelante en el arroyo Ludueña por la Universidad Nacional de Rosario (UNR) a pedido del Concejo Municipal, realizado en abril del año pasado, indicó que las aguas arroyo arriba cuadruplicaron los niveles de contaminación en comparación con las muestras tomadas aguas abajo.
Las dos muestras se extrajeron de dos sitios distintos del curso de agua: uno en la zona de La República y Sayacú, el otro en Nansen y José Hernández. Los valores demostraron la carga inorgánica del curso de agua, que hace referencia a una gran presencia de desechos cloacales e industriales.
Denuncias de un vecino preocupado
Un vecino de la ciudad viene batallando desde hace mucho tiempo para cambiar el estado de cosas de los arroyos Ludueña y Saladillo. Marcelo Ferraro no se resigna y exige el saneamiento de los cursos de agua.
El vecino tomó fotos y relató en varias oportunidades las situaciones que se producen allí. Se encargó de hacerles llegar a las autoridades de Ambiente, tanto municipal como provincial, distintas carpetas con material contundente. “Lo único que hicieron fue autorizar la limpieza de las costas, algo con más tinte propagandístico que otra cosa”, dijo.
El referente denunció que allí llegan líquidos residuales provenientes de las viviendas y otros lugares de la ciudad, además de desechos industriales: “Es un disparate lo que estamos viviendo los rosarinos. Tenemos dos arroyos maravillosos y no podemos disfrutarlos”.