La firma Triángulo Color presentó la quiebra. Así lo aseguró ayer el abogado de la empresa, Pablo Barello, durante una audiencia en el Ministerio de Trabajo. En la reunión, desde el gremio sostuvieron que la empresa no pone a disposición de los 30 empleados despedidos las indemnizaciones ni los salarios adeudados.
De acuerdo con el acta de la audiencia, el sindicato de Empleados de Comercio se opuso a que tengan que ser los trabajadores quienes asuman las pérdidas de los dueños de la firma.
En este sentido, presentaron el inventario de los inmuebles y maquinarias pertenecientes a Triángulo Color, con los que se podrían saldar algunos de los rubros indemnizatorios.
Además, los gremialistas reiteraron la intención que tienen los trabajadores de realizar una cogestión entre los empleados despedidos y los propietarios de la firma para que Triángulo Color reabra sus puertas y comience a funcionar nuevamente para así generar el dinero necesario para saldar los sueldos adeudados.
El cierre de las tres sucursales de Triángulo Color fue el pasado 24 de noviembre. Durante la madrugada, los dueños de la empresa fueron a los locales de Corrientes 1935, Portal Rosario Shopping y Shopping del Siglo, y cambiaron las cerraduras.
A la mañana siguiente, cuando los 29 empleados de la firma se presentaron a cumplir con sus tareas, se encontraron con ese cuadro: los locales cerrados, ellos en la calle y sin posibilidades de ingresar.
Para la fecha del cierre, la firma ya adeudaba a sus trabajadores dos sueldos completos. La cadena de atrasos había comenzado en marzo, cuando dejaron de pagar los salarios, que se reanudaron en el mes de mayo. En ese proceso, desde el gremio mercantil se pusieron en contacto con el Ministerio de Trabajo. El día que se registró el cierre, había una audiencia programada en ese organismo provincial para zanjar la problemáticas de los retrasos salariales. Rápidamente, esa audiencia reconvirtió su función y se trató sobre el cierre de los locales sin previo aviso.
Los argumentos esgrimidos entonces por el representante legal de la empresa hacían referencia a la difícil situación económica del país. El letrado negó que se tratara de un cierre programado y dijo que, días antes, habían tenido problemas con la Afip que los llevaron a tomar la decisión, que catalogó de "repentina".
Lo trabajadores despedidos y el gremio descreyeron desde un principio de esa versión. De hecho, señalaron que en el transcurso del año ya habían cerrado otros locales y dejado en la calle a una decena de compañeros.
Los propietarios de la firma, Pablo y Nadia Iphais, son hijos de uno de los socios fundadores de Triángulo Color SRL, y desde hace dos años están a cargo de la empresa. Cinco días después del sorpresivo cierre, los trabajadores echados realizaron un escrache en la puerta de la casa de Pablo Iphais para exigir respuestas.