La Fiscalía indagará hoy al albañil Adalberto Raúl Cuello como presunto responsable del "homicidio agravado" del chico Tomás Dameno Santillán, mientras se avanza con una serie de pericias y testimoniales para determinar si el acusado actuó para "vengarse" de su ex mujer, madre de la víctima.
El fiscal de Junín Javier Ochoaizpuro, a cargo de la investigación, pidió ayer formalmente la detención de Cuello, de 38 años, tras imputarlo formalmente de "homicidio agravado con enseñamiento y alevosía".
Por ahora es el único imputado por el crimen del niño de 9 años, aunque se está analizando si pudo haber contado con alguna colaboración o encubrimiento.
"Hay elementos para suponer que esta persona sería la responsable. No hay dudas acerca de la materialidad del hecho", dijo el fiscal de Junín.
Según el fiscal, Tomás "murió poco después de desaparecer, entre las 12 y las 16 del martes pasado. Recibió golpes en la cabeza que resultaron vitales con un elemento duro, romo, que no se determinó. Hasta el momento la hipótesis es la participación de una sola persona".
Si bien rehusó confirmar públicamente si la supuesta mala relación entre Cuello y su ex pareja, Leonor Santillán, madre de Tomás, fue detonante del crimen, reconoció que está "trabajando en esa línea".
En el mismo sentido, y sin querer confirmar la hipótesis, el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, dijo que la madre de Tomás mantenía una "relación tortuosa" con su ex pareja.
Mientras se espera que hoy Cuello sea trasladado desde la comisaría donde se encuentra hasta la Fiscalía de Junín para ser indagado por el homicidio, los investigadores buscaban pruebas en el descampado donde apareció el cadáver en busca de un "caño redondo de acero" con el que lo habrían matado.
El ministro Casal dijo que el nene "fue asesinado de dos golpes certeros en los dos parietales", pero "el arma mortal no se encontró".
"Fueron dos golpes certeros en los dos parietales, izquierdo y derecho, cruzados hacia la mandíbula, con un elemento romo. La marca es fija, clara y pareja de los dos lados: fueron dos golpes mortales", aseguró.
Los investigadores buscaban además rastros en algunos de los seis vehículos secuestrados a los que tenía acceso Cuello para saber cómo fue trasladado el menor desde la escuela hasta el terreno de la localidad de Bayauca, donde se lo halló, una zona rural de las afueras de Lincoln.
El cadáver del nene fue encontrado por una vecina de Lincoln en un predio que pertenecería a un allegado de Cuello, a 500 metros de la ruta provincial 50, y a tres kilómetros de la rotonda de acceso al pueblo.
La policía interrogaban ayer a un grupo de vecinos de Lincoln para certificar si el imputado había amenazado a su ex mujer con atacarla "donde más le dolía". La pareja habría mantenido un conflicto tras su separación por la manutención y las visitas al hijo de ambos, el bebé de siete meses que era hermano de la víctima.
Coartada. El albañil le dijo a la policía que el martes pasado se despertó cerca del mediodía y se dirigió a la casa de un amigo apodado "Lechuza" para pedirle dinero prestado para darle a su ex mujer, la madre de Tomás, para así poder ver al bebé que tiene con ella.
Pero Cuello aclaró que no se encontró con su amigo porque éste no estaba en la casa, por lo que regresó a su vivienda y se puso a navegar en Internet en su Facebook.
Para los investigadores, la actividad de ese Facebook es clave, porque ese mismo día de la desaparición Cuello subió a su muro dos fotografías: a las 12.53 una imagen de su bebé y a las 13.10 un campo con una arboleda roja.
La policía ahora analiza los tiempos, ya que a priori, los 53 minutos que pasaron entre que Tomás salió del colegio y Cuello subió la primera foto al Facebook, alcanzarían para haber capturado al menor, asesinarlo, arrojar su cadáver en el campo ubicado a tres kilómetros del centro de Lincoln y regresar a su casa, según explicaron las fuentes.
"El crimen de Tomás fue premeditado, no hay dudas"", dijo el ministro Casal. "El que lo hizo, lo hizo así. Alguien lo subió a algún vehículo y terminó en ese montecito de las afueras de Lincoln asesinado de un modo inmediato. Se está trabajando para ver si alguien pudo haber visto algo", prosiguió.
Todavía no está claro en qué circunstancias fue abordado al menor, cuando el nene salió al mediodía del martes del colegio Domingo Faustino Sarmiento y emprendió rumbo a su casa.
El homicidio de Tomás "no tiene justificación. Asesinar a un niño de esa edad, tan indefenso, frágil y sin nada que lo pueda justificar ni validar es un sinsentido", opinó Casal. "Nadie puede tener motivos para asesinar salvajemente a un angelito como era este chico. No hay ninguna razón", concluyó.
Los restos de Tomás fueron velados durante cinco horas en una sala que se montó en la Cooperativa de la localidad de Timote, a unos 60 kilómetros de Lincoln, de donde son oriundos sus padres y abuelos, y fueron sepultados en el cementerio local cerca de las 19.30.
Más de 300 personas acompañaron a la familia en la inhumación del niño. La madre del niño, Leonor Santillán, sufrió una descompensación y debió ser asistida por médicos.
Saña inaudita
Según el informe preliminar de la autopsia, el niño murió entre las 12 y las 16 del martes por un “paro cardiorrespiratorio traumático a consecuencia de politraumatismos; traumatismo craneoencefálico; fracturas con hundimiento de ambas zonas laterales de cráneo (fractura de base de cráneo en bisagra); producidas con un elemento contundente y romo”. Los peritos creen que Tomás tenía apoyada la cabeza en el piso cuando recibió los golpes mortales, lo que explicaría las fracturas en los dos laterales del cráneo.