Mal presagio para la vida
Una canción me hizo reflexionar en la incoherencia de algunos actos y pensamientos.
23 de mayo 2018 · 00:00hs
Una canción me hizo reflexionar en la incoherencia de algunos actos y pensamientos. Dice: "¿por qué querer matar a tus hijos? Es para que duela años la sangre". Y más adelante: "leyes viejas más genocidas, mal presagio para la vida" Su autor: León Gieco, que siempre se alineó con el reclamo de los desaparecidos y hoy con los que proponen el crimen del aborto, engañado tal vez por las falsas cifras y por la falacia de que el aborto legal reduciría las muertes por los clandestinos. Mentiras que en otros países dieron resultado para legalizarlo, pero que con el correr del tiempo se descubren falsas. Pero ya es tarde, ya mataron miles de niños inútilmente. Ahora los países más desarrollados están volviendo y poniendo límites y restricciones al aborto. Pero acá nos enteramos tarde y vamos a la cola de los avances. Pero la verdad es que los grandes poderes que lideran este mundo controlan estas decisiones y también a los países como el nuestro; con presiones económicas, sanitarias y educativas para que como Nación nunca salgamos a flote porque somos la reserva natural de esas potencias y nuestros gobernantes unos vendidos a esos intereses. El aborto es al fin una herramienta más de control poblacional que utiliza al activismo feminista disfrazándolo de "derecho", ese derecho a matar inocentes con la excusa de las muertes probables por la clandestinidad, desentendiéndose de la única muerte segura: la del hijo. La mayoría de nuestro país no quiere el aborto y eso se demostró con los más de dos millones de personas que salimos a la calle a pedir por esas vidas: las dos vidas. Me quedo con el final de esa misma canción: "Insistiré con un mar de rosas y construiré sobre cenizas. Tendré un sueño nuevo en mis manos y lucharé para que sea justicia. Las mejillas de mis hijos en mis labios, y encontraré en sus ojos un nuevo descanso". Tengo esperanza en nuestros legisladores que respetan la vida naciente, en aquellos que no se venden a intereses mezquinos, que no compran el verso del feminismo radical, en los valientes que actúan conforme a sus valores, en los patriotas que defienden a los argentinos que están en el vientre materno, indefensos, frágiles, inocentes y confiados en los cuidados de su madre. Dios, fuente de toda razón y justicia, los conduzca por el sendero recto, los proteja para que puedan votar con libertad y premie su labor con paz para sus conciencias y honor por su tarea. Rosario te quiero Provida.
Marcelo Arderiú
DNI 14.509.560
La corbata, señor Gino Tubaro
En la mesa de Mirtha, el quinto invitado de la noche contaba, sin golpes bajos, con esa naturalidad suya que encanta (aunque en este caso conmueve), que era hijo único y había vivido desde siempre con su madre en Pompeya que tomó para sí el doble rol tutelar ante el abandono de su padre. Esta personita maravillosa, de las muchas que provee Argentina al mundo, es inventor de prótesis a medida, realizadas en impresoras 3D y que entrega personalmente a personas mutiladas que no cuentan con los miles de dólares que cuesta importarlas. Vestido de impecable camisa, saco y corbata relataba que otro de los invitados presentes allí le había ayudado con el nudo de la corbata porque él no sabía hacérselo. Ese cúmulo de pequeñas enseñanzas que los padres solemos realizar durante el crecimiento de nuestros hijos, casi sin proponérnoslo, como cosa natural. Pensé por un instante que todos nacemos con una heredada cantidad de potencialidades que se van acrecentando con el correr de los años, de los besos, de los abrazos, de los apoyos y enseñanzas paternas que este pequeño gigante no tuvo, sin guardar resentimiento por ello ante la vida, a pesar de las muchas dificultades que habrán debido sortear en ese hogar reducido a la mínima expresión esos dos integrantes. La anécdota que acababa de contar este genio con sus tiernos 22 años y esa sonrisa diáfana que lo acompañó en toda la cena, pudo más que mi propósito de no quebrarme y llenó mis ojos de lágrimas. Cada vez que se haga el nudo de la corbata, señor Tubaro, recuerde que "por error u omisión" usted es el padre del gigante Gino, mal que le pese.
Juan José de Guzmán
DNI: 4.450.157
El hermoso bulevar Oroño
Rosario tiene uno de los bulevares más lindos del mundo del que los rosarinos debemos sentirnos orgullosos por su extensión con dos calles laterales, por la gran cantidad de especies de árboles que posee. No hay que modificarlo con obras raras, sino hacerle tareas de mantenimiento que son indispensables, como ser: extraer de los árboles la gran cantidad de claveles del aire de sus ramas que los están secando, cortar las cintas plásticas de los carteles que los ahogan, completar el pasto de los canteros y reponer las baldosas faltantes, no permitir el paso de bicicletas ni patinetas que son un peligro para los peatones, que los dueños de perros recojan sus excrementos en bolsas y los depositen en los contenedores. Con estas simples tareas podremos mejorar el aspecto de nuestro querido bulevar.
Antonio Mogetta
DNI: 6.005.840
La visita de Maradona a Maduro
La visita de Maradona a Maduro es repudiable bajo todo punto de vista, porque nadie puede dudar que Maduro, un personaje siniestro, dictador y asesino impuso en Venuzuela un estado de terror condenando a muerte de hambre al pueblo y obligando a emigrar a millones de personas que escapan de la muerte. (A Rosario todos los días llegan venezolanos y ya son miles). La actitud payasesca y ridícula de Maradona apoyando a Maduro y regalándole un reloj de 30.000 dólares, mientras el pueblo se muere de hambre o por falta de medicamentos, es una burla y una grave ofensa, no sólo al pueblo venezolano, sino a todos los latinoamericanos de bien. Maradona necesita que alguien lo guíe y lo oriente, porque no se puede creer que esté, tan abiertamente, a favor de los criminales que gobiernan Venezuela y que ayer "ganaron" en unas elecciones fraudulentas, con amenazas, intimidaciones y muchas otras acciones violentas.
DNI: 6.347.664
Desmembrar el gabinete nacional
Con una mano en el corazón, o mejor con las dos manos tapando nuestros oídos, ¿no creen que aquí se habla mucho, por demás? Que gran parte de lo que se dice son tonterías y que generalmente se grita, especialmente los insultos. Colmados de un real escepticismo nos sometemos con espanto a oír tantas palabras de barricada, de escenario, de ocasión. Todo ofrecido con vértigo, pero nunca donde y cuando realmente importa, y desde ya, escasas de toda sensatez. Transitar hoy un camino de coherencia que nos conduzca a un país en serio, se reduce y se descuida a diario, pero eso sí: palabras, denuncias, discursos y debates no faltan para nada. El cauce incontenible de temas insustanciales y propuestas agresivas, rebalsan los programas televisivos, corren caudalosos por ciertos programas radiales, mancha las páginas de algunos medios escritos, flota impunemente en el discurso de algún congresista sinvergüenza para terminar, como corresponde, por el contagio del hastío, enturbiando el cántico de las hinchadas futboleras. Real y penosamente, se ha convertido en una pasión argentina declarar y compartir boludeces, transmitir la estupidez como espectáculo masacrando la razón en un improductivo y ya cómico tiroteo verbal. Reconociendo que mínimamente hay discusiones provechosas y alaridos saludables. Nada más legítimo que el grito del postergado, el humillado o el causado por un gran dolor o una feroz injusticia. Procuremos ignorar a los que hablan de más, evitando tantísimas palabras inútiles al viento. Fascistas inocultables que aumentan su limitado léxico con insultos, retaceando el pensamiento y abonando siempre la intriga. Personajes lamentablemente públicos, quienes evidentemente desconocen o desprecian aquel proverbio chino: "No hables... a menos que puedas mejorar el silencio".
Norberto Ivaldi
La importancia de la vocación de voluntario
Se me ocurre escribir algunas líneas sobre la importancia del voluntariado. Son mujeres y hombres de todas las edades que brindan su amor y su tiempo para ayudar a personas con las que no guardan ningún parentesco y tienen como meta apostar a un mundo mejor, con compromiso y solidaridad. Con frecuencia, todos tenemos un mal día o un tiempo de mala racha, en la que sentimos que nos resulta difícil remontar el mal momento. Algunos se quedan paralizados, enojados, se compadecen y piensan en nuevas estrategias para salir del pozo. Otros, en cambio, que atraviesan las mismas dificultades, juntan fuerzas de donde no las tienen y salen a darles una mano a quienes la necesitan, a otras personas, anónimas, que la están pasando mal, igual o peor. Los moviliza, en algunos casos, una búsqueda, una fuerza interior y una vocación de servicios envidiables. Hay algo en el interior del voluntario que lo moviliza y es ese el momento en que hay que dejar de hablar y hacer. Al voluntario lo mueven dos razones principales: la creencia de que puede transformar la realidad y el convencimiento de que puede cambiar la vida de algunas personas. La tarea del voluntario es una tarea noble, que a niños y adultos les da una mirada positiva de la vida. Algunos piensan que el tiempo, o la falta de él, es un impedimento para colaborar. Se equivocan; el tiempo es un regalo que uno invierte en lo que le gusta hacer. Ser voluntario implica no sentir que la persona pierde el tiempo, sino que ese tiempo está bien invertido. Hay una creencia bastante instalada de que para ser voluntario hay que tener mucho tiempo. No es verdad, todos tenemos un poco de tiempo para participar, para colaborar con el prójimo, con lo cual diría que alcanza con eso, con tener ganas y vocación solidaria.
Jorge Omar Bustamante
DNI: 7.796.562