El 17 de diciembre concurrí a un recital junto con mis tres primos (mellizos de 18, el más grande
de 22 y yo de 28 años) y luego de finalizado el show fuimos hacia el centro a cenar. Como era la 0
hora todos los restaurantes habían cerrado, excepto un minimarket ubicado en Corrientes 911.
Compramos cuatro sandwiches y una gaseosa, y allí nos íbamos a sentar a comer. En el momento de
pagar me piden documentos o de lo contrario no podríamos quedarnos allí. Le expliqué que no lo
tenía porque veníamos de un recital y que jamás llevaba documentos encima, y además no habíamos
comprado bebidas con alcohol, a lo cual el señor me informó que entonces deberíamos retirarnos.
Pregunté en voz alta a todos los que estaban quiénes tenían DNI, y todos con sonrisas en sus caras
me dijeron que no lo llevaban. Allí mismo se encontraban dos policías y uno de muy mal humor me
gritó: "¡Señorita, retírese y deje de hacer escándalo!". De muy buena manera le comuniqué lo que
pasaba y me volvió a decir: "Andáte". Con toda mi bronca le dije que estaban locos, que el negocio
era un servicio a la comunidad y que lo que estaban haciendo no era más que discriminarnos. El
policía enfurecido me empujó hacia afuera y allí traté de llamar al otro uniformado, que permanecía
en el auto. El otro pareció entender y apaciguó la furia que había entre nosotros cuatro y el
uniformado mal educado. En ese momento salió un señor a escuchar la conversación y luego de oírnos
se presentó como el “dueño”, diciéndonos que no teníamos razón y que si caía la
Municipalidad le cerrarían el negocio. Es lamentable encontrarse con esta clase de personas que te
maltratan y te discriminan por llevar una remera negra con tu banda de música preferida, sin saber
qué hay realmente dentro de cada persona. Te hacen pasar vergüenza y de servicio al prójimo no
saben nada.
Jesica Sabella,
DNI 27.059.900