Quisiera contestarle al señor Ernesto Figge, quien intuyo no debe haber cometido jamás una
infracción de transito, dada su arrogancia y poder de acusación. Me incluyo entre los infractores
que él menciona. Como taxista me veo obligado a cometer dichas infracciones gracias al caos de
tránsito existente en la ciudad (cuando debo detenerme en doble fila es porque nuestras paradas
exclusivas están ocupadas por vehículos particulares, camiones haciendo reparto, pasajeros que no
entienden que tienen que trasladarse a la parada para abordarnos, etcétera, etcétera). Le sugiero
trate de fijarse en todas estas situaciones, reflexione y lo más importante: no ponga a todos en la
misma bolsa.
Ariel Mc Cormack
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N. de la R.: El lector se refiere a la carta de Ernesto Figge publicada el pasado 19 de enero
bajo el título "Licencia para transgredir". En ella Figge critica fuertemente la manera de conducir
de los taxistas, ya que -dice- no respetan ninguna de las normas de tránsito.