El objeto de la presente es el de solicitar al intendente de la ciudad que ponga en marcha, de una vez por todas, los mecanismos apropiados para que las noches en el centro de la ciudad contengan el decoro y serenidad necesaria para que los vecinos podamos entregarnos al merecido descanso nocturno luego de la semana agobiante de trabajo. Me refiero específicamente a los ruidos molestos que los fines de semana proceden del boliche Castel Nuovo, situado en los altos de Córdoba y Sarmiento. Quienes vivimos en sus inmediaciones soportamos la estridente música tal como si se tratara de una fábrica metalúrgica en plena actividad, ya que a través de las paredes lindantes el ritmo de los instrumentos de percusión retumba como verdaderos martillos neumáticos. Hemos hecho en repetidas ocasiones, la denuncia a la GUM (las quejas se hallan guardadas en su archivo informático) y además denuncias efectuadas en Inspección General. Todo ello con resultados extrañamente adversos, ya que los ruidos, en los últimos tiempos, se intensificaron con mayor descaro e insolencia. No quiero dejar de exponer las condiciones lamentables, no sólo de insonorización, sino edilicias del boliche, ya que no cuenta con salidas de emergencias (recordar Cromañón) y desde la gran pedrea del 2006 los vidrios que dan a calle Sarmiento aún permanecen rotos y cubiertos por lonas plásticas que no condicen, seguramente, con las reglas básicas de seguridad y decencia como para que ese negocio nocturno permanezca habilitado.