- “Hola Pachu! ¿Cómo estás? Nos gustaría entrevistarte para la revista Sociedad, que desde el 12/6, empieza a salir todos los domingos junto al diario La Capital, ¿puede ser?”.
Por Lucía Cuffia
- “Hola Pachu! ¿Cómo estás? Nos gustaría entrevistarte para la revista Sociedad, que desde el 12/6, empieza a salir todos los domingos junto al diario La Capital, ¿puede ser?”.
- “Hola! Sí, claro. Si querés mañana a las 12 estaría bien”.
Así comenzó el intercambio con José María Peña, más conocido como Pachu Peña, el humorista y actor rosarino, cuya risa contagiosa es todo lo que está bien. Al menos así lo dice la gente: “La risa de Pachu Peña me da años de vida”, “La risa de Pachu es la cura contra el Covid 19”, por citar algunos de los muchos comentarios que le escriben en redes sociales. Pachu recoge el guante y responde: “Es muy lindo y yo lo agradezco mucho. Mucha gente piensa que puedo forzar la risa, pero posta que es natural”.
En plena gira con la obra “Una noche en el hotel” -la comedia dirigida por Carlos Olivieri, que cuenta con las actuaciones de Pachu, Pedro Alfonso, Rodrigo Noya, Iliana Calabró, Julieta Bartolomé, Camilo Nicolás y Sofía Macaggi-, Pachu responde las preguntas desde el colectivo que traslada al elenco por varias ciudades del país.
Cuando se habla con Pachu, es difícil saber si te está haciendo alguna broma. De hecho, como su voz sonaba raro, le preguntamos en tono de chiste, si realmente era él o si nos estaba haciendo alguna joda con algún doble. Se ríe y no quedan dudas. “Los cambios de clima me matan”, se excusa.
A días de cumplir 60 años, el comediante rosarino sigue más activo que nunca. Además del teatro, este año se animó al formato de streaming y desde abril conduce Pachu Stream Master, todos los lunes y miércoles de 21 a 23 desde los estudios de LuzuTV: “Es un formato nuevo para mí que se ve muchísimo y me sorprende el alcance que tenemos -el programa en el que estuvo con Pablo Granados ya sumó 233 mil vistas en YouTube-. Nos falta ver cómo monetizarlo porque todavía no tenemos ni para pagarnos las empanadas que comemos (risas)”. Este lunes 13, además, se suma al equipo de “A la Barbarossa”, el nuevo programa conducido por Georgina Barbarossa que se emitirá a la mañana por Telefé.
Además de copar pantallas y teatros, desde hace un tiempo Pachu inunda WhatsApp con stickers. “La gente es muy creativa. Muchos me escriben y me dicen ‘Mirá lo que me pasaron’, y me sorprende la ocurrencia. No tengo uno preferido, pero si me mandan un sticker, devuelvo con otro”, cuenta. Podemos dar fe de esto, ya que al término de la entrevista con Sociedad, nos pasó algunos stickers inéditos para que sumemos al stock de favoritos.
El humorista rosarino pasa horas respondiendo en redes sociales y grabando videos a quien se lo pida. Si bien siempre se inclinó más a Twitter, hoy también genera mucho contenido para Instagram. La pandemia, confiesa, le permitió llegar a mucha más gente que se volcó a las redes en busca de contenido que la hiciera reír y pasarla bien. “En cada lugar en el que trabajo busco aportar mi chispa y hacer reír a la gente, siento que es por ahí”, asegura.
Así como evoluciona la sociedad, también el humor debe aggiornarse. “Con Pablo (Granados) siempre fuimos de hacer otro tipo de humor, pero es cierto que hay chistes y ciertos personajes que no se pueden hacer más, y no se hacen más, aunque todavía haya un público que lo sigue consumiendo. Pasa por una evolución y sentirse cómodo, no solo para hacer humor sino también para hablar”, entiende.
La dupla que formaron con Granados fue un verdadero éxito y al día de hoy se siguen juntando para grabar cosas juntos. “Es como un hermano. Nos entendemos y nos acoplamos muy rápido el uno al otro”, describe Pachu a este vínculo que comenzó a fines de los 80 en la ciudad que siempre estuvo cerca. Lo único que los diferencia, además de tres años más a favor de Pachu, es que “a Pablo le gustaba compartir el plato y picar, y a mí no. A mí dame mi plato, mi tenedor y mi cuchillo”, aclara.
Pachu era un fiel televidente de Propuesta joven, un programa humorístico con cámaras ocultas que hacía Granados junto con Luis Rubio y Fabián Brech, entre otros, y que se emitía por Canal 4 de Cablehogar. Un día Pachu se cruzó a Rubio en un boliche y se animó a tirarle algunas ideas para el programa. Sus aportes gustaron y lo llamaron para que participara en uno de los programas.
Al tiempo, Granados se peleó con Rubio y fue a buscar a Pachu para que trabajaran juntos. Así, la dupla se hizo cargo del programa, que luego pasó a Canal 3 y sumó un espacio en Radio 2. El salto a Buenos Aires se dio en el 92, cuando Mario Pergolini los contrató para grabar cámaras ocultas para La TV ataca, después de que el propio Marcelo Tinelli les rechazara el material que le habían llevado. En simultáneo, salió el disco de Macaferri & Asociados, con las canciones que Pablo y Pachu inventaban y cantaban en la radio, como “El oficio de ser mamá” y “Bombacha veloz”. La compañía que lo editó cerró un acuerdo de difusión con Telefé y esto no le gustó a Pergolini, por lo que se terminaron yendo.
En el 93 los contrata Tinelli -ahora sí- y empiezan a grabar notas en la calle. “Fueron furor, hicimos personajes como el conocido, los amigos, el confundido, y después empezamos a hacer parodias, poesía, Deportes en el recuerdo. Probamos todo lo que se nos ocurría. Así estuvimos 10 años ininterrumpidos con Marcelo”, cuenta Pachu.
Al día de hoy, mantiene una relación muy cercana con Tinelli. “Nos tenemos mucho afecto y cariño. Me acompañó en muchos momentos de mi vida, buenos y malos. Si bien no es un amigo con el que me escribo todos los días, siempre que nos vemos, el afecto está intacto”.
Además de Videomatch, trabajó en La peluquería de los Mateos, No hay 2 sin 3, Palermo Hollywood Hotel, Gran Hermano Famosos, Los mejor y lo peor, Pablo y Pachu, HDP humor de primera, Sin codificar, La Academia y hasta se animó a participar del certamen Corte y Confección.
Nacido en Rosario, fue apodado Pachu casi al nacer. “Mi mamá había visto una película francesa, en la que actuaba un bebe que se llamaba Pachuli, y ella decía que era igual a mí. Mis hermanos me empezaron a llamar así pero se terminó acortando, y quedó Pachu”.
Reconocido hincha de Newell's, se lo suele ver seguido en el Coloso alentando a su equipo. Pero antes que leproso, Pachu es un rosarino que lleva puesta la camiseta a todos lados. “Me llena de orgullo cuando me hablan de Rosario y me encanta compartir cosas de mi ciudad. Lo que más extraño es cruzarme con gente conocida en una esquina y terminar tomando un café en un bar. En Buenos Aires hay otra vorágine. La cercanía con la gente que te da Rosario, no la encuentro en otro lado”, asegura.
- ¿Volverías a vivir a Rosario?
- “Ojalá. En 10 años volveme a preguntar y te digo. Capaz, algún día, me encuentran trabajando de tachero por allá”, responde entre risas.