Al finalizar el primer día de los tres de gira por Estados Unidos para vender las potencialidades de Santa Fe y lograr crédito e inversiones, el gobernador Maximiliano Pullaro resaltó que en las reuniones le habían destacado el caso de la seguridad en Rosario. Así como se cuelan cisnes negros en la política, aquellos eventos inesperados con consecuencias negativas, en esta oportunidad se lo interpretó como un cisne de color blanco.
“En el organismo (BID) estaban muy sorprendidos y quieren evaluar la experiencia santafesina para poder trasladarla al resto de América latina”, se encargó de comentar el gobernador en la primera difusión oficial del viaje. Incluso afirmó que “se interesaron en la experiencia de Rosario por la baja de índices de violencia y por el respeto a las garantías constitucionales”.
Le tiraron un centro a la cabeza que no esperaban y no dudaron en cabecearlo, y después narrarlo tal como se hace repetidamente en los asados. Se trató de la primera salida de Pullaro del país como gobernador en una misión que lo reunió con la comunidad política y de negocios para promover Santa Fe como destino seguro para hacer negocios e invertir.
Tuvieron encuentros en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la Cámara de Comercio de EEUU, la Embajada es ese país, la Organización de Estados Americano (OEA), el Banco Mundial (BM) y el Departamento de Estado. En Nueva York, en el Council de las Américas y en la ONU. Todos espacios de lobby y posicionamiento. Incluso la visita a Nueva York permitió a parte del equipo realizar reuniones fuera de agenda de mantenimiento con inversores en instrumentos de emergentes sin tener aún momento y condiciones de cuando se realizará la salida al mercado por 1.000 millones. Ahora no hay apuro.
Pullaro y Rosario
No es aleatoria la aclaración que hizo el gobernador sobre las garantías constitucionales. Durante décadas esos organismos han ido construyendo modelos de soluciones para problemas palpables como caminos, energía, agua y saneamiento, salud, transporte, desarrollo urbano, sostenibilidad ambiental.
Pero el tema seguridad nunca estuvo en agenda ni tampoco se los interpeló a estos organismos para que den una solución al respecto. Probablemente porque la seguridad nunca se asoció como problema de desarrollo sino como algo coyuntural de gestión, oscuro y difícil de combatir.
Pullaro EEUU.jpg
El jefe de la Casa Gris y sus ministros en el BID.
Ahora, con la evidencia derramada, están empezando a sumarlo a la agenda al notar el avance en los grandes aglomerados urbanos. Medio tarde parece haberse dado cuenta. Cuando empiezan a buscar modelos exitosos de baja de violencia encuentran El Salvador como lo más reciente.
Pero caen en la cuenta que ese modelo no es aceptable para algunas democracias, especialmente las occidentales sólidas y republicanas. Encerrar a una persona, institucionalizarla al punto de casi despersonalizarla, con escasos derechos, y encima difundirlo como política, no es aceptable por Estados Unidos. Por más que hayan tenido instituciones polémicas como Guantánamo.
Por lo tanto, la dirigencia estadounidense sostiene que buscan alternativas con un modelo recto y estricto pero donde se cumplan los estándares internacionales en derechos humanos sin lugar a objeciones. "Destacaron el enfoque diferente aplicado en Santa Fe, en comparación con otras experiencias regionales”, dijo el gobernador.
En ese punto, la delegación santafesina cuenta que surgió el nombre de Rosario con la "mejora llamativa en los índices de seguridad", donde “se preservan las garantías constitucionales y donde los organismos internacionales no han llamado la atención”. Narcos encerrados y ordenados, todo un atractivo para el sistema norteamericano.
Siguiendo estas impresiones que se trajeron del viaje, el plan del gobierno en materia de seguridad se verá ratificado, seguramente con el cuidado necesario del funcionamiento penitenciario, sobre todo con el nuevo penal que se está construyendo para presos de alto perfil, bajo el sugestivo nombre El Infierno.
Según comentaron en el gobierno a La Capital, en las reuniones, no sólo del BID sino el Banco Mundial, la Cámara de Comercio de Estados Unidos y el Council de las Américas, estos últimos dos reúnen a los empresarios norteamericanos, notaron interés por saber "cómo hicieron" para bajaron índices violentos. Probablemente el Ejecutivo lo interprete como una oportunidad para vender el sistema de seguridad de Santa Fe a nivel latinoamericano y no quedar apenas como un logro provincial.