El martes 22 de julio se llevó adelante la audiencia imputativa a Alejandro Obligado por los delitos de homicidio doloso calificado por el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego
El crimen fue en mayo de 2023 y aparentemente estuvo relacionado con un crimen anterior.
El lugar donde mataron al remisero Benítez.
El martes 22 de julio se llevó adelante la audiencia imputativa a Alejandro Obligado por los delitos de homicidio doloso calificado por el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego
El caso es el homicidio del remisero Raúl Benítez y si bien aún no hay otros detenidos por el homicidio esto podría ser el inicio de una línea investigativa futura. Se especula en que el hecho no tuvo que ver con la víctima´ sino con una remisería en la que prestaba servicios.
El Juez de Primera Instancia Rodrigo Santana dictó la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley, dos años, en tanto el fiscal Adrián Spelta del Equipo Fiscal Transitorio en Violencias Altamente Lesivas atribuyó al imputado haber llamado el fecha 18 de mayo de 2023, aproximadamente a las 20:40hs a la remisería "Talleres" de Villa Gobernador Gálvez y mediante la utilización de la plataforma WhatsApp solicitar un servicio para Colón al 4000, de Rosario.
En esas circunstancias el chofer a bordo del automóvil Chevrolet Corsa, Benítez, se dirigió al lugar acordado y una vez que los supuestos pasajeros subieron al vehículo, le efectuaron varios disparos al llegar a Dr. Rivas al 3000. Al huir dejaron en el lugar una nota con contenido intimidante. Para Fiscalía, Obligado, al solicitar el servicio realizó un aporte esencial conforme lo acordado previamente con al menos tres personas no identificadas. De esta manera abordaron a la víctima, Raúl Benítez, simulando ser pasajeros, y al momento de su traslado lo agredieron salvajemente.
"Le dispararon desde atrás, él ni se enteró, y después salieron corriendo del auto. Dicen que eran dos y una vecina vio que huyeron en un Citroën C3 blanco. Así mataron a mi hermano”, sostuvo un familiar de la víctima. Benítez trabajaba para una histórica remisero de Villa Gobernador Gálvez, tenía cinco hijos y ocho nietos.
Al momento del crimen los remiseros compañeros de Benítez manejaban dos teorías; por un lado una serie de amenazas contra la remisería “Talleres”, ubicada en Juan Domingo Perón al 1800 de la vecina ciudad. “Ahora por el crimen de nuestro compañero nos enteramos que la remisería está amenazada desde hace un par de semanas y el dueño no nos dijo nada. Nos dejó regalados en la calle, por eso le pegué un trompazo. Yo le pegué”, relató un chofer corpulento.
La otra teoría es una presunta vinculación con el asesinato de Carlos Emanuel Fernández, ocurrido en Caseros al 1700 de Villa Gobernador Gálvez el miércoles a la noche. Un remisero de la misma empresa Talleres fue a buscar a Fernández y a su hermana cuando salían de un pasillo donde practicaron un rito umbanda y al asomarse a la calle para subir al vehículo fue ejecutado de varios balazos, al menos tres de ellos en la cabeza. “Sabemos que hubo mucha gente llamando a la remisería preguntando quién había sido el chofer que fue a buscar al muchacho asesinado (Fernández) y también queriendo saber sobre los choferes de la empresa”, dijo otro de los compañeros de Benítez.
La remisería Talleres es de las históricas de Villa Gobernador Gálvez. En 2023 tuvo menciones recurrentes en dos hechos letales. El miércoles a la noche uno de sus choferes fue demorado por orden de la fiscal Carla Cerliani luego de que Carlos Emanuel Fernández, de 25 años y domiciliado en el barrio Tablada de Rosario, fuera ejecutado ante sus ojos de cuatro balazos cuando fue a buscar un viaje a Caseros al 1700, frente al complicado barrio El Eucaliptal.
Veintidós horas más tarde de ese hecho fue ejecutado Raúl Benítez. El trabajador vivía con su familia en una humilde casa del barrio Soldado Aguirre de la vecina localidad. Según contaron sus familiares, Raúl “era un busca”, como se reconoce en la calle a quienes trabajan de lo que surja. “Había trabajado en una fábrica de ollas, era buen carpintero, pero le gustaba estar en la calle. Hace dos años, más o menos, que comenzó a trabajar en la remisería Talleres. Él la salía a buscar para darle de comer a los suyos”, explicó uno de sus parientes.
Alem al 4000, donde ocurrió el crimen, es una cuadra signada por la violencia callejera del narcomenudeo que entre noviembre de 2012 y enero de 2019 fue escenario de al menos once homicidios y un sinnúmero de heridos de balas.∏
Por Facundo Borrego
Por Matías Petisce