A poco más de un mes del inicio de las mesas de exámenes y de la vuelta a las aulas, los estudiantes universitarios se sumaron a las quejas sobre las falencias del servicio actual de transporte urbano, y además señalaron “la incertidumbre” que tienen de cara a los próximos meses.“De todos los colectivos que necesitábamos, solo volvió la línea 115 y el intendente (Pablo Javkin) jamás respondió nuestro pedido de reunión que hicimos hace meses”, dijo el referente de la Federación Universitaria de Rosario (FUR), Enzo Balbuena, sumando a los planteos que en las últimas semanas hicieron vecinalistas y usuarios de colectivos. En paralelo, el secretario de Transporte santafesino, Osvaldo Miatello, la concejala justicialista Silvana Teisa y el representante del Observatorio Social del Transporte, Carlos Fernández Priotti, insistieron en que Rosario tiene un déficit de por lo menos un centenar de unidades y le reclamaron “colaboración” a las empresas del sector.
La combinación que provoca la crisis previa del sector, la adecuación de un sistema que no termina de acomodarse, la ausencia de choferes por vacaciones y el impacto de la tercera ola de Covid que llegó a tener entre un 15 y un 20 por ciento de conductores aislados por contagios hace que para algunos vecinos las espera de los colectivos sea de entre 60 y 90 minutos, o llegar a la parada insuma una caminata de varias cuadras.
Cualquier escenario los deja expuestos, además, a situaciones de inseguridad y violencia y ese fue uno de los principales reclamos que en los últimos días sostuvieron vecinos y dirigentes vecinales de diferentes sectores de la ciudad.
Los estudiantes, aunque por estos días sin actividades académicas, no están exentos de estos escenarios y así lo plantearon ya a lo largo de 2021 y volvieron a manifestar su malestar en las últimas horas. Sobre todo porque los tiempos se acortan, ya en febrero se pondrán en marcha las mesas de exámenes y este año promete presencialidad en las aulas y cómo llegar a ellas es lo que les preocupa.
Sin respuestas
“Ojalá las autoridades dieran respuesta a los estudiantes en materia de transporte”, dijo el dirigente estudiantil a través de un comunicado y afirmó que pese a los intentos hecho, “el problema está lejos de resolverse”.
Para Balbuena, la atención dada a la situación de los estudiantes “fue poca” y sobre todo consideró que las soluciones ofrecidas “fueron minúsculas”.
“De todos los colectivos que necesitábamos, solo volvió la línea 115 y el intendente jamás respondió nuestro pedido de reunión que hicimos hace meses”, advirtió el representante de la federación.
“Ahora todos nos encaminamos a una vuelta a la presencialidad plena con la incertidumbre de no saber si vamos a poder llegar a la facultad”, afirmó.
El dirigente reconoció que se trata de un problema que no solo afecta a determinados sectores, sino a la totalidad de la población. “Los estudiantes también somos trabajadores y vecinos, así como también nuestros familiares que nos ayudan a sostener nuestros estudios —continuó—. Como venimos sosteniendo hace meses, el problema del transporte en Rosario es un problema generalizado y necesitamos de la fuerza de todos para que las autoridades nos escuchen y lo resuelvan. Es injusto que la ciudad tenga que esperar tanto tiempo para que pase un colectivo para ir a trabajar o estudiar. Es injusto que en ese tiempo muchos y muchas queden expuestos a la inseguridad”.
Colaboración empresaria
Las dificultades que enfrenta el sistema, sobre todo de cara a un año en el que aún no fue aprobado el presupuesto nacional, fue parte del temario que abordaron durante el encuentro que mantuvieron el titular de Transporte santafesino, la concejala Teisa y miembros del Observatorio Social, y donde además unificaron el reclamo por mayor colaboración empresaria.
“La dificultad (por no tener Presupuesto Nacional) se va a empezar a notar en las próximas semanas. Tampoco tenemos el Presupuesto provincial y está en riesgo el pago de los sueldos de los choferes”, lamentó la edila justicialista, que además volvió a poner sobre la mesa la falta de unidades y estimó en por lo menos cien los coches que deberían sumarse a los que prestan servicio en Rosario.
Además de la aprobación del presupuesto, entre las soluciones, Teisa reclamó que “las empresas deberían reconocer el faltante de coches en la calle, y empezar a sacarlos”.
“A las empresas de transporte no les importa que los usuarios estén varios minutos esperando en las paradas. No tienen una prestación del servicio acorde a las necesidades de la población, ni tampoco planean cómo hacerle frente al crecimiento de la demanda”, puntualizó.