Este 30 de abril, los seis episodios que conforman la primera temporada se estrenaron en Netflix para todo el mundo. Desde los tráilers y los adelantos que publicó en redes la plataforma, se pudo saber que la adaptación dio lugar, lógicamente, a varios cambios significativos respecto de la obra original. En primer lugar, la serie transcurre en el presente (2023), y no en 1957.
“Crear una versión contemporánea fue una decisión muy meditada. Cuando Oesterheld publicó su obra, proponía un juego de contemporaneidad, una especie de mundo paralelo donde el lector pudiera sentirse en las calles de entonces, de esa misma época en que transcurría la historia. Nos pareció fundamental preservar esa idea: que la historia fuera emitida en la misma época en que sucedía. Retroceder en el tiempo no hubiese respetado el espíritu original. Además, nos iba a impedir que la ciudad fuera una presencia viva, algo que es parte fundamental de ‘El Eternauta’. La principal lealtad es hacia el corazón de la historia”, contó en un comunicado de prensa Bruno Stagnaro, director de la serie, y uno de los guionistas junto a Ariel Staltari.
Además, la versión audiovisual plantea otros cambios significativos en la sucesión de los hechos, la distribución de los escenarios clave, la composición y edad de los personajes centrales.
“El Eternauta” de Stagnaro y Netflix construye un universo propio para acercar a la audiencia actual a la historia de supervivencia, que puedan sentir que podrían ser ellos cualquier día, sin perder de vista los pilares identitarios de la tira original. El hecho de que Juan Salvo sea un hombre de sesenta y no de treinta, y de que hayan transcurrido sucesos clave en la historia argentina, habilita potencias narrativas que los guionistas supieron aprovechar muy bien.
Por esto mismo, no tiene sentido juzgar la serie con un ojo cínico que busque compararla constantemente con la historieta (aunque cuando se replican algunas viñetas icónicas, resulta épico), sino más bien adentrarse con curiosidad en esta gran obra audiovisual nacional y dejarse emocionar.
Si bien las modificaciones tienen un sentido narrativo que enaltece a la serie, sin dudas generarán dudas y escepticismo, al menos en principio, entre los fanáticos de la historieta. Para quienes no leyeron el cómic, una guía de los personajes y de las principales diferencias con la obra gráfica original. Advertencia: habrá spoilers.
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Diferencias principales entre serie e historieta
- La escena inicial. El cómic comienza con la aparición de “El eternauta”, un viajero del tiempo que viene del futuro, en la casa del propio Oesterheld. Allí, le narra su historia a modo premonitorio, y comienza la historieta. En la serie, la secuencia inicial es bien diferente: tres amigas adolescentes planean las vacaciones en un velero en medio del río de La Plata mientras suena Gilda. De pronto, hay un apagón en la ciudad, se cortan todas las comunicaciones satelitales y comienza la nevada mortal.
- La casa sede del grupo de sobrevivientes. La obra gráfica empieza en la casa de Juan Salvo, donde él junto a tres amigos se disponen a jugar unos partidos de truco. En el chalet del barrio de Vicente López también están Marta (la mujer de Salvo) y su pequeña hija (Elena). En medio del partido, se desatan los primeros indicios de la catástrofe. En la serie, la secuencia transcurre en la casa de Favalli, uno de los co-protagonistas principales, amigo entrañable de Juan. Se introducen de entrada dos nuevos personajes que no existen en la historieta: Ana, la mujer de Favalli (Andrea Pietra) y Omar (Ariel Staltari), el cuñado del Ruso Polsky (Claudio Martínez Bel).
- “Lo viejo sirve”. En el cómic, una de las primeras consecuencias de la nevada y la invasión alienígena es que se cortan todas las comunicaciones, excepto la onda larga radiofónica. En la serie, el elemento tecnológico de la actualidad, con todas sus novedades respecto de 1957, quedan también anuladas en el comienzo. Sin embargo, con el correr de los episodios descubren que “lo viejo sirve”: los tocadiscos, las radios, los autos antiguos funcionan. Esto hace que la serie se tiña de pronto de una estética más cercana a la historieta.
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- Buenos Aires 2023. Hay diferencias fundamentales entre la ciudad de Buenos Aires de 1957 y la de la actualidad. Pero más allá de lo arquitectónico, la serie hace foco en el elemento humano: la sociedad porteña tiene un gran componente migratorio y, para darle verosimilitud, muchos de los viejos y nuevos personajes pertenecen en la serie a poblaciones migrantes.
- El vínculo con las Fuerzas Armadas. En la historieta, los sobrevivientes del Ejército reclutan a civiles (como Salvo y los suyos) para luchar contra la invasión alien. A pesar de los por entonces muy recientes bombardeos en Plaza de Mayo, y la sucesión de golpes militares, los civiles confían en las autoridades militares. De hecho, todos habían realizado el servicio militar (obligatorio durante casi todo el siglo XX) y de hecho Juan estaba en las reservas del Ejército y por eso era bueno disparando. En la serie, la relación de los sobrevivientes con las Fuerzas Armadas es bien distinto. Jóvenes y viejos por igual desconfían en primera instancia de “los milicos”. Vale recordar que Héctor Germán Oesterheld fue desaparecido por la última dictadura cívico-militar junto a sus cuatro hijas.
Quién es quién en “El Eternauta”
- Juan Salvo (Ricardo Darín). El protagonista de la serie es, como quedó claro desde la revelación del elenco, un hombre mucho más grande que el del cómic. El Salvo original tiene unos treinta años, casado y con una hija muy chica (Martita). En la serie, Salvo tiene poco más de sesenta y pico (Darín tiene 68: la misma edad que la historieta), está separado de Elena (Carla Peterson) y tiene una hija adolescente, Clara (Mora Fisz), cuya búsqueda será central para la trama. En este caso, esto le permite ser parte de un grupo etario que vivió un hecho fundamental de la historia argentina. Hay algo que funciona muy bien en la elección de casting: Ricardo Darín, como Juan Salvo, es la imagen del argentino promedio, un tipo cualquiera que se convierte en héroe.
- Alfredo Favalli, alias “Fava” o “Tano” (César Troncoso). Del grupo inicial de los cuatro amigos, en el cómic Favalli toma un rol central y protagónico. Es profesor de física, por lo cual sus conocimientos se vuelven fundamentales para la supervivencia. También aporta el escepticismo científico y el ojo analítico ante los sucesos extraordinarios que suceden. En la serie, hay bastante continuidad en este sentido, y Fava toma desde el comienzo un rol de liderazgo en el grupo.
- Elena (Carla Peterson). En la historieta, Elena es una ama de casa con un rol totalmente pasivo en la supervivencia. Cocina, ayuda a confeccionar los famosos trajes para sobrevivir a la nevada, y cuida de su hija, mientras los hombres se aventuran a la ciudad para buscar provisiones y eventualmente luchar contra los alienígenas. En la serie, y acorde a los tiempos que corren, Elena es una mujer profesional (es médica), autónoma y con agencia. Tendrá un rol, junto a otras mujeres, mucho más activo durante toda la serie, incluyendo la búsqueda de Elena junto a Juan, y en la gesta heroica de la supervivencia.
- Lucas (Marcelo Subiotto). Otro de los amigos del grupo inicial. Un poco menos osado que Salvo y Favalli, Lucas toma un rol más secundario dentro del grupo. Por lo visto hasta el momento, en la serie corre mejor suerte que en la historieta (donde es asesinado por otros sobrevivientes cuando sale con Salvo a buscar provisiones a una farmacia).
- Pablo. En la historieta, un miembro clave del equipo de sobrevivientes es el joven Pablo, un adolescente que Salvo y sus amigos rescatan de la ferretería del barrio. El chico se salva porque durante la nevada mortal estaba encerrado en un sótano. En la serie, Pablo es hijo de migrantes chinos, y es rescatado por Salvo y Elena en la escuela de Clara. En este caso, se salva porque sus compañeros lo habían encerrado en un baño.
- Inga (Orianna Cárdenas). Un personaje nuevo en la serie. Se trata de una venezolana, repartidora de delivery de plataformas, que se encuentra en la cochera junto a la casa de Favalli al momento de la nevada. Se suma al grupo de sobrevivientes.
- Omar (Ariel Staltari). Otro personaje nuevo. Cuñado del Ruso Polsky, que está de visita en Argentina después de vivir más de veinte años en Estados Unidos. A regañadientes, los amigos lo suman a la noche del truco y termina siendo parte del grupo de sobrevivientes, entre traiciones y reencuentros.
A pesar de que los cambios puedan gustar más o menos, una cosa es segura: la épica está intacta. Episodio a episodio, el despliegue técnico, visual y narrativo adopta un in crescendo que de a ratos pone la piel de gallina. La emoción que generaba la historieta de ver de pronto una tremenda batalla contra alienígenas en la General Paz o en la cancha de River se traslada a la serie con la contundencia que genera el lenguaje audiovisual. Escuchar, desde la primera secuencia, canciones emblemáticas del cancionero nacional, sin dudas le aporta un condimento extra a la emotividad propia de la propuesta. Las secuencias de acción se sienten cercanas y dejan al espectador al borde del sillón. La sensación es clara y persistente: nunca se hizo algo así, de estas dimensiones y esta calidad, en Argentina.