En el Congreso de la Nación avanza un proyecto de ley que busca desregular la actividad en el mercado inmobiliario en todo el país. Entre las propuestas que menciona la iniciativa, que es impulsada por el diputado rosarino del PRO Alejandro Bongiovanni, figura la eliminación de la obligatoriedad de poseer título universitario y matrícula para ejercer como corredor inmobiliario en Argentina.
Gabriela Ortiz de Urbina, titular del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir), se manifestó este martes “totalmente en contra” del proyecto de Bongiovanni. “Los corredores inmobiliarios tenemos una formación académica en las universidades. En Rosario tenemos la primera licenciatura en corretaje inmobiliario en el país y en una universidad pública. Creemos que el proyecto no busca la desregulación, sino la desprofesionalización”.
“La de corredor inmobiliario es una carrera de cuatro años. Y después de la formación académica, nos matriculamos en el Colegio. La importancia de esa institución es que controla esa matricula y tiene un tribunal de ética que juzga un posible mal desempeño. Cuando se va a realizar una operación inmobiliaria y surge algún inconveniente, alguien puede acudir al Colegio donde tendrá una resolución inmediata del tribunal de ética, que si tiene que sancionar a algún corredor lo harár”, subrayó Ortiz de Urbina.
En declaraciones a LT8, la titular del Cocir recordó que en Rosario “hubo dos casos de falsos corredores inmobiliarios a disposición de la justicia, que cometieron estafas con los ahorros de la gente. El Colegio protege a la ciudadanía y además, los colegios profesionales no les causamos ningún gasto ni al Estado ni al ciudadano, porque se mantiene con los aportes de sus matriculados”.
“Nuestra actividad ya está desregulada de por sí. De las operaciones que se realizan en Rosario, solo un 2 por ciento son de dueño vende. El resto se hace todo por inmobiliaria. Es decir es a elección de la gente. Si un ciudadano quiere vender por su cuenta su casa o su terreno, no hay problema. Puede hacerlo fácilmente, sin la intervención de un corredor inmobiliario. Este proyecto no busca la desregulación, sino la desprofesionalización”, destacó Ortiz de Urbina.
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Y en ese sentido precisó: “Una operación compra o venta de un inmueble, que en muchos casos se realiza una sola vez en la vida, no puede quedar en manos de cualquiera, de un improvisado u oportunista. Ya sabemos en qué terminan muchas veces estas situaciones, eso lo vemos a menudo en el Colegio, y a esa altura no se pude hacer nada más que ir a Tribunales”.
Ortiz de Urbina remarcó que al “matriculado se lo capacita en forma permanente. Todas las semanas tenemos cursos, gratis para el profesional, porque consideramos que tenemos que estar actualizados en esta actividad que tiene tanto movimiento. La venta y compra de un inmueble no es lo mismo que la compra o venta de una que una licuadora. No somos comerciantes. Tasamos una propiedad, la vamos a ver, queremos conocer el contexto, si tiene humedad de cimientos, si al lado tiene una línea de electricidad o de alta tensión, si al lado tiene un club, una escuela, el estudio de la documentación. Una propiedad no es cualquier cosa”.
¿Qué dice el proyecto de desregulación del mercado inmobiliario?
El llamado Proyecto de Libertad Inmobiliaria fue presentado por el el diputado nacional del PRO Alejandro Bongiovanni y propone eliminar la obligación de contar con título universitario o matrícula profesional para ejercer como corredor inmobiliario en Argentina. Se trata de una iniciativa que está en línea con las políticas de desregulación impulsadas por el gobierno nacional
La propuesta habilita a cualquier persona a operar en el mercado inmobiliario sin requisitos formales, sin restricciones geográficas y con libertad para negociar honorarios. Entre sus principales puntos, busca suprimir la obligación de inscripción en registros o cámaras profesionales, eliminar límites jurisdiccionales para la actividad y suprimir aranceles fijos o mínimos en las comisiones.
Además, el proyecto plantea quitarles a los colegios profesionales la capacidad de sancionar a quienes ejerzan sin matrícula. Según el texto, esas entidades mantienen un “monopolio” sobre la actividad y limitan la competencia. Para fundamentar la propuesta, se citan ejemplos de España, Estados Unidos y Nueva Zelanda, donde destacan menores restricciones para operar en el sector.
Mercado inmobiliario, una profesión no regulada
Según Bongiovanni, la intención es devolver la actividad inmobiliaria al ámbito comercial y no mantenerla como una profesión regulada. “El objetivo es volver a poner la intermediación inmobiliaria en el ámbito comercial, que es el ámbito nacional. Quitarle regulación para que la pueda realizar cualquier persona”, explicó.
También cuestionó a los colegios profesionales en general. Indicó: “Los colegios profesionales en general no me gustan demasiado. Con el inmobiliario tengo un problema, ya que la actividad inmobiliaria, desde mi concepción, es una actividad comercial más”.