Santa Fe tiene razones para festejar. El motivo, un acontecimiento que marca la diferencia: el nacimiento del primer espacio educativo travesti trans anclado en la capital provincial, con miras a replicarse en otras localidades. Se trata de una propuesta innovadora de formación secundaria e integral que viene a dar respuestas a las necesidades del colectivo trans y que por primera vez se enmarca dentro del sistema educativo formal, teniendo como referencia el Bachillerato Popular Mocha Celis de la ciudad de Buenos Aires, primero en su tipo en el mundo y que hoy cuenta con diez años de trayectoria.
El nuevo espacio educativo depende tanto del Ministerio de Educación como de la Secretaría de Igualdad y Género, que también será ministerio. La Capital dialogó con Víctor Debloc (viceministro de Educación) y Nerea Tácari (directora provincial de Políticas de Igualdad), quienes reflexionaron sobre los beneficios de contar con esta nueva escuela y los horizontes a los que se aspira en materia educativa. La semana que viene arrancan con una serie de encuentros —previos al inicio de clases— con las 32 personas inscriptas.
—¿Se trata de una iniciativa reparadora?.
Tácari —Totalmente, porque viene a saldar deudas históricas y estructurales que afectan y afectaron a la población trans travesti. Es la primera experiencia enteramente de respuesta estatal, porque el Mocha Celis de la Ciudad de Buenos Aires es una cogestión entre el Estado y las organizaciones comunitarias. Esta escuela es una respuesta enteramente del Estado en términos de política pública para saldar una cuestión urgente, mientras que en paralelo hay que seguir trabajando en la transformación que requieren las instituciones educativas para ser ámbitos inclusivos, libres de discriminación. Hay un avance enorme en términos legislativos pero el cambio cultural demora más, por eso había que dar una respuesta urgente. Las compañeras trans no pueden seguir esperando a que se produzca ese cambio para ser parte de la educación formal.
Debloc —La escuela trans tiene un componente reparatorio si uno piensa en los daños subjetivos y en las fragilidades de larga data a las que ha sido expuesto socialmente este colectivo. Habilita un camino distinto si pensamos en las discriminaciones que ha habido y que hay aún en las culturas escolares que no pudieron alojar identidades no heterosexuales, y si a eso le sumamos distintos tipos de violencias que fueron soportadas por aquellos que se apartaban de identidades fijas. No va a ser un camino libre de tensiones, porque la discriminación no desaparece en la cultura porque uno habilite un Eempa público trans, pero sí es una apertura que plantea el Estado abriendo un camino a sectores que no estuvieron tradicionalmente atendidos por el sistema educativo. Desde lo simbólico podemos decir que hay otro tramo de justicia educativa que se pone en marcha.
"Esta escuela es una respuesta enteramente del Estado en términos de política pública para saldar una cuestión urgente” "Esta escuela es una respuesta enteramente del Estado en términos de política pública para saldar una cuestión urgente”
—Se define también como una experiencia piloto. ¿Cuáles son las expectativas al respecto?
Tácari —Es la primera y la única que se abre en la ciudad de Santa Fe, pero la expectativa está en poder abrir otras escuelas en Reconquista, Rosario, Venado Tuerto y Rafaela. La escuela no está por fuera del sistema educativo formal, se trata de un aula extensiva que depende de un Eempa. Los docentes dependen del escalafón de esa Eempa y van a estar capacitados y acompañados por el equipo de Educación Sexual Integral (ESI) de la provincia.
Debloc —Creo que es mucho más que una experiencia piloto, pero se la define así por ser nueva y en un único lugar. Es única por ahora, pero claro que se puede replicar en otros lugares en función de las demandas, las necesidades y los recorridos institucionales que los colectivos estén dispuestos a transitar.
—Cuando se habla de una escuela travesti trans, ¿implica una acción de discriminación positiva?
Tácari —Así es, pero en el imaginario social aparece la idea del gueto. La acción de discriminación positiva tiene que ver con una política focalizada que responde a la urgencia, mientras que en paralelo se aplican políticas de transformación cultural como horizonte de inclusión plena. En el mientras tanto hay que pensar acciones de discriminación positiva, como políticas focalizadas que vengan a beneficiar a un sector de la población que está en desigualdad estructural en relación a otros sectores. El cupo laboral trans y la ley de paridad también son acciones de discriminación positiva. La expectativa de vida de las compañeras sigue siendo de 35 años aún hoy, después de 10 años de la ley de identidad de género y de un montón de avances legislativos. Las vulneraciones que las compañeras atraviesan dentro de los espacios formales de educación tienen que ver con la cuestión de la identidad. Hay un montón de problemáticas que conducen a la exclusión, que la población hétero no tiene que afrontar porque el mundo está pensado en forma binaria.
—¿Es utópico pensar en trayectorias educativas libres de discriminación?
Debloc —Hay muchas escuelas inclusivas, los Eempas tienen esas características quizá desde otro ángulo. En parte sí es una utopía, porque la discriminación está presente de manera muy fuerte. Quizá está callada en algunos lugares pero no demora mucho en aparecer. Por eso hay que trabajar fuertemente contra estas prácticas.
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—Para materializar esta idea de escuela inclusiva es imperiosa la ejecución inmediata de la ESI. ¿Por qué hay tantas resistencias?
Tácari —La ESI es una de las leyes más revolucionarias que tenemos en nuestro país porque implica una educación mas libre y desde una perspectiva de los derechos humanos. Es resistida porque implica un cambio de paradigma y viene a poner patas para arriba el sistema educativo.
Debloc —Creo que hay una disparidad de posibilidades en las escuelas. Algunas son más abiertas porque comprenden los contextos complejos y en otras hay ciertas resistencias. Quiero destacar el trabajo que viene realizando todo el equipo ESI de la provincia en los espacios de formación docente. En esta experiencia de Eempa la ESI va a ser un componente transversal y permanente. Los equipos socioeducativos regionales —en este caso el de la regional IV de Santa Fe— va a acompañar el proceso para ir atendiendo las situaciones críticas de la vida social cotidiana en forma permanente.
—¿Cómo va el proceso de formación en ESI a los docentes de Eempas?
Debloc —Este proceso de formación no se había dado antes y la propuesta es ir caminando a la par. Se inicia la Eempa y los equipos van a acompañar permanentemente. Es como que la escuela a los costados va a tener andamios de intervención socioeducativa y de capacitación docente. Ya está encaminado desde el equipo ESI de la provincia. También hay que destacar que este Eempa no es excluyente, es abierto a cualquier joven o adulto que quiera participar, pero va a tener un abordaje distinto.