En un día histórico para la provincia de Santa Fe, este lunes, en la ciudad capital, juraron los 68 de los 69 convencionales electos -y asumieron las autoridades correspondientes- que sesionarán durante 40 días. -con la posible extensión de 20 más- en el marco de la reforma constitucional. El inicio de la jornada se demoró por el inconveniente de salud que sufrió minutos antes del comienzo la convencional Alejandra Oliveras (Frente de la Esperanza).
En ese marco, el senador Osvaldo Sosa (convencional constituyente por Más Santa Fe) y Candela Rodríguez (convencional constituyente por La Libertad Avanza) asumieron como presidente y vicepresidenta provisorios del cuerpo, respectivamente, para tomar juramento a los 68 convencionales presentes -elegidos por la ciudadanía el pasado 13 de abril-, de acuerdo a la fórmula reglamentaria establecida para tal fin.
Desde Santa Fe, La Capital recopiló algunas de las perlitas que dejó el inicio de la Convención Reformadora en su primera sesión.
Amalia Granata, recargada
La líder de Somos Vida y Libertad copó la parada y disparó munición gruesa contra Felipe Michlig, con quien ya se había agarrado en febrero en el mismo recinto de la Cámara de Diputados. Esa vez, la diputada provincia lo acusó de “casta rancia” y él le acusó de “atorranta”.
Esta vez, Granata lo acusó por malversación de fondos. Lucía Masneri, del bloque oficialista, respondió que el cacique de San Cristóbal había sido sobreseído.
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Cuando juró Michlig como presidente de la Convención, Granata se mantuvo sentada. Al finalizar la sesión, adelantó que será la primera intervencion picante de varias. “Esto recién empieza”.
Pullaro y Monteverde, primer round
El convencional peronista tomó la palabra e interpeló directamente al gobernador, que estaba sentado enfrente. Dijo que como líder del oficialismo y del bloque mayoritario tenía la mayor responsabilidad. Pullaro lo miró fijo, cuando el referente de Ciudad Futura dijo que Unidos solo había sacado el 30 por ciento de los votos, el gobernador le hizo un gesto de “poquito”, que pareció decirle “ustedes menos”.
Afuera de la Legislatura
Lejos del operativo más estricto del 1 de mayo, esta vez el escenario fue más tranquilo. Fuera de la Legislatura se manifestaron distintos grupos. La Festram colgó un pasacalle con la leyenda “Constitución motosierra”. ATE instaló una carpa. Representantes de los pueblos originarios hicieron un ritual y colectivos feministas reclamaron que la nueva Constitución contemple la agenda de género.
Los convencionales, cada uno en su lugar
Cada convencional tenía su lugar asignado. Pullaro se sentó junto a los principales negociadores de Unidos: el ministro de Gobierno, el radical Fabián Bastia, el secretario general del Partido Socialista, Joaquín Blanco, y Cristian Cunha, secretario de Cooperación de la provincia y extitular del PRO Santa Fe.
La banca de Alejandra Locomotora Oliveras quedó vacía.
Juras con tensión
La mayoría de los convencionales optaron por alguna de las formas de jura disponibles, pero el gobernador Maximiliano Pullaro y la ministra de Igualdad y Desarrollo Humano, Victoria Tejeda, se salieron del molde: juraron por “la patria y Raúl Alfonsín”.
La justicialista Lucila De Ponti se quejó. Cuando llegó su turno, juró “por Eva y Juan Domingo Perón”. Antes, había tocado un par de veces el micrófono para chequear que estuviera prendido y se escuchara su homenaje a los fundadores del justicialismo.
Intermedio y almuerzo
El cuarto intermedio de tres horas para terminar de acordar el reglamento liberó a los constituyentes. Varios buscaron lugares para almorzar. Muchos coincidieron en un restaurant en la esquina de San Martín y General López, enfrente de la Casa Gris.
Convencionales de Unidos y La Libertad Avanza llegaron con sus asesores. Algunos se inclinaron por el plato del día: bondiola rellena con papas al cubo. Otros optaron por pastas u otros platos.